O San Jorge o el dragón

 

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El 11 de agosto pasado el gobierno (Justicialista) de Catamarca homenajeó a los terroristas caídos hace cuarenta y seis años en el hecho conocido como "la masacre de Capilla del Rosario".­

El vicegobernador, Rubén Dusso, presidió el acto al que, además, asistieron funcionarios provinciales, municipales y miembros del poder legislativo de ambas cámaras.­

En la ocasión el ministro de Gobierno, Justicia y Derechos Humanos, Jorge Moreno, en el uso de la palabra, dijo: "En el marco de la tragedia no hay nada más gratificante que recordar y decir presente. Es muy importante una memoria viva para que nunca más vuelvan a ser avasalladas las banderas de la lucha, esas banderas que hoy conllevan un compromiso y la plena conciencia social de no repetir aquellos hechos que tanto daño hicieron a la democracia y al estado de derecho de nuestra Nación".­

Minutos antes, Noemí Toledo, presidenta de la Casa de la Memoria Catamarca, en el mismo acto, expresó: "Hace 46 años las fuerzas represivas fusilaron a nuestros compañeros que se habían rendido y estaban desarmados. Hoy con el compromiso de la construcción colectiva de la memoria en Catamarca, en este nuevo aniversario decimos que nuestros 16 compañeros están presentes, ahora y siempre."­

¿Qué hecho y a qué partícipes del mismo se reivindicaban en ese acto oficial del gobierno de Catamarca? De las palabras del ministro Jorge Moreno no se puede entender otra cosa que el gobierno catamarqueño invocó, como propios y dignos de ser recordados, a los miembros del ERP (Ejército Revolucionario del Pueblo). La señora Noemí Toledo, por su parte, fue clara, precisa y directa al aludir a los miembros atacantes del ERP, como: "sus compañeros". No queda ninguna duda entonces respecto a que se trató de un acto conjunto entre gente que se identifica con el ERP y el gobierno de Catamarca.­

Ahora bien, ¿Quiénes eran los que estaban del otro lado? ¿Quiénes, los que reprimieron a los homenajeados? ¿Quiénes, aquellos que, según el ministro Jorge Moreno, produjeron eso hechos "que tanto daño hicieron a la democracia y al estado de derecho de nuestra Nación"?­

Pues bien, según consta en toda la documentación pública y privada, para información del ministro y de todo el gobierno de Catamarca, los que estaban del otro lado eran, ni más ni menos, que las fuerzas legales que respondían al estado de derecho del gobierno constitucional de la presidente María Martínez de Perón y de Hugo Mott, el gobernador de Catamarca de entonces.­

Ambos, miembros del partido Justicialista y ambos también en sus jurisdicciones respectivas, máximos responsables de la represión llevada a cabo.­

Tan es así que dichos represores fueron debidamente tratados como héroes de la Nación e incluso recibieron las felicitaciones de la entonces presidenta Sra. de Perón.­

Paradójicamente, hoy, bajo la consigna de "Memoria, verdad y Justicia", el peronismo, la agrupación política que en su momento y desde el gobierno presentó batalla al ERP y Montoneros (primero con la Triple A y luego con las FF.AA.) es la misma que reivindica a los que antes mandó a aniquilar.­

¿Acaso el actual gobierno peronista de Catamarca sostiene que el gobierno peronista de entonces era, frente a los terroristas del ERP, el enemigo del estado de derecho y no a la inversa?­

Si fuera sí, el ministro Jorge Moreno debiera haber comenzado su discurso con un reconocimiento de la responsabilidad directa del peronismo nacional y provincial en la "Masacre de la Capilla del Rosario" llevado adelante por su partido y su gobierno. Ello ya, no solo por una cuestión de orden ético-estético sino porque también rompe la armonía cósmica violando el principio lógico de identidad. Es que: o, se es San Jorge o, se es el Dragón, Sr. Ministro.­

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* El autor es miembro del Centro de Estudios Salta.­