Chila, Diego y el Sheriff en una noche de furia en Liniers

El baúl de los recuerdos. Vélez le ganó 5-1 a Boca en un partido que tuvo de todo. Dos goles del arquero fortinero, un arbitraje polémico y la expulsión de Maradona. El equipo de Carlos Bianchi doblegó al de Carlos Salvador Bilardo y presentó su candidatura al título en el Clausura 1996.

El escándalo arruinó lo que en condiciones normales habría sido un partidazo. De un lado, el Vélez que vivía sus días más felices en pleno virreinato de Carlos Bianchi. Del otro, un Boca con un plantel de estrellas con el que Carlos Bilardo procuraba darle una alegría a la mitad más uno del país. También estaba Javier Castrilli, ese árbitro que dirigía con el reglamento debajo del brazo. El Fortín se impuso 5-1 en un duelo enmarcado por las polémicas que arruinaron la noche goleadora de José Luis Chilavert y la destacada tarea de Diego Maradona hasta que el Sheriff lo expulsó. Le pasó lo mismo a la actuación de un conjunto xeneize que estaba jugando muy bien y que terminó con las manos vacías, al punto que comenzó a despedirse de la lucha por el título en la que su rival presentó su firme candidatura.

Dominaban los visitantes bajo la batuta de un lúcido Maradona. Lo secundaban el Kily González y la Brujita Verón. Diego hilvanó una jugada que continuó en el remate de Darío Scotto que se estrelló en el travesaño y dejó la pelota servida para el ingreso goleador del incontenible Pájaro Caniggia. Sí, Boca estaba dominando casi a voluntad y trasladaba esa supremacía al resultado.

Todo estaba a pedir de las huestes del Narigón hasta que Fernando Pandolfi probó puntería y se encontró con el travesaño de Carlos Fernando Navarro Montoya. El balón quedó mansito para que Patricio Camps lo cabecera en dirección al arco. El Mono tiró el manotazo y despejó la pelota. De pronto, Castrilli miró hacia la derecha y vio a su asistente Luis Barrientos corriendo hacia el centro de la cancha dando por válido el gol del Beto.

El empate velezano desató la primera oleada de encendidos reclamos boquenses. Pese a la seguridad de Barrientos, la pelota no había ingresado totalmente en el arco. Castrilli hizo suya la decisión de su colaborador, pero, sin saberlo, alteró la historia del partido. En primer término porque el local, aliviado de la presión de su adversario, se sintió más cómodo para intercambiar ataque por ataque. Y segundo, porque a los visitantes les quedó la sangre en el ojo por considerarse perjudicados por el arbitraje.

En una jugada clásica del Vélez de Bianchi, Chilavert le pegó largo desde su arco. Carlos Mac Allister se apoyó sobre el Rifle Pandolfi y el juez sancionó el tiro libre muy cerca del área. Se quejó Maradona y recibió una de las tantas amonestaciones que Castrilli repartió entre los enardecidos futbolistas xeneizes. Se estableció, entonces, uno de los duelos personales más esperados. Chila se paró delante del balón con Navarro Montoya entre ceja y ceja. El paraguayo ejecutó la falta con notable sensibilidad y coló la pelota en un ángulo que dejó el Mono mirando con absoluta impotencia. Golazo.

Cerca del cierre del primer tiempo, Mac Allister volvió a empujar a Pandolfi. Esta vez dentro del área. Otros árbitros más permisivos, lo habrían pasado por alto. Castrilli no. Y sancionó el penal con el que Chilavert le volvió a ganar el mano a mano a su colega de Boca. Los visitantes estallaron de furia. Se fue expulsado Néstor Fabbri. Los hinchas amenazaron con derribar el alambrado. Intentaron calmarlos los jugadores en una insólita refriega con la policía que hizo enardecer aún más al público.

Maradona quedó cara a cara con el árbitro. Discutía, pedía explicaciones. El Sheriff, con su rostro pétreo, contra un Diego desaforado e impotente. Castrilli le mostró la roja. “Maestro, ¿usted está muerto? Estamos hablando como hombres, como seres humanos”, le suplicaba el Diez. El partido acaba de perder la poca cuota de sentido común que aún podía advertirse.

A los del Virrey se les presentaba más allanado el camino. El Turu Flores aumentó pero el árbitro lo anuló a instancias de Ernesto Taibi, el otro asistente. No se observó la posición adelantada que percibió el Negro. Si bien no brindaban un festival de fútbol, los locales tenían todas las facilidades para aumentar contra un Boca que buscaba resistirse con lo poco que le quedaba. Martín Posse, uno de los atacantes que había sumado Bianchi, tiró un centro que Fernando Gamboa, en contra, transformó en el cuarto tanto.

El Cholo Posse abrió otro surco en la defensa boquense y tocó para Christian Bassedas, quien vio al Turu solo en el área para ponerle la firma al quinto gol. El DT fortinero ya le había dado la oportunidad a Chilavert de dejar la cancha cobijado por el cariño de los simpatizantes locales. Entró Sandro Guzmán y Vélez quedó con once jugadores nacidos en sus inferiores. Boca perdió otro hombre más por la salida anticipada de Mac Allister, dispuesta por el árbitro luego de una protesta.

Castrilli pitó el final. El estruendoso 5-1 era una realidad. El Sheriff y sus colabores habían contribuido mucho a esa noche de caos en la que perdieron todos, hasta Vélez a pesar de su contundente victoria, Chilavert con sus goles, Maradona con su magia y su furia y el fútbol mismo.

LA SINTESIS

Vélez 5 - Boca 1

Vélez: José Luis Chilavert; Flavio Zandoná, Héctor Banegas, Mauricio Pellegrino, Raúl Cardozo; Marcelo Herrera, Marcelo Gómez, Christian Bassedas, Patricio Camps; Fernando Pandolfi, José Oscar Flores. DT: Carlos Bianchi.

Boca: Carlos Fernando Navarro Montoya; Fernando Gamboa, Néstor Fabbri, Carlos Mac Allister; José Basualdo, Fabián Carrizo, Cristian González, Juan Sebastián Verón; Diego Maradona; Claudio Caniggia, Darío Scotto. DT: Carlos Salvador Bilardo.

Incidencias

Primer tiempo: 15m gol de Caniggia (B); 20m gol de Camps (V); 40m gol de Chilavert (V); 42m gol de Chilavert (V), de penal; 42m expulsado Fabbri (B); 45m expulsado Maradona (B). Segundo tiempo: 5m Nelson Vivas por Scotto (B); 14m Martín Posse por Herrera (V); 22m Claudio Husaín por Zandoná (V); 34m gol de Gamboa (B), en contra; 36m Sandro Guzmán por Chilavert (V); 43m gol de Flores (V); 45m expulsado Mac Allister (B).

Cancha: Vélez. Arbitro: Javier Castrilli. Fecha: 16 de junio de 1996.