Tres meses la cuarentena han hecho estragos en el aspecto económico, aseguró el diputado Héctor "Toty" Flores

"El conurbano está desmadrado''

No hay ninguna duda de que el Gobierno ha aprovechado esta situación de pandemia, señaló el legislador y advirtió que el deber como oposición es cuidar la institucionalidad.

"No hay ninguna duda de que el Gobierno ha aprovechado esta situación de pandemia del coronavirus y eso nos causa indignación. Se da un proceso de autoritarismo al gobernar con los DNU (decretos de necesidad y urgencia), lo cual hace que las instituciones se debiliten".

Así lo expresó a "La Prensa" el diputado Héctor "Toty" Flores (Juntos por el Cambio), con quien este diario conversó sobre las dificultades que afrontan, como consecuencia de la convulsión desatada por el coronavirus, las zonas más vulnerables del conurbano bonaerense.

Flores, ex dirigente piquetero, reside en La Matanza, donde impulsó en junio de 2019 el Movimiento Social por la República y es fundador de la Cooperativa "La Juanita". Tras sus diferencias con Emilio Pérsico y Luis D'Elía, originadas en relación a cuál era el mejor método para salir de la situación de pobreza, Flores, en un "grito de dignidad" como suele recordar, decidió no recurrir al paternalismo del Estado, rechazó los "planes Trabajar" y autogestionó en 2001, en el barrio de Gregorio de Laferrere (La Matanza), su propio emprendimiento. Esas convicciones lo acercaron, en el plano conceptual y quehacer político, a Elisa Carrió (Coalición Cívica).

ENDURECIMIENTO DE LA CUARENTENA

-Cómo evalúa, desde la óptica de dirigente social y legislador de Juntos por el Cambio, el panorama que se vive, especialmente en el conurbano bonaerense, en relación con la pandemia del coronavirus? 

-La situación está muy difícil. Después de tres meses la cuarentena ha hecho estragos en el aspecto económico. Por eso un endurecimiento de esa medida no va a tener el consenso inicial donde, de alguna manera, la población sentía que tenía que colaborar. Prácticamente el conurbano está "desmadrado". No se respeta absolutamente nada en centros comerciales, como por ejemplo Gregorio de Laferrère ó González Catán (pertenecientes a La Matanza). Por otra parte lo que ocurre en el partido de Moreno (uno de los distritos más vulnerables, situado a 36 kilómetros al oeste de la ciudad de Buenos Aires) es casi lo que sucede en todo el conurbano. La necesidad ha obligado a la gente a salir a ganarse el pan y de hecho las personas que viven el día a día, no tienen más remedio. Es muy difícil instrumentar de nuevo la cuarentena de igual forma como ocurrió en los primeros días...
 
-El Gobierno nacional sin duda cometió en el plano estratégico varios errores ante el avance del COVID - 19. ¿Cuál fue, desde su punto de vista, uno de los más cuestionables?

-Hubo errores en el discurso. En la primera etapa se planteó que el virus solo era de los "chetos" (individuos engreídos) que venían de Europa. No se tuvo cuidado hasta que apareció el viernes trágico (3 de abril de 2020), donde en las filas para cobrar en los cajeros automáticos se vio la posibilidad del contagio.
 
IMPACTO LABORAL

-Nadie desconoce el impacto negativo que la pandemia causa en la población frente a la pérdida de fuentes de trabajo, reducción de la jornada laboral, o dificultades para conseguir el sustento diario ¿Cuáles son -en las zonas de alta vulnerabilidad- algunos de los problemas cotidianos más notorios? 

-El efecto directo es la cuestión económica. La gente ha salido a trabajar con mucha bronca. Cargan con la culpa de que se les ha dicho que son "irresponsables". Muchos me expresan: "Tuve que salir. No tenía más reservas. Me había gastado todo lo que tenía". Además la solidaridad en el conurbano no es posible porque todos estamos muy mal. Entonces no alcanza con el amigo que puede prestarle a otro algo de plata para sobrevivir. Y eso impacta. También hay efectos colaterales (por ejemplo femicidios y ataques a adultos mayores, según se desprende de las noticias) que ni siquiera se tienen en cuenta. Además aparecen enfermedades, depresiones y todo lo que conlleva el aislamiento. Preocupa la incertidumbre de lo que va a pasar dentro de unos días. Es muy importante que el Presidente Alberto Fernández pueda decir cuando va a terminar esto (en relación a los períodos de aislamiento). Que tenga previsibilidad. Ya resolvimos el tema de las camas, ya resolvimos el tema de los respiradores, podemos aguantar más días pero después hace falta una fecha de finalización del confinamiento porque la incertidumbre para la gente es terrible.

-Oportunamente la Mesa de Juntos por el Cambio reiteró en La Matanza un pedido de informes al intendente local, Fernando Espinoza, por la situación desatada por la pandemia. ¿Hay posibilidades, en el ámbito bonaerense, de colaborar desde la oposición?

-No podemos colaborar porque no tenemos en La Matanza información cierta. En el barrio donde yo vivo, recibimos permanentemente noticias acerca de que en tal o cual zona hay contagios. Las personas llaman al 148 y no les dan respuesta. Además, si van a un hospital, les preguntan si han tenido contacto con algún contagiado y los mandan a aislarse en la casa. Imagínese: acá la mayoría de las viviendas no tienen varias habitaciones donde pueda estar aislada una persona de mayor edad. Todos viven en la misma pieza (aposento). Tampoco tenemos información certera, por ejemplo, cuántos testeos se están haciendo. O el porcentaje de los testeos que dan positivo como para tener una proyección. No hay información pública. Por eso estamos viendo la posibilidad de llegar a esos datos para acompañar a la población. No es una cuestión de "chicana política".
 
 APETENCIAS ELECTORALES

-Considera que la presencia de la pandemia sirve de justificación por parte de ciertos sectores del arco político, de presuntas irregularidades o anomalías, ya sea con apetencias electorales o para reafirmar el ejercicio del poder? 

-No hay ninguna duda de que el Gobierno ha aprovechado esta situación de pandemia y eso nos causa indignación. Se generó un proceso de autoritarismo al gobernar con los DNU (decretos de necesidad y urgencia), lo cual hace que las instituciones se debiliten. Como legisladores de la oposición nosotros eso no lo tenemos que permitir. Todo lo que estamos haciendo es cuidar la institucionalidad. La frutilla del postre ha sido la intervención en el caso Vicentín, con una clara amenaza de expropiación en perjuicio de esa empresa. El ¡Vamos por todo! se está poniendo en movimiento. No obstante el peligro que sufrimos como sociedad nos tiene que encontrar a todos unidos y buscar soluciones para que la gente no sufra, pero está en el ADN del kirchnerismo el aprovechamiento de las situaciones extremas para sacar provecho. Y eso hace mucho mal a la política y a la institucionalidad.
 
NARCOTRAFICO

-En reiteradas ocasiones Usted, como buen observador, se refirió a la influencia del narcotráfico en aquellas zonas donde cada día se hace más difícil para sus habitantes salir de la situación de pobreza. ¿Esa presencia de los "narcos" -o sea, de quienes facilitan el consumo de la droga o su distribución- se ha intensificado en estos últimos meses?

-Ese es otro peligro. Yo decía estos días que había dos aspectos que había que tener en cuenta. Uno es la posibilidad de contagio con el COVID-19, y el otro tiene que ver con el hambre. Estamos constatando en ciertas zonas el retiro de los "punteros" políticos. Prácticamente no están en la calle. Juntaban votos para el Partido Justicialista, pero al abandonar sus territorios prácticamente el Estado no se hace presente. Ya empezamos a visualizar algunas cosas. Por ejemplo, hay pibes que están limpiando la calle y uno les pregunta si están contratados por el Ministerio de Desarrollo Social, el Municipio local, o alguna ONG, y dicen: "No, me contrató Fulano".  Y el "Fulano" es un conocido "narco" que está en el barrio.  Muchos delincuentes volvieron, tras conocerse el  pedido efectuado por el secretario de Derechos Humanos Horacio Pietragalla, quien reclamó en abril último (como mecanismo alternativo a la reclusión en la cárcel y ante la pandemia del coronavirus), la prisión domiciliaria del ex funcionario kirchnerista Ricardo Jaime (la cual fue luego denegada en Casación). También Pietragalla solicitó en esa oportunidad la excarcelación de Martín Báez, hijo del empresario santacruceño Lázaro Báez. Con posterioridad aprovecharon para pedir similares beneficios individuos que  estaban presos por ser  "narcos"  o violadores, y eso causa terror entre los vecinos, los cuales a veces colaboraron con la Justicia para meterlos en la cárcel. Estamos frente a  otro tema: el abandono del Estado. La ausencia de los "punteros" políticos ha dejado libre el camino para que la única organización existente en estos barrios sea el narcotráfico.
 
-En su calidad de legislador de Juntos por el Cambio, ¿cómo calificaría Usted los primeros seis meses de la gestión de Alberto Fernández?

-Me parece que hay que verlo en términos de proceso político. Nosotros al comienzo,
en tanto había que discutir la cuestión de la pandemia, no tuvimos ningún problema como oposición en colaborar con el gobierno, pero vimos que prácticamente Alberto Fernández no gobernaba. A su vez observamos que lo peor del kirchnerismo se instalaba como eje de la centralidad del poder. Ahora estamos sufriendo las consecuencias. Si el Presidente no toma el timón, las perspectivas de la institucionalidad en la Argentina van a ser muy difíciles de sostener.
 
EMPRENDIMIENTOS

-Usted impulsó oportunamente en zonas muy castigadas por la adversidad algunos emprendimientos que crecieron merced al esfuerzo personal de quienes creyeron en esa iniciativa. Nos referimos concretamente a la Cooperativa "La Juanita". ¿En qué etapa de su evolución se encuentra actualmente esa ONG?  

-En medio de este proceso difícil lo interesante fue lo que hicimos antes. Llevamos seis años trabajando con todo lo que tiene que ver con el avance de la tecnología. De los 100 socios de la cooperativa, 74 cumplen sus tareas mediante el sistema de teletrabajo y para el resto hemos puesto en marcha un taller de costura que estaba inactivo. Los socios de la cooperativa están trabajando. Hay solamente algunos que por mayoría de edad o enfermedades preexistentes ya no lo hacen. Al tener una visión de lo que podía pasar en esta situación de emergencia, rápidamente pudimos reconvertirnos y esos trabajadores, como se dice generalmente, siguen ganándose el pan con el sudor de su frente.