Melodías para el cerebro

Se ha comprobado que la música incrementa la reserva cognitiva, favorece la neuroplasticidad, mejora el humor y evita el aislamiento social. Son tan solo algunos de los beneficios que alientan a incluir la música en nuestra vida.

La música es uno de los actos humanos más complejos. "Escuchar música implica una experiencia sensorial así como un acto que puede ser solitario o social, y existen grados de conocimiento musical tanto como formas distintas de percibir la música acorde a ellos", describió en una entrevista con La Prensa el doctor Ismael Calandri, médico neurólogo del Centro de Memoria y Envejecimiento de Fleni.

"Pensando las diferencias entre música y oyentes -y lo compleja de esta relación- es que tenemos que interpretar la evidencia sobre los beneficios de la música en nuestro cerebro", aclaró el especialista.
En ese sentido, explicó que es importante entender en primera instancia aspectos tales como el de la condición de comprobación científica. Al respecto, señaló que la ciencia tiene niveles de evidencia: "Muchas investigaciones se realizan en grupos específicos (en edad o escolaridad, o un grupo reducido de personas), y en ocasiones estos hallazgos, por más interesantes que sean, son difícilmente generalizables. ¿Quiere decir esto que no es cierto? No, para nada. Solamente que hallar que la música tiene tal o cual efecto en ciertas personas no necesariamente implica que lo tenga en todos nosotros", puntualizó Calandri, para luego añadir: "Sabemos que el aprendizaje, el ejercicio de las artes y todas las actividades cognitivas que desarrollamos, entre las cuales la música es un aspecto más, contribuyen al bienestar de nuestro cerebro en varios aspectos. Los más relevantes son la reserva cognitiva y la neuroplasticidad".

- ¿Qué es la neuroplasticidad?

- Se refiere a la capacidad del cerebro para adaptarse y cambiar como resultado de la conducta y la experiencia. Estos cambios se traducen en nuevas conexiones neuronales y cambios estructurales dentro de las células cerebrales. Oír música es una de estas experiencias estimulantes. Los circuitos implicados (de los cuales hay cientos) se ven estimulados por el desafío cognitivo y se vuelven más estables y eficientes.

- ¿Y la reserva cognitiva?

- Es otro concepto que trata de la estabilidad de nuestro cerebro. Se refiere a la capacidad de nuestras habilidades cognitivas a resistir la agresión de enfermedades sin dar síntomas, está íntimamente relacionada al ejercicio cognitivo y la educación. Cerebros con circuitos más eficientes, más estables y mejor preparados son más resistentes. Pero si nos quedáramos solo con eso sería una visión muy parcial de los beneficios. Hoy en día sabemos que existen factores de riesgo para la declinación cognitiva, como la depresión y el aislamiento social. Que la música incide positivamente sobre nuestro ánimo es una verdad de perogrullo, pero también la música (participar en coros, asistir a presentaciones, etc.) es una oportunidad excelente para la socialización. Desde este punto de vista, entre muchos otros beneficios, la música es un factor protector de la declinación cognitiva que acompaña a los años o algunas enfermedades. Por lo tanto, la música incrementa nuestra reserva cognitiva, favorece la neuroplasticidad, mejora el humor, y evita el aislamiento social. No son estos los únicos beneficios pero, sin duda, son suficientes como para incluir la música en nuestra vida.

- ¿Cómo se procesan la música y el canto en el cerebro? ¿Qué circuitos cerebrales están involucrados?

- La apreciación musical es por definición una experiencia sensorial auditiva. Para ello utilizamos vías de procesamiento de la información que arriban a nuestro cerebro por los nervios auditivos y son analizadas en cortezas del lóbulo temporal. Antes de llegar al lóbulo temporal, la información de cada oído se divide y llega a ambos lados del cerebro (entrelazándose con las del otro oído), esto permite al cerebro usar ambos hemisferios para el procesamiento y evaluar las diferencias entre un oído y otro en el tiempo que llega un estímulo, es decir, calcular su direccionalidad. Al llegar a la corteza, esta información es analizada en un área que se llama corteza auditiva primaria que distingue las frecuencias de los sonidos. Desde esa corteza la información pasa a ser analizada por un sinfín de otras cortezas (conocidas como de asociación). En estas cortezas se decide si esos sonidos son agudos o graves, si son rítmicos o no, si provienen de un instrumento u otro, si es voz humana, si la voz humana dice palabras o no. Cuando se identifican palabras, esa información entra a otras cortezas que son las que analizan el lenguaje. Estas vías de procesamiento son paralelas en ambos hemisferios (a menos que se trate de las cortezas del lenguaje, que generalmente se encuentran a la izquierda). 

Además, en la percepción de los sonidos sabemos que ambos hemisferios tienen cierta especialización: el derecho procesa, por ejemplo, aspectos más relacionados con la cadencia y el ritmo. Estos circuitos de los que hablamos hasta el momento son los circuitos básicos en lo que se conoce como reconocimiento de los objetos (en este caso, reconocer sonidos, que son música). Sin embargo, la información que la música implica también va a ser utilizada en muchos otros.

Lo que escuchamos se relaciona con lo que alguna vez hemos escuchado, para eso es necesario que se recluten circuitos que tienen que ver con la evocación de la memoria y no solo de sonidos. La música tiene la capacidad de hacernos evocar recuerdos de episodios de nuestra vida con toda la experiencia sensorial que conlleva, es por eso que podemos recordar aromas de un recital mientras escuchamos una canción.

Otros circuitos tienen que ver con el procesamiento de la información espacial. Junto con los sonidos, llega información sobre la localización de éstos que reclutan múltiples circuitos que nos permiten crear un mapa tridimensional de nuestra experiencia y localizar cada estímulo (no solo los auditivos): tenemos un cerebro "estereofónico".

Todo este recorrido de la información tiene diferencias individuales. No vamos a pretender que todas las canciones que escuchamos sean igual de evocadoras para todos nosotros y también diferencias que tienen que ver con nuestra educación. Los músicos profesionales, por ejemplo, utilizan distintos circuitos para procesar la misma información musical, utilizan cortezas vinculadas al lenguaje para entender el ritmo por ejemplo (porque leen y escriben música). Estas diferencias no hacen más que cimentar la aclaración sobre las generalizaciones pero también ayudan a que entendamos que, como toda manifestación artística, la música tiene un efecto individual y específico en cada uno de nosotros y esas diferencias están, en parte, mediadas por nuestro cerebro y la neuroplasticidad del mismo.

PODER TERAPEUTICO

- ¿Música y canto pueden tener un poder terapéutico para ciertas enfermedades?

- Esto es tan cierto que existe una disciplina como la "musicoterapia" con efectos positivos demostrados sobre varias patologías. Listar las patologías en las que pueden ser aplicadas excede mi conocimiento, sin embargo, en la evidencia clínica hay varios metanálisis (grado más relevante de la evidencia médica en cuestiones de la efectividad de un tratamiento que nuclea los resultados de muchos trabajos en uno) que indican que la mayoría de los efectos más fuertemente demostrados se dan sobre el ánimo.
La musicoterapia es una intervención efectiva en los síntomas conductuales de la demencia, por ejemplo, en donde mejora síntomas de depresión, la ansiedad y el bienestar emocional, incluida la calidad de vida, aunque no ha demostrado efectos sobre la cognición. También ha sido probada en la depresión en la población general, el estrés, la ansiedad perioperatoria, entre otras.

Conviene aclarar que la musicoterapia no es solo música sino que consiste en intervenciones desarrolladas por un profesional en la materia ajustadas a cada individuo. Como habláramos antes, la complejidad que el acto musical representa y cuán específica es la relación con cada individuo (que es diferente) hace que los estudios de intervención clínica se vean limitados a la hora de mostrar los resultados, algunas veces subestimándolos.

- A la hora de buscar obtener los beneficios que otorgan el canto y la música para el cerebro, ¿el estilo musical influye?

- Muchos de los beneficios de la música están ligados con el disfrute del individuo, la emocionalidad a la que están ligados, la asiduidad de la práctica, los recuerdos que conllevan, esta experiencia es tan única que imponer un estilo como "una prescripción" es cercenar todos estos conceptos. Por otro lado, es una buena pregunta para aclarar algunos mitos como el Efecto Mozart, hasta el momento no hay evidencia que la música de Mozart tenga un efecto beneficioso diferencial más que el disfrute del oyente que prefiere a Mozart por sobre el Trap, aunque bien podría ser viceversa.

- Así como se recomienda realizar un mínimo de 30 minutos por día de ejercicio físico, ¿para qué la música beneficie el cerebro es necesario que se cumplan ciertas características?

- No existe tal cosa como una prescripción de exposición. Sí hay que tener en cuenta que la ejercitación constante y la educación son estímulos bien conocidos para la neuroplasticidad. Esto es aplicable para cualquier práctica humana.

A CUALQUIER EDAD

- ¿Las ventajas de la música para el cerebro se pueden comenzar a aprovechar a cualquier edad?
- Dividamos estos beneficios. Incrementar la reserva cognitiva, aprender algo nuevo, es un factor protector de los deterioros cognitivos que se cree más potente mientras más precoz es en nuestra vida pero sus efectos beneficiosos se observan a cualquier edad. Investigaciones recientes en prevención de la demencia han demostrado que la socialización y la estimulación cognitiva tienen impacto protector sobre el deterioro cognitivo incluso a edades avanzadas.

- ¿De qué modo se integran hoy música y canto a los servicios de atención que brindan en Fleni?

- En varias áreas. Por un lado, Fleni cuenta con musicoterapeutas abocados a la rehabilitación de pacientes con daño neurológico en su sede de Escobar. Y, por otra parte, desde hace muchos años Fleni trabaja en actividades de prevención y educación de la comunidad, con "charlas a la comunidad" en las que tratamos de promover un estilo de vida saludable y desde hace tiempo entre ellas hemos incluido actividades musicales, canto comunitario y psicoeducación sobre reserva cognitiva y música. Y por último, pero sin menos méritos, para pasar de la educación al acto, Fleni cuenta con orquestas residentes formadas por profesionales de la institución como Meditango.