En el filme "1917", de Sam Mendes

Cruda inutilidad de la guerra

"1917" (Reino Unido-Estados Unidos, 2019) Dirección: Sam Mendes. Guion: S. Mendes, Krysty Wilson-Cairns. Fotografía: Roger Deakins. Música: Thomas Newman. Actores: George MacKay, Dean Charles Chapman, Mark Strong, Richard Madden, Benedict Cumberbatch, Colin Firth, Andrew Scott. Duración: 119 minutos. Clasificación: apta para mayores de 16 años.

Cuando se pensaba que se había visto todo en cuanto a filmes bélicos, aparece "1917" y lentamente, como un sueño, se transforma en la gran pesadilla de la guerra. Pocas veces se ha visto en cine de manera tan contundente la alevosa inutilidad de un conflicto bélico.

El director Sam Mendes, con la mano dorada del maestro de la fotografía Roger Deakins, diseña un laberinto de trincheras y larga a sus protagonistas, inocentes que alguna vez creyeron en el sacrificio por Dios, el rey o la patria, en una carrera trágica. 

Inspirado en los cuentos de guerra que le contaba su abuelo, el escritor Alfred Mendes, nacido en Trinidad Tobago y miembro de la 1ra. Brigada de Fusileros (1917), el director, junto con la guionista Kristy Wilson-Cairns, arma un relato de ficción.

Dos soldados británicos casi adolescentes deben llevar a través del campo de batalla un mensaje a sus superiores advirtiendo que el ejército alemán armó una trampa y ellos no deben entrar en batalla. Unas 1.600 vidas están en juego. Una ficción replantea la locura de la guerra y la posibilidad de que ser héroes puede ser una consecuencia natural en situaciones extremas.

CON SENSIBILIDAD

Filme que va tomando las características de la epopeya a medida que avanza con su estructura de falso plano secuencia, "1917" permite compartir un escenario que se inició en medio de la naturaleza. Poco a poco Schofield y Blake conducen al espectador al verdadero campo de operaciones de la guerra, lejos de todo, con su aridez, su mugre, sus ratas y su olor a cadáveres. Pintar el horror no le impide a Mendes apropiarse de la poesía más sutil ante los cerezos en flor, que a pesar de la metralla derraman belleza en su caída en la que el blanco remeda la nieve.

"1917" dice lo indecible a propósito de la guerra. Duele en las escenas de agonía, donde sólo el recuerdo familiar es capaz de mitigar el dolor (escenas luego de la caída del avión en la granja), y es capaz de indignar cuando se percibe la soberbia de los superiores inconscientes de la proximidad de la muerte (llegada de Schofield a destino).

Escenas inolvidables como el encuentro con el hermano del cabo Blake o durante el bombardeo, la presencia de un pequeño cajón de armario protector de la vida de una pequeña sobreviviente (Schofield y el encuentro con la chica y el bebé en la granja).

Grandes y jóvenes actores estos George MacKay y Dean Charles Chapman, acunados por la música de Newman, delicada hasta en los agudos, que pueden estremecer con esas acciones inútiles frente a la magnitud de la guerra inexplicable. Un filme que aglutina lo mejor de la técnica y la abrumadora sensibilidad de gente talentosa.

Calificación: Excelente

"1917", un filme clásico imposible de olvidar.