El Prócer visto por el "americano del Norte", Joel Roberts Poinsett

No hace falta insistir en el alto valor documental de las memorias o recuerdos de cualquier persona, para conocer su tiempo, mucho más si ha tenido una importante vida pública, registrando lo que le tocó vivir como legado para las futuras generaciones convirtiéndose en imprescindibles fuentes historiográficas. 

En este caso vamos a referirnos a una persona que dejó sus recuerdos del general Belgrano. Americano del Norte como se los solía llamar.

El primero que estudió detalladamente la personalidad de Joel Roberts Poinsett, fue el historiador Guillermo Gallardo, recordado por su gestión y olvidado por alguno de sus sucesores en la dirección del Archivo General de la Nación.

Más allá del interés de Gallardo por la historia, heredó mucho de su padre don Angel en la pasión por las ciencias naturales. De su vida en el campo, aprendió a diferenciar pájaros, a conocer plantas y otras tantas cosas. 

Por eso al atractivo del personaje en sí, a su vida política, y su vinculación con la historia local, de seguro también lo atrajo a Gallardo el carácter de botánico del individuo, pues cuando visitó el sur de México, en la zona llamada Taxco de Alarcón, encontró una planta bautizada con el nombre de Euphorbia Pulcherrina; también conocida como Flor de Nochebuena o Navidad, y que en Estados Unidos fue llamada poinsettia y acá conocemos popularmente como estrella federal.

SUREÑO

Joel Roberts Poinsett había nacido en Charleston en el estado de Carolina del Sur el 2 de marzo de 1779, en el seno de una acomodada familia. Su padre fue el médico Elisha Poinsett de origen francés, quien se había casado con la inglesa Ana Roberts. Joel estudió en su país y en Europa, aunque nunca terminó la carrera de medicina iniciada en Escocia, que abandonó por un clima más benigno estableciéndose en Portugal. Su padre pensó en destinarlo a la carrera de las armas en las que tampoco tuvo perseverancia e incluso a las leyes, todo infructuosamente. Pero la posición social unida a sus múltiples inquietudes intelectuales lo llevaron a recorrer Europa, tratando con destacadas personalidades de su tiempo, llegó a conocer en Rusia al zar Alejandro I quien le ofreció un cargo que Poinsett rechazó.

Regresó a Estados Unidos y se dedicó a administrar sus propiedades rurales y otros cuantiosos bienes, pero poco duró su vida de farmer ya que el presidente James Madison lo convocó dado su talento y conocimientos para viajar al Río de la Plata a poco del movimiento de mayo como primer agente comercial y consular de los Estados Unidos. 

Permaneció en Buenos Aires desde febrero hasta noviembre de 1811 cuando pasó a Chile, de donde regresó a Estados Unidos en 1814. 

En su tierra fue legislador, primer ministro y enviado diplomático en México, secretario de guerra en la presidencia de Van Buren. Falleció el 12 de diciembre de 1851.

Vale la pena destacar que a pesar de no haber concluido una carrera superior, adquirió conocimientos no menores a lo largo de su vida, que le merecieron el reconocimiento de sus pares ya que en 1840 fue cofundador de un instituto para la promoción de las ciencias que debía organizar un museo nacional para albergar las reliquias. 

La entidad no prosperó porque si bien había gente de talento dedicada a las ciencias, también contaba con muchos políticos, y éstos debieron traer algunas complicaciones en la vida societaria. Pero esa corporación fue la semilla inicial del futuro Instituto Smithsoniano de Washington.

VALIOSAS INFORMACIONES

De su estancia en nuestro país dejó numerosos informes y un diario de su estadía en estas tierras y de su viaje a Chile, rico en valiosas informaciones sobre las personas que trató y sus vivencias, así como la flora y fauna locales.

El 16 de junio de 1811 informó a su gobierno sobre Manuel Belgrano: "Es un hombre de capacidad y de influencia. (Está vinculado con Castelli, pero favorablemente dispuesto respecto a los Estados Unidos)".

El 24 de octubre de ese año, ya instalada la Junta Grande opinaba: "Belgrano, que temo confunda la ambición con el amor al país, abrazará el actual partido. Es un hombre de reconocida capacidad y se halla ahora en el Paraguay procurando convencer a aquella provincia para que tome una parte más activa y se una más estrechamente con Buenos Aires".

Un lustro después más tarde narrando los episodios vividos y noticias que le habían llegado seguramente escribía: "Entre los miembros más distinguidos del Club no debemos omitir a Belgrano, cuya conducta a lo largo de toda la revolución coloca su personalidad en la más favorable perspectiva. Valiente activo e inteligente, desempeñó los cargos a él confiados por el gobierno con celo y capacidad, y aparentemente movido sólo por intereses patrióticos".

AMIGO DE LA LIBERTAD

Agregaba que "ha figurado mucho en esta revolución; es un activo patriota y un cálido amigo de la libertad. Es uno de los pocos que se han mostrado ambiciosos de gloria. Pero, desgraciadamente, su capacidad ha sido sobreestimada, y en la posición conspicua y responsable en que se lo ha colocado ha desilusionado la expectación popular. Está nombrado juntamente con Medrano, para dirigirse a España, como diputados de Buenos Aires. Fue, para mí, un amigo seguro y útil en Buenos Aires".

En realidad la misión diplomática fue con Rivadavia, no con Medrano. Y en lo único que podemos disentir con Poinsett es que si algo no mostró jamás Belgrano fue ambiciones de gloria, al contrario siempre escapó a ella. Por lo demás es muy cierto, que fue un amigo de los americanos del Norte, que admiraba a ese país y a Washington como lo veremos más adelante.

* Historiador y vicepresidente de la Academia Argentina de Artes y Ciencias de la Comunicación.