Claves de la economía

La importancia de los recursos marítimos

POR CARLOS LIONEL TRABOULSI *­

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­Don Segundo Storni una voz en el desierto a principios del siglo XIX incansablemente trabajó para dejar la semilla de la visión estratégica de mirar a nuestro mar para el desarrollo de la Argentina. Fallecido en 1954 las aguas se aquietaron y tibiamente en el año 1962 se crea el Consejo Nacional de la Marina Mercante ratificado por ley al año siguiente por el gobierno de Arturo Illia y puesto provisoriamente bajo la órbita del Ministerio de Transporte

En la década del noventa nuevamente todo se destruyó. Posteriormente nuestra esperanza marítima se recupera en el año 2014 con el denominado Proyecto Pampa Azul liderado por la Universidad Nacional de la Patagonia Juan Bosco, el Ministerio de Ciencias y Tecnología, varias universidades nacionales, el Conicet y diversos Ministerios y Secretarías sembrándose nuevamente la semilla de reflotar la idea de nuestros mares como fuentes de vida, progreso y bienestar. El 29 de julio de 1975 se dicta la ley 27167 por la cual se crea el Programa Nacional de Investigación e Innovación Productiva en Espacios Marítimos Argentinos

Hace falta llevar adelante las tareas de elaboración, gestión y ejecución de una política pública tendiente a la exploración y explotación de los recursos marítimos en forma efectiva y sustentable ambientalmente, como así desarrollar los intereses estratégico vinculados como ser: la industria naval de recuperación de la marina mercante, la de seguridad y defensa; la industria aeronáutica (aviones, helicópteros para diversas actividades); la logística portuaria, industrial en general y en particular la tecnológica, inteligencia artificial, metalmecánica, metalúrgica, empresarial, comercial y urbana.­

Hay estimaciones técnicas serias, entre otras las del Centro Interdisciplinario de Estudios en Ciencia, Tecnología e Innovación (Ciecti), que determinan un potencial económico de estos sectores para un plazo de 20 años de 250 mil millones de dólares de valor agregado con una capacidad laboral mínima directa de unos 200 mil puestos de trabajo en un escenario absolutamente conservador (donde no se valorizan minerales, fabricación de barcos, inteligencia artificial, servicios anexos, etc). Esto implica ingresos de más del 41% del PBI pudiendo incrementarse en un escenario activo y optimista a más de 4 billones de dólares acumulados en los mismos 20 años tomados como referencia, con una capacidad de empleo directo de un poco más del millón de personas.­

Pensemos que hoy el mar aporta aproximadamente el 1,5% del PBI y se está trabajando técnicamente a través del PROMAR para trasferir conocimiento que permita incrementar a un 15% del PBI la generación de riqueza.­

Es por ello que deviene imprescindible dar una vuelta de tuerca y asumir la decisión política de generar una política pública creando la Agencia Nacional de Intereses y Recursos Estratégicos Marítimos (Anirem) cuyos objetivos serían entre otros: Elaborar, desarrollar, ejecutar una política nacional de intereses marítimos y establecer los procedimientos de articulación y coordinación de misiones -funciones- jurisdicciones de los distintos estamentos de carácter público, privados y/o mixtos, así como también de los intereses en juego: exploración, explotación del mar fortaleciendo la presencia, desarrollo y modernización de los puertos, mantenimiento y mejoramiento de las vías navegables, desarrollo del transporte marítimo y fluvial, impulso activo de la flota mercante de bandera, las conferencias de fletes internacionales, la industria naval en construcción y reparación de unidades, la pesca en mar argentino y coordinar la de aguas dulces con las provincias, su producción e incorporación de valor agregado, crecimiento y mantenimiento de la flota pesquera, fortalecer y llevar adelante la voluntad y decisión política de preservar la zona de exclusión y plataforma continental sostenida por la Argentina de 350 millas, la renovación de su material y la industrialización a bordo y en tierra, la formación y capacitación del personal y su matriculación, el diseño y desarrollo de la logística de tierra y mar, desarrollo industria aeronaval, terrestres, científico, inteligencia artificial y tecnológica aplicada.­

Saliendo del aislamiento social y obligatorio impuesto por necesidad, tenemos nuevas oportunidades desde lo económico, industrial y laboral, entre ellas una de las más importantes es sin dudas mirar al mar y a nuestros ríos. Es el momento de asumir el rol de la historia y tomar la decisión política de llevarlo adelante, sin temores y con coraje. Los argentinos y las generaciones venideras tenemos el imperativo de mirar al mar con una visión integradora de nuestra economía. Una Argentina distinta y para todos es posible si aceptamos mirarla de una forma novedosa, modificando nuestras creencias culturales que nos dicen que solo el campo nos salvará y sentirla como una punta de lanza que nace como raíz raíz del continente azul.­

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* Abogado. Diplomado en Relaciones Internacionales. Secretario General Partido Demócrata Cristiano CABA.­