EL PULSO DE LOS MERCADOS

Se busca un avezado piloto de tormentas

Se nos fue la mitad de octubre. Y siguen firmes las cotizaciones de las materias primas agrícolas (la soja en torno a los 1.066 dólares el bushel; va hacia los 1.200). Hubo un atisbo bajista los últimos días debido a la percepción de que se demorarían los estímulos adicionales en la economía estadounidense. Esa percepción fue destruida a golpe de Twitter por Donald Trump que animó al Capitolio a aprobar un programa fiscal más ambicioso.

El oro cerró hoy a 1.902 dólares la onza. Estamos viendo una típica corrección en tiempos, en la que si bien el ajuste en el precio es irrelevante, se demora por unas semanas el regreso a la tendencia alcista. Para mí, un soporte en u$s 1.850 es un dato importante. Veo más temprano que tarde una escalada hasta los u$s 2.000, para finalmente alcanzar los 2.100. Lo mismo podría decirse de la plata (hoy en 24,45). Son dos activos que se benefician enormemente de dos circunstancias: el festival de emisión monetaria y la certeza de que la tasa de interés en Estados Unidos se mantendrá en torno a cero.

Se vienen quince días nerviosos en los mercados internacionales, al compás de la campaña electoral en Estados Unidos. Se vota el 3 de noviembre. Biden mantiene su ventaja en las encuestas y sorprende la cifra récord de votos adelantados por correo. Trascendió horas atrás que el magnate Rupert Murdoch, fundador del imperio mediático News Corp (dueño de Fox News y The Wall Street Journal, entre otros) cree que Trump perderá las elecciones por un amplio margen por culpa del virus chino. Los inversores de Wall Street votan republicano, por supuesto.

Si gana Trump es probable que siga la tasa cero. Esto nos beneficia. Al abaratarse el dólar ante otras monedas se fortalece el poder de compra de nuestros socios comerciales y subirán los precios de los commodities. Volarán capitales al sur en busca de beneficios con el carry trade. Con los demócratas en la Casa Blanca, a juzgar por la Historia, es más probable suba de tasas y dólar fuerte. No nos ayuda.

Respecto a las criptomonedas, continúa la corrección en tiempo, como ocurre con el oro. Hay que destacar que no se trata sólo del bitcoin. El tether, una moneda con precio que se mantiene fijo al dólar estadounidense, al euro y al yen, ha crecido fuertemente en estos meses, por citar otro caso eminente. Tengo la certeza de que las cripto no han cosechado aún toda la aceptación del publico que deberían tener por su potencial y confiabilidad. Pero día tras días, recibo cada vez más preguntas de mis clientes sobre estas opciones de inversión. Téngalas en cuenta, amigo lector.

En relación a la Argentina, no hay buenas noticias. El Gobierno luce desorientado, y el Presidente transmite la impresión de que está desconectado de los graves problemas financieros y monetarios que sacuden nuestro ánimo. Con el blue por encima de los 175 pesos, escuchamos análisis absurdos de muchos comentaristas. Se desconoce que lo único que hace que suba o baje un precio es la acción del mercado. Un activo vale mucho no porque se lo ocurre a un burócrata o a un banquero, sino porque mucha gente está dispuesta a pagar ese valor. Las personas tienen la sartén por el mango en el sistema capitalista. Cuando un bien es muy querido o solicitado, la gente paga; cuando no, da la espalda o liquida y los precios caen. Es el caso del diferencial del valor de los alquileres en la zona atlántica entre la época veraniega y fuera de temporada, por aludir a un ejemplo sencillo. El dólar sube a la estratósfera por la sencilla razón de que nadie quiere los pesos. No hay mucha vuelta en esto.

Mi sensación es que el dólar en el mercado informal va a llegar prontamente a la zona de los 200 pesos y luego hacia la cota de los $ 280. El contado con liqui, un poquito por debajo. El dólar oficial es una incógnita. Por cierto, no se puede vivir eternamente con una brecha del 120 por ciento. Necesitamos un capitán más avezado para capear una tormenta monstruosa.