Un paseo triunfal de Lanús

El baúl de los recuerdos. El equipo de Jorge Almirón no le tuvo misericordia a San Lorenzo en la final del Torneo de Transición 2016. Lo goleó 4-0 y se lució contra un rival que jamás estuvo a la altura de las circunstancias. Fue un festival de fútbol granate en el Monumental.

La final del Torneo de Transición 2016 fue un monólogo en tono granate. Lanús goleó a San Lorenzo con tanta facilidad y exhibiendo un dominio tan marcado que la final no fue tal. Nunca hubo equilibrio de fuerzas a lo largo de esos 90 minutos de juego en el estadio Monumental. El equipo de Jorge Almirón hizo que un partido definitorio fuera un simple paseo triunfal. Es que el Ciclón, conducido técnicamente por Pablo Guede, estuvo ausente sin aviso y jamás pudo oponer al menos un mínimo de resistencia como para impedir que el título quedara en poder de su rival.

Fiel al estilo que Almirón le había impuesto, Lanús salió a escena con la firme decisión de presionar en cada centímetro cuadrado. Si su oponente no tenía espacios y tampoco era capaz de conseguir la pelota, el duelo estaba definido. Y el Granate se encargó de que no existiera la más mínima duda de quién iba a ser el campeón. Acorraló a San Lorenzo contra su arco, mantuvo permanentemente el control de la pelota y en cada incursión ofensiva dejó en claro que la diferencia en el marcador dependería sólo de la puntería de sus atacantes.

Se lo perdió José Sand no bien Darío Herrera dio la orden para salir a jugar. Pero no hubo que esperar demasiado para terminar con la paridad en el marcador. Apenas pasado el cuarto de hora inicial, el Grana ya estaba en ventaja. Maximiliano Velázquez envió un centro desde la punta izquierda que Junior Benítez transformó en el 1-0 parcial con un cabezazo imposible de detener para Sebastián Torrico.  Ese gol le otorgó al conjunto del sur del conurbano la certeza de que el partido ya era suyo. San Lorenzo no estaba a la altura de las circunstancias. Fue apenas un incómodo espectador de la exhibición futbolística que Lanús estaba desplegando.

Un remate desviado de Benítez se fue cerca y luego Lautaro Acosta tuvo todo para estirar, pero falló. Un segundo tanto tan pronto habría sido lapidario. Prematuramente lapidario para San Lorenzo. Los azulgranas casi no conseguían acercarse al arco de Fernando Monetti, pero así y todo dispusieron de una buena oportunidad que el arquero le tapó al Pocho Ezequiel Cerutti. La tibia reacción de los de Guede tuvo que ver con un rato de inspiración de Fernando Belluschi, quien tomó las riendas de su equipo y armó las contadas acciones ofensivas azulgranas.

Con el ingreso de Pablo Barrientos por Franco Mussis quedó claro que San Lorenzo había optado por ir al frente sin importar las consecuencias. Guede, un entrenador que a veces se despreocupaba de las labores defensivas y mandaba a todo su equipo al ataque, entendió que no tenía alternativas. El Ciclón perdió marca en el medio del campo y Lanús contó con más espacios para manejar la pelota y se encontró con un contexto de partido muy propicio para sus necesidades. Le bastaba con aguardar los avances de su oponente, cortarlos y salir lanzado de contraataque para hacer zozobrar la poco resistente retaguardia de su adversario.

Miguel Almirón, veloz, habilidoso, imparable, recibió el balón unos metros en campo de su rival y avanzó. Enganchó y con un zurdazo letal clavó el 2-0. San Lorenzo se desguarneció todavía más con el ingreso de Martín Cauteruccio por Emmanuel Más. El cambio se antojaba suicida, pero tal vez constituía la única forma de afrontar  los 20 minutos que le quedaban al partido. Era a o todo o nada. Y fue nada.

El Grana seguía marcando los tiempos a su antojo. Se presentía la goleada. Dependía pura y exclusivamente de la voluntad de Lanús. El paraguayo Almirón alimentó una de las tantas proyecciones de José Luis Gómez por la punta derecha y así salió el centro que Sand, el eterno goleador, transformó en el 3-0. Pepe sólo tuvo que empujar la pelota, pero estaba adelantado, algo que pasó inadvertido para el árbitro y el asistente Hernán Maidana.

Unas de las grandes diferencias entre uno y otro equipo era la velocidad. Lanús volaba, San Lorenzo se arrastraba. Y eso quedó evidenciado por última vez cuando un largo pelotazo permitió que el Laucha Acosta le ganara en el pique a Marcos Angeleri -cerró muy mal- y corriera vertiginosamente hacia el arco de Torrico, al que sometió con un fuerte derechazo. Lanús le puso así el broche de oro a una excelente actuación en una final que quedó reducida a un paseo triunfal.

LA SINTESIS

Lanús 4 - San Lorenzo 0

Lanús: Fernando Monetti; José Luis Gómez, Gustavo Gómez, Diego Braghieri, Maximiliano Velázquez; Román Martínez, Iván Marcone, Miguel Almirón; Junior Benítez, José Sand, Lautaro Acosta. DT: Jorge Almirón.

San Lorenzo: Sebastián Torrico; Julio Buffarini, Marcos Angeleri, Matías Caruzzo, Emmanuel Más; Fernando Belluschi, Franco Mussis, Juan Mercier, Sebastián Blanco; Ezequiel Cerutti, Nicolás Blandi. DT: Pablo Guede.
 

Incidencias

Primer tiempo: 17m gol de J. Benítez (L). Segundo tiempo: Pablo Barrientos por Mussis (SL); 13m gol de Almirón (L); 27m Nicolás Pasquini por M. Velázquez (L); 27m Martín Cauteruccio por Más (SL); 28m gol de Sand (L); 33m Nicolás Aguirre por Sand (L); 33m Héctor Villalba por Blanco (SL); 38m Víctor Ayala por J. Benítez (L); 43m gol de L. Acosta (L).

Cancha: River. Arbitro: Darío Herrera. Fecha: 29 de mayo de 2016.