Despidió el año la Sinfónica José de San Martín

Una interesante sesión juvenil

 

Paganini: Variaciones sobre "Moisés en Egipto"; Mozart: Concierto Nø 1, para corno y orquesta, en Re mayor, K 412/386b, y Concierto Nø 5 para violín y orquesta, en La mayor, K 219; Beethoven: Obertura "Egmont", opus 84. Por: Ruslan Dragún (contrabajo), Víctor Madris (trompa), Miguel Angel Chacón (violín) y la Orquesta Sinfónica Juvenil Nacional José de San Martín (dir.: Agustín Tocalini). El miércoles 11, en el CCK.


Ya en la última parte de un año en que desarrolló una actividad múltiple (la anterior fue el sábado pasado con la Sinfonía "Resurrección", de Mahler, en el Ciclo de Grandes Conciertos de la Facultad de Derecho), la Orquesta Sinfónica José de San Martín ofreció el miércoles al mediodía una interesante sesión en la ex Ballena Azul del CCK.

Creada por Mario Benzecry como ensamble juvenil, de formación, hace ya un cuarto de siglo, la agrupación fue incorporada más tarde al ámbito oficial, y en la actualidad depende del Ministerio de Cultura de la Nación (ex Secretaría de Cultura), si nos guiamos por las nuevas estructuras de la administración pública.

Con el background de su inclaudicable trayectoria, nunca separada de sus objetivos fundacionales, esta nueva presentación de la entidad, en la que participaron como solistas tres de sus propios miembros, la mostró con remarcable nivel de superación con respecto a sus antecedentes. Digamos de paso que algunos de los músicos que la integran pasarán a formar parte de la Filarmónica de Buenos Aires el año que viene, atriles conseguidos por concurso.

La jornada se inició con la transcripción de unas románticas Variaciones, de Paganini, transcriptas para contrabajo y orquesta, en cuya ejecución se lució Ruslan Dragún debido a su impecable técnica, la fluidez y natural extensión de la tesitura y su tañido redondo, pleno de inflexiones.
Luego, en el Primer Concierto para corno, que desde ya no es una de las composiciones más inspiradas de Mozart, Víctor Madris mostró sonido amplio y fácil, seguro, neto, aunque un tanto monocorde.

MAS BEETHOVEN
El bellísimo Quinto Concierto para violín, también de Mozart, tuvo como intérprete a Miguel Angel Chacón, instrumentista de alma no siempre tersa y deslizamiento muy fluido, notas de llamativa transparencia, agilidad y encomiable fraseo.

En cuanto a la Orquesta, conducida con soltura por el maestro Agustín Tocalini, cabe apuntar que en las tres primeras obras, con un orgánico más acotado, acreditó adecuado estilo y claroscuros, ajuste, correctas articulaciones. Ya en el cierre, la obertura "Egmont" se oyó en cambio densa, compacta, precisa.

Una mala nota: no hubo programas de mano. Desidia de las autoridades que se fueron, o falta de ejecutividad de las que acaban de llegar.

Calificación: Bueno