VISTO Y OIDO

Pesimismo económico

La opinión pública está comenzando a dar dos señales negativas para el gobierno: decepción y pesimismo respecto a la gestión económica de Alberto Fernández. Dos encuestas conocidas en las últimas horas registraron ambos fenómenos; una de D´Alessio Irol y Berensztein y otra de Rouvier y Asociados. En al primera, a la pregunta sobre la situación económica dentro de un año, el 55% contestó que será peor y el 41%, mejor. Cuando asumió Fernández la situación era la inversa. Las respuestas optimistas superaban por 10 puntos a las pesimistas. La tendencia preocupa al oficialismo.

Cansados del encierro

Rouvier y Asociados detecta en su informe tres fenómenos: aumentan los que quieren flexibilizar la cuarentena, los que creen que la economía no va a mejorar y los que creen que la inflación continuará alta. Los que piden flexibilizar el encierro son el 56%, mientras los que quieren mantenerlo, el 37%. Exactamente al revés de hace 90 días. Los continuos cambios del gobierno en la materia generan “incredulidad” en los consultados. En cuanto a la economía los que creen que mejorará después del encierro son el 40%; el 60% restante cree que empeorará, seguirá igual o no se atreve a hacer un pronóstico.

Massa

Algunos medios difundieron con dos semanas de atraso un encuentro entre Máximo Kirchner y empresarios de la industria, la banca y la energía. Lo llamativo no fue, sin embargo, que la reunión haya tardado en llegar a la prensa, sino la participación de Sergio Massa. La pregunta que quedó flotando es si el presidente de la Cámara de Diputados estaba ahí en representación de Alberto Fernández o en calidad de enlace con los hombres de negocio. Massa aparece cada vez más cerca de Máximo Kirchner y en la presidencia creen cada vez menos que sea por la tarea legislativa.

Pedir permiso

El sistema remoto de sesiones del Senado ha recibido fuertes críticas de la oposición. La más grave es que la presidenta del cuerpo, Cristina Kirchner, silenció a los legisladores que quieren denunciar irregularidades. La presidenta no se dio por aludida, pero el método para funcionar a distancia sigue acumulando quejas. La última conocida es que los presidentes de comisión deben solicitar a la Dirección de Comisiones que habilite las reuniones por internet. Si eso no ocurre, la comisión no se reúne. En otras palabras, la tarea legislativa está condicionada por la burocracia legislativa.