Día de la mujer

El velo, verdadero apartheid de género

Desde el progresismo, ese colmo de horrores, se justifica el sometimiento femenino en las teocracias islámicas como Irán.

"He visto a mujeres cuya vida vale menos que una vaca o un camello. En el mundo existen mujeres que, aún ahora, viven tras la tupida neblina de un velo, y es como si miraran a través de los barrotes de una cárcel. Esa cárcel, que se extiende desde el océano Atlántico hasta el Índico, a lo largo de Marruecos, Argelia, Nigeria, Libia, Egipto, Siria, Líbano, Irak, Irán, Jordania, Arabia Saudita, Afganistán, Pakistán, Indonesia, es el mundo donde las reglas que rigen la vida de las mujeres permanecen inmóviles hace siglos”, escribió Oriana Fallaci

De pronto Oriana Fallaci se arrancó el velo que le habían hecho colocar en la cabeza para realizar su más famosa entrevista. Estaba sola, frente al séquito que acompañaba ese octubre de 1979, al Ayatolá Ruholá Jomeini. La mujercita de 48 kilos le decía en la cara al poderosísimo Jomeini y a sus matones que el velo era un símbolo de la segregación que había impuesto la revolución islámica a las mujeres: “Voy a quitarme este estúpido trapo medieval ahora mismo” dijo Oriana. 41 años después, valientes mujeres iraníes, en el sentido más carnal y humano de la valentía, emulan a la periodista liderando las protestas contra el régimen.

En efecto, el 8 de marzo de 1979, las mujeres iraníes amenazadas, sin apoyo y sin redes sociales que retrataran su protesta, salían de a miles a luchar contra la imposición de una tiranía que las redujo como animales, ante la vergüenza mundial que lleva casi medio siglo. 

DELIRIOS SOCIALISTAS

Cuarenta y un años después, impasibles ante el horror que viven millones de mujeres bajo los regímenes que las consideran menos valiosas que un camello, las organizaciones feministas occidentales conmemoran hoy, 8 de marzo, el Día de la Mujer con un sinnúmero de reivindicaciones relacionadas con el anticapitalismo, los mantras socialistas más delirantes y un revanchismo propio de la manipulación deshonrosa que se ha hecho del feminismo de principios del siglo XIX.

Nada se dirá en el Día de la Mujer del hijab o del burka o del niqab o del al-amira o del shayla o del khimar o del chador, versiones más o menos extremas de las telas con que se tapan a las mujeres sólo por existir.

Conforme al artículo 368 del Código Penal islámico iraní, las mujeres que se muestren en público sin velo pueden ser condenadas a una pena de cárcel. Esta obligación va desde los 9 años aunque en la práctica, las autoridades imponen el uso obligatorio del velo a partir de los siete años, es decir, cuando las nenas entran en la escuela. Las iraníes tienen la tasa más alta de suicidios entre las mujeres y niñas de Oriente Medio. En Irán, el 70% de los suicidas son mujeres.

A las mujeres iraníes, occidente las han abandonado miserablemente a pesar de que vienen desafiando en solitario a los mulás desde 1979 cuando tomaron las calles para protestar porque el 8 de marzo del 79 entraba en vigor la ley sobre el hiyab, que decretaba que en Irán las mujeres tenían que llevar velo. En Teherán, muchas personas se declararon en huelga y salieron a las calles. Más de 100.000 mujeres protestaron contra el gobierno islamista, muchas de las que han participaron en las protestas fueron violadas y torturadas en prisión. 

“Había pasado sólo un mes desde la victoria de la Revolución, pero ya se hablaba de imponer el uso obligatorio del hiyab. Por aquel entonces se había empezado a alejar a algunas mujeres de puestos de responsabilidad, por ejemplo en el sistema judicial, y todas las empleadas gubernamentales tenían que cubrirse. Aquel 8 de marzo varios miles de mujeres se reunieron frente a la oficina del primer ministro. Ese día quedó en evidencia lo que iba a ser este sistema islámico. Llegó la imposición del velo, la prohibición de usar esmalte de uñas para ellas o camisas de manga corta para ellos. Si se bebía alcohol se recibían latigazos” (Crónica publicada en la revista 5W).

“Miles de mujeres iraníes se manifestaron para protestar por la imposición del velo. La manifestación, con más de 100.000 mujeres, se dividió en dos grupos, uno compuesto por algo más de 50.000, que pretendió entrar en el Palacio de Justicia, y el resto que protagonizó una sentada en una céntrica mezquita de Teherán. Las demostraciones contrarias al ayatollah Jomeini tienen como fundamento protestar por las declaraciones de este, pidiendo el uso del velo a la ‘usanza árabe’ y los excesos cometidos por las Brigadas de Islamización, que han agredido a algunas mujeres que se han negado a ponerse esta prenda”. (Crónica del 11 de marzo de 1979, diario El País).

La revolución de 1979 creó el primer Estado islámico moderno. Los ayatolás debían demostrar que era viable un gobierno basado en la sharia y un punto fundamental fue el sometimiento de la mujer. En consecuencia, la legitimidad del régimen iraní se pone en juego por la nueva ola de protestas de estas mujeres que exigen poder vestirse como quieran. La amplitud de la movilización de las mujeres es un fenómeno que pone en jaque al gobierno iraní que desde 1979 ha ejecutado a casi 2.000. 

Pero desde 2018 las protestas recrudecieron así como la represión. Miles de mujeres se quitan el velo y lo suben a las redes bajo el hashtag #WhiteWednesdays. La periodista Masih Alinejad que creó la campaña, también pretende visibilizar las consecuencias de sus actos de desobediencia. No solo graban sus acciones, sino que también difunden cuando son reprimidas por quitarse el hiyab, iniciativa que también se comparte en redes con el hashtag #MyCameraMyWeapon.

Vale conocer a algunas de ellas:

* Saba Kord Afshari: condenada a 24 años por salir a la calle sin velo. Detenida en 2018 bajo los cargos de "propaganda contra el Estado y asociación y conspiración contra la seguridad nacional, promover la corrupción y la prostitución caminando por las calles sin velo". Fue trasladada a la cárcel de Evin del Departamento de Inteligencia de la Guardia Revolucionaria de Irán. Como se negó a grabar una confesión admitiendo sus delitos, también detuvieron a su madre.

* Kimia Alizadeh: taekwondista iraní, medalla de bronce en las Olimpiadas de Río 2016 huyó recientemente a Europa diciendo “¿Debería empezar diciendo hola, adiós o expresando mis condolencias? Hola, oprimido pueblo de Irán; adiós, noble pueblo de Irán; mis condolencias a vosotros, el pueblo, que siempre está de luto”, tras protestar contra el velo obligatorio.

* Shohreh Bayat: árbitro iraní que supervisaba sin velo una partida del Mundial Femenino de Ajedrez declaraba “La gente debería tener el derecho a elegir cómo vestir, no se le debería obligar a nada”, mientras Teherán derribaba un avión de pasajeros ucraniano y en las afueras varias mujeres comenzaban a arrancar carteles del general Qasem Soleimani, el terrorista asesinado. 

* Gelare Yabari: y otras 3 presentadoras abandonaron la Cadena de la República Islámica de Irán diciendo: “Perdonadme por los 13 años en que os conté mentiras”, luego de haber desinformado durante días que el avión había sido derribado por los Cuerpos de la Guardia Revolucionaria Islámica, matando a sus 176 ocupantes.

* Neda Aga-Soltán: asesinada por el régimen en 2009, por ser el símbolo de las protestas. 

* Sakineh Mohamedi Ashtiani: condenada a muerte por lapidación por supuesto adulterio. 

* Vida Movahedi: condenada a un año de cárcel después de que ondeara en la calle una pañoleta blanca sobre una gran cúpula del centro de la plaza de la Revolución de Teherán.

* Nasrín Sotudeh: sentenciada en marzo de 2019 a 38 años y medio de prisión por defender mujeres que protestan. 

* Reza Khandan: esposo de Nasrin Sotoudeh: detenido en septiembre de 2018, tras haber publicado en Facebook mensajes sobre las violaciones de derechos humanos que se cometen en Irán, incluido el enjuiciamiento de mujeres por protestar contra las leyes del velo. En enero de 2019, fue condenado a la cárcel, junto con Farhad Meysami, por haber defendido el movimiento contra el uso obligatorio del velo. 

* Yasamán Aryani, Monireh Arabshahi y Moygan Keshavarz: detenidas tras publicar un vídeo donde aparecían sin pañoletas y repartiendo flores a los pasajeros del metro. Las tres fueron acusadas de “no respetar la obligación de llevar el hiyab” y condenadas a un total de 55 años. 

* Shaparak Shayarizadeh: condenada a dos años por quitarse el velo. 

La ola de movilizaciones se viene extendiendo a casi cien ciudades iraníes, sacudiendo el régimen de los ayatolás. La respuesta ha sido la represión, con la muerte en la calle de 27 personas y la detención de 5.000 manifestantes, de los que al menos 12 han muerto luego en prisión. El gobierno ha creado 2.000 nuevas unidades de policía moral que tienen sometidas a vigilancia a 40 millones de mujeres. Los agentes tienen facultades para dar el alto a cualquier mujer y examinar su vestimenta, estudiando detenidamente cuantos mechones de cabello tiene a la vista, el largo de sus pantalones, su abrigo y la cantidad de maquillaje que lleva. El castigo por dejarse ver sin velo en público puede ser de detención, pena de prisión, multa o latigazos. Son innumerables los casos de mujeres abofeteadas, golpeadas con palos e introducidas en furgones por la policía “moral” a causa de su vestimenta.

RAZONAMIENTOS RETORCIDOS

Sin embargo y desde el confort de los países occidentales, desde el año 2013, se conmemora el World Hijab Day (WHD), con 146 países asociados (si, Argentina también) en el que se insta a todas las mujeres del mundo a cubrirse con un hijab bajo el pretexto de la diversidad. Invitan a organizar eventos para promover el uso de la prenda, que presentan como un símbolo de liberación femenina y de lucha contra la opresión patriarcal. Claro que no organiza este evento ninguna mujer residente en uno de los países donde no llevar el velo islámico te puede costar la libertad o la vida. Han propuesto como algo positivo ocultar y tapar la condición femenina para evitar que el imperialismo capitalista cosifique a las mujeres y esto se supone que es luchar contra el patriarcado. Más retorcido no se consigue. 

Tratar como delincuentes a las mujeres y las niñas que se niegan a llevar el hiyab es una forma extrema de discriminación. Las leyes que imponen el uso obligatorio del velo violan todo un repertorio de derechos, entre ellos los derechos a la igualdad, a la intimidad y a la libertad de expresión y de creencias y, en última instancia, degradan a las mujeres y a las niñas, privándolas de sus derechos y su autoestima. ¿Por qué entonces se reivindica desde el progresismo al velo?

Porque levantaron al régimen de los ayatolás como un símbolo de la lucha anti imperialista. Y como un efecto dominó, quedaron entrampados en la demencia medieval que denunciaba Fallaci, porque el gobierno iraní tiene como baluarte el sometimiento femenino brutal. Una concatenación cretina de alianzas ha hecho que lleguen al absurdo más estulto e imbécil: defender la reducción de las mujeres a la esclavitud por sostener un relato del que no pueden salir. Pasó con Mao, pasó con Stalin, pasa hoy ante nuestros ojos.

Vaya hoy, en el Día de la Mujer, este homenaje para todas aquellas que, ocultas tras un velo el 8 de marzo de 2020, se están jugando la vida, torturadas y asesinadas por ser mujeres.