El aguafiestas

El baúl de los recuerdos. Desde su ascenso en 1984, Deportivo Español sorprendió por sus buenas campañas. Le sentaba jugar en la Bombonera, donde cosechó 5 victorias en 15 partidos. Una de las más recordadas fue en 1992, cuando demoró la consagración del equipo del Maestro Tabárez.

Boca perseguía con desesperación el título que se le negaba desde 1981. El Apertura de 1992 le permitió poner fin a esa larga racha de frustraciones. El equipo dirigido por Oscar Washington Tabárez debió esperar hasta la última fecha del torneo para festejar con un empate 1-1 con San Martín de Tucumán. La consagración podría haberse dado dos jornadas antes, pero las huestes del Maestro perdieron inesperadamente 3-2 con Deportivo Español, un auténtico aguafiestas que se especializaba en ganar en la Bombonera.

Racing acaparaba todas las miradas en el certamen de Primera B de 1984. Había descendido un año antes y el rápido regreso a la elite del fútbol argentino se percibía casi como una obligación. Sin embargo, los aplausos fueron para Deportivo Español, un modesto pero sólido equipo que cumplió una campaña fantástica y ganó el título -y el correspondiente ascenso- con 16 puntos de ventaja sobre Defensores de Belgrano, su escolta inmediato. Desde su irrupción en Primera, se hizo notar con destacadas campañas y con resonantes triunfos. En especial, le sentaba muy bien la Bombonera, donde entre 1985 y 1998 obtuvo 5 victorias en 15 presentaciones. Una de las más importantes se dio justamente en 1992, cuando Boca estaba listo para  el festejo y se vio forzado a esperar un par de semanas más para lanzar el grito de campeón que tenía atragantado desde los ya lejanos días del conjunto en el que brillaban Diego Maradona y Miguel Angel Brindisi en el Metropolitano de 1981.

Los xeneizes salieron a la cancha ese 6 de diciembre del ´92 con la certeza de que les bastaba con llevarse los dos puntos en juego para hacerse inalcanzables para San Lorenzo y River, sus perseguidores más cercanos. Distinta era la suerte para los del Bajo Flores, que a las órdenes de Oscar Cavallero estaban mucho más próximos al último puesto que a las posiciones de vanguardia. Pero esa circunstancia no le impidió a Español pisar el verde césped de la Bombonera con la misma determinación que le había permitido ganar en 2-1 en 1987 y 1-0 en 1990 y que, seguramente, fue idéntica a la que también lo condujo a los éxitos por 3-1 en 1997 y 3-2 en 1998.

Desde el instante mismo en el que Juan Carlos Crespi dio la orden para que salieran a jugar, el conjunto visitante se mostró mejor. El dueño de casa lucía inseguro con la pelota y trastabillante en la defensa. Por si fuera poco, José Luis Villarreal, uno de sus pilares, debió dejar la cancha muy temprano por un desgarro y en su lugar entró el uruguayo Rubén Pereira, menos dotado para mostrar el camino desde el medio. Cuando los auriazules no habían terminado de reacomodar su estructura por el cambio de intérpretes, Nelson Agoglia pateó un córner desde la derecha para la entrada franca del central Rafael Luongo, quien de cabeza sometió a Carlos Fernando Navarro Montoya.

Boca se lanzó hacia adelante, pero se desprotegió todavía más. En un contraataque en el que intervinieron Darío Decoud y Agoglia, Walter Parodi hizo gala de su condición de gran definidor y aumentó la cuenta cara a cara con el Mono. Cuando volvieron del descanso, el local reaccionó muy rápido y descontó a través del paraguayo Roberto Cabañas. El alivio se instaló momentáneamente en la Ribera.

Los de Tabárez continuaron sus excursiones ofensivas hacia el arco que defendía el eterno Pedro Catalano (dueño del particular récord de haber acumulado 333 partidos consecutivos del 27 de julio de 1986 al 29 de noviembre de 1994), pero se exponían a que su rival acertara con algunas de sus incisivas réplicas. Así, un rechazo del joven Pablo Michelini -mucho antes de pasar por Racing y San Lorenzo- fue capturado por Agoglia, quien encabezó el rápido avance que derivó en Decoud. Alejandro Giuntini se interpuso pero la pelota cayó otra vez en poder de Agoglia, que a los 7 minutos del segundo tiempo le puso la firma al impensado 3-1.

Con las proyecciones por la derecha de Diego Soñora y la conducción de Alberto Márcico, Boca iba una y otra vez al frente. Chocaba siempre con la muralla defensiva que plantó Cavallero, en ese tiempo asumiendo él solo la conducción del equipo después de haber integrado una recordada dupla con Oscar López. Cerca del final, el árbitro sancionó un penal y Sergio Manteca Martínez redujo la brecha en el marcador. Siguió buscando y topándose con las buenas actuaciones de Catalano y sus compañeros de retaguardia. El 3-2 fue inamovible. Español dejó la Bombonera con los dos puntos en el bolsillo y postergó la consagración de su adversario. Un auténtico aguafiestas.

LA SINTESIS

Boca 2 - Deportivo Español 3

Boca: Carlos Navarro Montoya; Diego Soñora, Alejandro Giuntini, Víctor Marchesini, Carlos Moya; Blas Giunta, José Luis Villarreal, Alberto Márcico, Carlos Tapia; Sergio Martínez, Roberto Cabañas. DT: Oscar Washington Tabárez.

Español: Pedro Catalano; José Batista, Carlos Bustos, Rafael Luongo, Sergio Zanetti; Raúl Peralta, Pablo Michelini, Julio César Gaona, Nelson Agoglia; Walter Parodi, Darío Decoud. DT: Oscar Cavallero.

Incidencias

Primer tiempo: 22m Rubén Pereira por Villarreal (B); 27m gol de Luongo (E); 32m gol de Parodi (E). Segundo tiempo: 2m gol de Cabañas (B); 7m gol de Agoglia (E); 12m Luis Carranza por Moya (B); 12m Luis Correa por Decoud (E); 39m Alberto Vargas por Gaona (E); 42m gol de S. Martínez (B), de penal.

Cancha: Boca. Arbitro: Juan Carlos Crespi. Fecha: 6 de diciembre de 1992.