La Argentina desunida

Por Jorge García Mantel *

En los últimos años, los países que más han progresado en el mundo (en Sudamérica tenemos en los últimos años ejemplos de ello, con excepción de la dictadura venezolana y nosotros) lo han hecho con coaliciones, en el oficialismo y en la oposición, sin profundas fisuras ideológicas internas y con acuerdos programáticos básicos. 

Esto permitió a esas coaliciones establecer consensos para lograr  ¨unidas ¨ el número necesario e imprescindible de políticas de estado que permitiera el crecimiento de sus respectivos países y mejorar las condiciones de vida de sus habitantes.

No ha sido el caso argentino. Por el contrario, en el actual Frente de Todos han convivido/conviven peronistas tradicionales con kirchneristas/camporistas y movimientos sociales surgidos del 2001. Del otro lado, el actual Juntos por el Cambio, ha reunido y reúne peronistas ex menenistas, peronistas ex Frente
Grande, radicales de diversas líneas internas, coalición cívica y ex CEOs de multinacionales.

Dos verdaderas torres de babel sin cohesión interna, fuertes diputas ideológicas y sin ningún programa claro de gobierno o de oposición que las amalgame. Esto hizo y hace imposible el establecimiento de políticas de Estado. A este conglomerado en las dos coaliciones, sólo los podía unir el odio/desprecio por la otra fuerza política para justificar sus propias contradicciones. Es aquí cuando aparece la ya famosa y cada vez más consolidada grieta, donde  el otro es un enemigo. En estas condiciones, es imposible salir de los recurrentes fracasos y construir un Proyecto de Nación.

Los resultados están a la vista: una Argentina devastada y sin futuro, no por falta de recursos humanos y naturales, sino por una clase dirigente distante y desinteresada por el bien común, que sólo ha coincido, por acción u omisión, en algunas pocas políticas de estado, entre ellas:

a. Incrementar los privilegios de la clase política.

b. Mantener en estado vegetativo, sin capacidades y cada vez más débiles a las Fuerzas Armadas de su propio país, sumiéndolo en la indefensión más absoluta, en un acto de miopía e irresponsabilidad geopolítica que no registra antecedentes a nivel mundial ni en la historia de la humanidad.

c. Mantener activa la memoria parcial de lo ocurrido en la pasada década del 70, repiqueteando sobre los excesos de las Fuerzas Estatales y enalteciendo el accionar de la guerrilla marxista que intentó tomar el poder con apoyo de Cuba y de la URSS. También coinciden en dar inicio a esta memoria sesgada a partir
del golpe cívico-militar, a efectos de no investigar a la Triple A creada por el peronismo ni a las 900 y pico de desapariciones ocurridas entre 1974 y el 24 de marzo de 1976, lo que involucraría a la clase política.

d. Debilitar todo concepto de autoridad, de respeto por el prójimo y del sentido del deber, exagerando el concepto de los derechos en detrimento de lo anterior.

e. Importar y difundir ideologías foráneas antinatalidad y antifamilia.

Urge revertir esta situación.

* Integrante del Equipo Fundador de NOS.