Borges y el misterio de la novela que le atribuyeron

POR MARIO TESLER *

Bastó que Alberto Fernández tangencialmente aludiera a las novelas de Borges para que se sucedieran los más diversos comentarios. Lo cierto es que está en discusión la autoría o no de Borges de una novela inicialmente editada en las páginas de un vespertino porteño. 

Se trata de la novela El enigma de la calle Arcos que, firmada con el seudónimo Sauli Lostal, fue apareciendo como folletín en Crítica. Revista Multicolor de los Sábados, durante los meses de octubre y noviembre de 1932.

Días antes de publicarla, ese diario la anunció como la más apasionante novela policial. Al año siguiente se publicó como libro y el prosecretario de redacción de Crítica, Luis F. Diéguez, la apadrinó con una carta al autor. 

Entre las primeras versiones sobre la autoría de esta novela se cuenta con una reseña incluida en la entrega 59 de Literatura Argentina (julio de 1933). Cuando El enigma de la calle Arcos pasó del diario al libro, en esta revista se dijo que el oculto autor bien podría ser el periodista Luis F. Diéguez, entonces uno de los más sagaces redactores de dicho diario. El libro lleva como prólogo una nota de Diéguez. 

"Es la base -afirma Nicolás Helft- intertextual del famoso seudoensayo de Borges "El acercamiento a Almotásim". En este aspecto Helft sigue lo expuesto por Enrique Anderson Imbert en Nueva contribución al estudio de las fuentes de Borges, trabajo publicado en Filología a. VIII nº. 1-2, 1962 donde muestra las múltiples conexiones entre este libro y el inexistente libro reseñado por Borges en su relato. 

La novela El enigma de la calle Arcos fue reeditada en 1996, con un prólogo de Sylvia Saítta y al poco tiempo se inició una polémica inconclusa sobre si Borges la había escrito o no y la probable identidad de su verdadero autor. Con lo aportado hasta la publicación de su bibliografía, destaca Helft haber encontrado varios elementos con los cuales se permite sugerir la participación de Borges en su escritura; otros llegaron a la conclusión de que es el autor de la novela en cuestión. 

En ese mismo año de la reedición de El enigma de la calle Arcos se lanzó al ruedo Juan Jacobo Bajarlía desde Radar, el suplemento del diario Página/12 (edición del 17 de noviembre de 1996). Sobre la autoría de ésta, Bajarlía en el extenso artículo "La enigmática novela de Borges" (La Nación 13-7-1997) reveló que en un encuentro con Ulyses Petit de Murat, en la redacción del matutino Clarín, éste le dijo: "La novela fue escrita por Borges, para ensayarse en ese género". Con algunos indicios Bajarlía ofrece una interesante explicación en favor de la paternidad autoral de Borges.

Respecto a quienes sostuvieron que el seudónimo Saulí Lostal era un anagrama de Luis A. Stallo contestó Bajarlía que también lo era de Luis Tolosa, Luis Tosal, Luis Losata y otras reversibilidades por el estilo.

Hay una reseña de Gonzalo Aguilar sobre El enigma de la calle Arcos con conceptos similares a los de Bajarlía, que se encuentra en el número 25 de la revista Proa (Buenos Aires), entrega correspondiente a septiembre-octubre de 1996. 

Bajarlía no quedó sin réplica. Por su ridícula prosa, entre otras razones, para Fernando Sorrentino ésa es "La novela que Borges jamás escribió" (cfr. La Nación, 17-8-1997). 

"Por el mundo del crimen" es el capítulo del libro Regueros de tinta donde Sylvia Saítta se ocupa de esta novela y en una extensa nota da las distintas opiniones sobre quién puede ser el autor. Saítta observa que existen cruces intertextuales entre la literatura borgeana y El enigma de la calle Arcos aunque considera que su atribución a Borges es osada; para ella la polémica continúa abierta. 

* Autor del libro "Borges y sus firmas".