ARTISTAS EN TIEMPO DE PANDEMIA: CANDELA CIBRIAN

El raro privilegio de poder elegir

Lejos de la fragilidad que supo aparentar en la piel de Mina Murray en sucesivas temporadas de 'Drácula', Candela Cibrián alza ahora la voz desde la música con una propuesta que rompe con ciertas estructuras y se revela con una identidad bien definida. Fenna Frei es su primer proyecto solista como cantautora, con el que acaba de estrenar un segundo álbum corto bautizado 'Exilios'.

Fue recién a sus 25 años, después de haber recorrido un largo trecho en el teatro musical, que Candela se hizo un espacio para componer y comenzó a soñar con grabar sus canciones. Al poco tiempo un sello importante le ofreció sumarla como artista, "pero querían que el género fuese más comercial''. La propuesta la sumió en una confusión, admite. "En un primer momento creí que podría alcanzar un punto intermedio, algo así como engañar al mercado e intentar que prevalezca mi mensaje. Pero fue ingenuo de mi parte. Entonces rechacé la oferta y seguí haciendo música sin condiciones''.

Alter ego

Ya con la decisión de serle fiel a sus convicciones, Candela y el ingeniero de sonido Santiago Iezzi comenzaron a producir el que sería el primer álbum de Fenna Frei, 'Fuente nocturna', un trabajo que a la distancia la artista considera "quizás demasiado ecléctico, sin una identidad definida''. El paso siguiente de la sociedad fue alquilar un estudio de grabación (Panacea) y convertirlo en un espacio para la experimentación.

-¿Por qué eligió rebautizarse en su faceta de cantante?

-Lo del alter ego surgió porque venía teniendo muchas personalidades. Había hecho 'Drácula' con mi tío (Pepe Cibrián), seguí como actriz de comedia musical, canté jazz, tango, después me avoqué al trabajo en el estudio de grabación. Hago cosas muy camaleónicas. A Fenna Frei me refiero en tercera persona porque lo que quise fue construir un personaje distinto a mí.

-¿Con qué características?

-Es un personaje misterioso, onírico, surreal, que no podría asociarse a esta ciudad, ni siquiera a este planeta. Es un escape, un personaje lejano. Lo imagino viniendo de un paisaje nórdico, de las auroras boreales. Estas características no sólo se manifiestan en la música que hace Fenna Frei sino también en su imagen, en los videos, en la manera de comunicarse en las redes.

-Ahí entra en juego su veta de actriz.
-Seguro, porque el teatro fue muy importante en mi proceso como artista. A mí el teatro me conectó con las fuentes del arte, no sólo con la música, que me resultó más bien una herramienta. El teatro es mi ancla, me dio una identidad. Es parte de un proceso que lleva muchos años, pero tengo claro que quiero que prevalezca el mensaje que intento transmitir. No estoy dispuesta a adaptar mi arte para encajar en un patrón, para agradar y ser aceptada por las masas.

De posguerra

"Hay tanta diversidad en el pop alternativo que voy buscando especificidades para tratar de describir lo que hago'', admite la cantante. "Quizás la mejor definición sea `pop alternativo electrónico', aunque en este último disco me divierte llamarlo `pop de posguerra'''. La tarea de poner en palabras de qué va su música se hilvana con la definición de una imagen del personaje que encarna. "He visto a tantos artistas cuya imagen no representa su música...Considero que debe haber una unidad, una coherencia en el discurso, que todo tiene que estar alineado'', postula.

Luis Alberto Spinetta es el primer nombre que la asalta al hablar de sus influencias musicales. "Me gustan los arriesgados, los originales'', describe. Y enumera: Björk, Radiohead, Kate Push, David Bowie. Y los clásicos: Ravel, Debussy, Músorgski. Párrafo aparte para Juana Molina, "una de las pocas mujeres argentinas que hace música alternativa''. Se identifica con ella en el afán de ir rompiendo barreras. ``Es uno de mis objetivos. Da la sensación de que es imposible ser mujer y producir música, porque no hay mujeres en esos roles. Pero Juana ha demostrado que se puede. Ha sido una pionera, un modelo de vanguardia como cantautora y como productora, y eso es algo muy valioso. Me ayuda a pensar que, a pesar de mi condición de género, yo también puedo llegar a la gente tocando la música que quiero''.

-Parece dolida con el hecho de que para pertenecer a un sello de los grandes le hayan pedido que cambiara su música.

-Me enojan los monopolios, que esa sea la condición, y que haya gente que lo hace; pero no la juzgo. Sé que hay artistas que no tienen otras posibilidades y que prefieren vivir del arte de la forma que sea antes que tener que trabajar como mesero o secretaria. Yo tuve la posibilidad y el privilegio de poder elegir.