Los derechos de uno, las decisiones de otro

Los derechos de ustedes terminan donde empiezan los de los demás. Con esa frase caballito de batalla trato de bajarles líneas a mis hijos (de 3 y 7 años) cuando, demonios de mil caprichos, empiezan a taladrarnos (a la madre y a mi) preguntando por qué no pueden hacer esto o lo otro… ´´Porque no pueden hacer lo que se les cante´´, resumo fastidiado y mirando a la nubes ya con un bufido.

Les debe haber pasado a quienes tienen a menores a cargo. Incluso, a veces, también sucede cuando se trata del cuidado de personas muy mayores. Gajes de transitar una edad mediana. ´´Fumá todo lo que quieras, papá. Vos ya podes decidir cómo morir,  aunque preferiría que no lo hagas fumando. Lo que te pido es que no fumes al lado del bebé´´. Sí, los derechos de unos chocan con los de los otros. Siempre.

El fin de semana se dio un episodio en Junín. Allí Sarmiento, el club que milita en la Primera Nacional y que tiene un vasto paso por el fútbol grande (por ejemplo, de ahí surgió hace décadas Daniel Passarella, a la postre capitán del Seleccionado argentino campeón del mundo en el 78), decidió echar a uno de los jugadores que acababa de contratar como refuerzo. La sanción extrema tuvo que ver con que al futbolista en cuestión, Fernando Núñez, se lo vio haciendo compras en un comercio de ropa de la ciudad, cuando hacía un puñado de días le habían detectado positivo de coronavirus. Es decir, con su conducta, aparentemente inocente, pudo haber afectado la vida de terceros. Al cabo, el mediocampista debía estar aislado en una quinta que el club le había alquilado, pero se ve  que no pudo soportar la tentación de ir de shopping. Y los registros que quedaron vivos en sus extractos bancarios lo expusieron, pese a que el player negó la situación.  

Su paseo de compras resultó como mínimo irresponsable y el club no quiso cargar con la culpa. Y actuó con rigor, como corresponde. ¿Tiene derecho un joven cualquiera a ir de compras a dónde quiera, cuando quiera? Claro que sí. Siempre y cuando no esté transitando una enfermedad que pueda contagiar. Siempre y cuando respete los derechos de los demás.

Por estas horas sobran los casos de contagios en el fútbol, como sucede en la sociedad toda. El plantel de Boca fue noticia hace 10 días por un enorme brote que incluyó a más de 20 jugadores, entre ellos a Carlos Tevez, aunque se estima que el capitán xeneize pasó por la enfermedad mucho antes que sus compañeros pero su caso se guardó en silencio.

Mientras que el fin de semana se conoció el de Milton Casco en River, quien ya quedó descartado para los partidos coperos que se vienen. Y hasta el entrenador de San Lorenzo, Mariano Soso, dio positivo de Covid-19 en los últimos días. Nada sorprende con este odioso virus.

La pregunta que queda en el aire es ¿qué hubieran hecho los dirigentes de Boca y de River si hubiesen encontrado a Carlitos, el  ídolo de los hinchas del club de la Ribera o a Milton, uno de los mejores jugadores del Millonario, si alguien los hubiera descubierto rompiendo sus respectivas cuarentenas comprando zapatillas o calzoncillos, como hizo Núñez? ¿Hubiesen actuado como lo hicieron quienes conducen los destinos de Sarmiento, despidiendo a los jugadores? ¿O la hubieran dejado pasar? Lo dejo a tu criterio, como dice una afamada vedette.