VISTO Y OIDO

Pesimismo empresario

La consultora D´Alessio IROL hizo una encuesta entre 190 ejecutivos socios del Instituto para el Desarrollo Empresarial de la Argentina (IDEA) en el que midió las expectativas para el segundo semestre del 2020. El resultado fue abrumador. Casi dos tercios de los consultados, el 63%, opinó que va a ser peor. El desglose de las respuestas marca claramente la escasa confianza que tienen en la pospandemia. El 38% cree que el próximo semestre será “mucho peor” y 25% “moderadamente peor”. El 10% opinó que será igual, el 26% que será “moderadamente mejor” y el 1%  que será “mucho mejor”.

Expectativa por variable

Las expectativas de quienes deciden las inversiones y la contratación de trabajadores fueron malas en todos los rubros. Aumentaron los que creen que las exportaciones caerán y superan a los que creen que aumentarán. Otro tanto ocurre con la evolución de las ventas en los próximos doce meses. Sólo un tercio de los entrevistados declaró que espera una mejora de las ventas. También las previsiones sobre la evolución del empleo son pesimistas. Cayó el número de ejecutivos que opinan que la contratación de trabajadores aumentará y subió el de los que creen que disminuirá de manera significativa.

¿Dónde está el poder?

Una de las principales características de la encuesta es la homogeneidad de opiniones entre los operadores económicos. Coinciden en que la incertidumbre es una de las condiciones prevalecientes del escenario futuro y llamativamente su principal demanda para fortalecer la inversión no es alivio fiscal o la reforma laboral, sino la “estabilidad institucional”. O dicho en otros términos, que quede claro dónde está el poder, de dónde salen las decisiones políticas: de la Quinta de Olivos o de la presidencia del Senado de la Nación. Otro dato no menos importante: hay pesimismo respecto del futuro de la cadena de pagos.

Teletrabajo

La medición arrojó también cifras llamativas sobre el teletrabajo. El 40% de los encuestados señaló que durante la pandemia el total de sus empleados se había desempeñado mediante teletrabajo y el 41% más por teletrabajo que de manera presencial. Dos tercios respondió que esa modalidad mantuvo o aumentó la productividad. Llamativamente la mayoría kirchnerista del Senado avanzó la semana pasada con una norma que la desalienta, a pesar de que algunos de sus voceros habían anticipado que la modificarían. El giro fue atribuido al reclamo del sindicalismo que rechaza la modalidad.