Acuarelas porteñas

Los pájaros tirando a la escopeta


Nos prometen un mundo diverso, cibernético, cerrado, alternativo; homeopático y aséptico. Nada de lo que sabemos es suficiente. O, a la inversa, ignoramos la esperanza. Mientras el paulatino descongelamiento muestras la aridez del camino recorrido en cuarentena, y la empinada cuesta que ofrece el horizonte, hay cierta sensación que recorre a la sociedad en su conjunto. Todos apostamos desde el comienzo, a un encierro que pasó por fases muy diferentes al ASPO oficial. Del confinamiento prusiano en el inicio, fogoneado por alguna paranoia colectiva (vulnerabilidad + ignorancia), se pasó a cierta tolerancia de una difusa clandestinidad que abarcó actividades diversas (sociales, laborales, etcétera), promovida por la rigidez y falacias del DNU vigente. De allí al hartazgo colectivo, traducido en situaciones cotidianas de violencia y aspereza, no inéditas en el ámbito porteño cotidiano, pero si llamativas en cuanto a irascibilidad y estupidez, tal vez producto de la progresiva extensión del enclaustramiento.

La escalada aperturista del gobierno de la Ciudad, que estamos transitando, es el silencioso reconocimiento de la incapacidad de mantener un estado de excepción que la mayoría de los vecinos ha reinventando con rutinas propias, suerte de rebeldía transgresora con oportunos adecuamientos políticos. En tal sentido, conviene recorrer la evolución de una serie de conductas observada durante estos meses en el zoológico socialmente pandémico que nos rodea.

1) Médico amigo, kirchnerista vergonzoso con inclinación al diálogo componedor para justificar algunas chapucerías oficiales, a fines de marzo. "La cuarentena está bien, pero me parece demasiado estricta. Deberían haber previsto mejor, ver la situación global y permitir a la gente, todavía  de vacaciones, volver con algo de normalidad a las provincias. Los que estaban afuera tendrían que haber sido mejor controlados al regresar. No hubo testeos. Pero mientras la gente se mantenga en casa, menos chance de contagio. Alberto estuvo bien, mira los demás, Bolsonaro, Piñera, López Obrador, Trump. Unos criminales. Eso sí, podría haber convocado médicos de otras especialidades para el consejo científico, no sólo infectólogos. Esto no se maneja con estadísticas y gráficos". Principios de mes: "¿De que endurecimiento con apertura escalonada hablan?. Distancia social, tapaboca e higiene, con eso basta. De entrada sabían los infectólogos que el invierno iba a tener el pico de contagiados. ¿ Nunca le advirtieron al presidente , o al ministro de Salud ?. ¿Para qué están, cuanto cobran, hubo concurso? Hace cuatro meses que no abro el consultorio. Estoy sin un mango, me peleé con mi mujer dos veces y me reconcilié. Por ahora. Mi hijo adolescente ya lleva dos celulares quemados y me colgó internet. Casi lo ahorco. Esto tiene que terminar, manteniendo las medidas sanitarias que te dije antes. A Fernández le vendieron un perro verde".

2) Otro médico, muy kirchnerista, pero no fanático, inicios de la cuarentena: "Esto es terrible, muy peligroso. Estoy con barbijo hasta dentro de casa, y la ropa esterilizada de quirófano. Por suerte vivo solo, compro on line en el súper, y cuando traen el pedido, lo dejan afuera. Tengo dos rociadores con gatillo, y tiro alcohol en cada bolsa antes de abrirla (con guantes), y después en cada producto incluyendo la fruta. Hiervo la verdura y limpio toda la vajilla que uso con lavandina y detergente. Cuando cambie la fase y se pueda salir más, ojo con quien te juntas. Pediles la fórmula leucocitaria. Los leucocitos T son la clave. ¡Menos mal  que está Alberto! ¿Te imaginás si era Bolsonaro o Piñera? Cavando tumbas estaríamos". Le acoto que en Uruguay, el presidente Lacalle Pou no dictó ningún decreto de confinamiento. "Así les va a ir. Encima son pocos. Cuando empiece el contagio no van a dar abasto". Comienzos de este mes. "No lo puedo creer. ¡Me cerraron el geriátrico!. Ya vendí el auto, pero no me animo a viajar en colectivo. Y para taxi todos los días no me da. En el chino tengo cuenta pero se me está sumando mucho. La heladera parece Siberia. La cuarentena igual sirvió. Cualquier cosa me refugio en Tecnópolis, aunque queda un poco lejos. Mejor le pido asilo a Grabois. ¿Alberto?. ¿Quien es Alberto?. ¿No está Cristina?".

3) Mi vecino el escribano, opositor liberal. Reunión de consorcio previa al inicio de la cuarentena: "Señoras y señores, nos enfrentamos a una situación extraordinaria. Habrá que tomar todas las medidas de recaudo que indican las autoridades, pero sin exagerar. Me opongo al uso individual de los ascensores. Tampoco creo necesario nombrar un propietario por piso para verificar que todos nos quedemos adentro. Respecto a comprar una cabina sanitizante para el ingreso, no está demás, aunque primero habría que verificar que los ascensores no se queden en cualquier lado, como hasta ahora. Además, arreglar las calderas, porque ya hace tiempo que en invierno se siente frío pese a la losa radiante. Un poco de visión de futuro, che. Miren al presidente, qué ordenado. Ya sabemos como va a funcionar todo hasta la 5ª fase. Muy bien, me sorprendió gratamente este muchacho". La semana pasada: "Esto es un desastre. Ya ni sé cuando cobro la jubilación. Y me temo que pronto no sabré cuanto, tampoco. Por suerte nos organizamos y estamos todos bien. Por acá aflojaron un poco, pero se hizo largo. Igual hay que cuidarse. Mucho contagio. Y encima, están todos peleados, Alberto con Ginés, Berni con Frederic, la Kirchner con Lousteau, Guzmán contra el resto del mundo. Y de la oposición mejor no hablar. Macri se va a Paraguay a hacer política, Lilita patalea por la Corte desde su quinta y los radicales cobran sueldos del estado en puestos heredados. Tengo la bici fija y la cinta para ejercitarme. Mejor quedarse adentro. ¿Otro whisky ?".

4) Gina, la viuda del 4º F, anticristinista, antikirchnerista, antiperonista, poco conciliadora, en la reunión de consorcio de marzo. "Mejor que esto sea por unos días y no aprovechen la situación para dejarnos adentro el resto del año estos fascistas. Porque el edificio tiene bastantes deficiencias. Esta como el país. En ruinas y fundido. Como siempre, todo inconstitucional, desprolijo, autoritario. Si es tan grave, mejor que empiecen por frenar la pobreza, la desnutrición y la corrupción. Este Fernández que asumió ya fue jefe de gabinete y algo debería saber. Aunque nombró ministro a un tipo que dijo que el Covid 19 no iba a llegar nunca aquí. ¿Y ahora? ¿Tendrá otro pronóstico tan preciso? Por acá adentro no pienso usar barbijo. Eso es para los espacios públicos". Anteayer: " ¡Recién puedo abrir la peluquería esta semana!. Pero las expensas no bajaron, los servicios hay que pagarlos y todavía no se puede ir de shopping. Ya me perdí el viaje a Miami, y por suerte me ayuda Cándido (n. de la r.: el escribano ut supra), sinó no sé como hubiera sobrevivido. ¡Hay que seguir con los cacerolazos virtuales o en el balcón!. ¡Ir a los banderazos en las fechas patrias, exigir una comisión investigadora para Arroyo, la parejita ibarrista/lavagnista del Nación (premios consuelo Hécker-Tombolini), Raverta la de Anses, y Pesce del Central, a ver qué hicieron con la plata ! Y al presidente, Larreta y Kicillof, conseguirles un puesto en esas empresas de seguridad que tienen vigiladores virtuales. ¿Me haría un masaje en los hombros? Estoy muy tensa con tanto tiempo de encierro".

Mientras todos los días nos enteramos de algo nuevo de este virus que no nos deja respirar, todos parecen esperar que la vacuna prometida llegue pronto, y permita organizar un escenario desquiciado. Quizá tanta expectativa resulte insuficiente. Aún no hay vacunas contra la estupidez e incapacidad, telúrica y foránea. Al final, la culpa es de la gente, que es irresponsable. Sobre todo a la hora de votar. Y vemos como se aprovecha el tiempo para consagrar la impunidad, via reforma judicial, y son los "pájaros de cuenta" (lady K, Lázaro, Boudou, Cristóbal y otros ejemplares) los que empuñan la escopeta nacional y popular contra la República.