Araiz, un indiscutido de la danza

Con más de medio siglo de carrera artística, una serie de homenajes reinstala su figura de relevancia mundial. Reciente ganador del Premio Konex de Brillante, se estrena este viernes una película sobre su modo de crear y el Ballet Folklórico Nacional reestrena una de sus obras. La pérdida de la libertad lo aleja del mundo del arte, admite.­

Es como un torbellino de reconocimientos y de hechos que ponen a Oscar Araiz en primera plana. Dos premios Konex en menos de un mes (uno de ellos, el de Brillante, que lo consagra como el mayor artista de la última década en su métier), un homenaje en el teatro San Martín, una película de Paula de Luque que lo evoca, su libro (editado por el Instituto Nacional de Teatro). Más la representación de sus obras `Tango Suite' y `Pléyades' en el Centro Cultural Haroldo Conti y el Parque Centenario. Homenajes a un ser que emite luz en sus creaciones desde hace más de medio siglo.

La Prensa quiso conocer algo más de Araiz en este momento tan particular de su vida, como si existen diferencias entre las obras que se están presentando actualmente, respecto de su representación de hace algunos años. "En el CCK, el Ballet Folklórico Nacional presentó, como estreno para la compañía, `Tango Suite', una selección de los temas populares arreglados por Atilio Stampone, que conformaron la primera parte de la obra `Tango'. `Tango' la cree para el Ballet del Grand Théâtre de Ginebra en 1981, y se ha representado en los Festivales de Verano en Europa y en el Teatro Colón, durante la gira sudamericana de esa compañía'', detalla el artista.­

"Mis coreografías mutan permanentemente porque los intérpretes y las circunstancias cambian mi mirada -añade el maestro-. Uno de los cambios marcantes fue la introducción de la técnica del tango en la versión que Julio Bocca presentó con el Ballet Argentino en el City Center de Nueva York'', añade.

-¿Y qué nos puede decir sobre su libro `Escrito en el aire', y de este momento en que se desvincula de algunas entidades y grupos muy queridos por usted?­

-La reflexión sobre el métier y sus procesos no es de este momento. La redacción de `Escrito en el aire' comenzó hace ocho años y su edición se fue postergando por diferentes motivos. Al apartarme de la dirección del Area de Danza de la Unsam (Universidad Nacional de San Martín), y gracias a un nuevo impulso del Instituto Nacional de Teatro, pude concentrarme en las últimas correcciones. Mi relación ha sido muy fuerte con el Grupo Unsam Danza, que durante 2018 pasó a ser el grupo independiente Compañia Araiz. Luego decidimos de común acuerdo disolverlo. Era un momento propicio para que cada uno continuara solo su camino.­

-Sin embargo, ahora se reencuentran.­

-Tuvimos una especie de nostalgia y decidimos volver a reunirnos en un escenario. La circunstancia coincidió con mi montaje para el Ballet Folklórico y le propuse a su Dirección compartir algunas presentaciones en diciembre. Generosamente me ofrecieron dos fechas en el Centro Cultural Haroldo Conti (mañana y el domingo). Haremos `Pléyades', una coreografía que siempre fue interpretada por siete hombres o siete mujeres, aunque ahora es una versión mixta con diez personas.­

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LOS PROYECTOS­

-¿Y su proyecto tan querido de recrear la novela `La casa', de Mujica Láínez?­

-`La casa' es como un fantasma que me sigue en permanente metamorfosis. Pero uno de los inconvenientes es la necesidad de equipamiento audiovisual y una compañía numerosa, condiciones con las que no cuento. Sin embargo, la nueva versión de `Boquitas Pintadas' que haré con el Ballet Contemporáneo del San Martín en 2020 me hizo volver a evocarla porque parecería una natural continuidad en el vocabulario, están muy relacionadas.

-Hay momentos de su carrera que son inolvidables para muchos de nosotros. Defínalos.­

-`La consagración de la primavera', de Stravinski, es causa de una obsesión temprana y me condujo a hacer lo que hago y a ser lo que soy. `El mandarín maravilloso' fue un encargo por Enzo Valentí Ferro para un Programa Bartok en el Colón. Tuve el privilegio de contar con los grandes intérpretes Norma Fontenla y Gustavo Mollajoli, y en la batuta a (Václav) Smetácek. `Bomarzo', de Alberto Ginastera y Mujica Láinez, integra mi lista de orgías y bacanales. Llamativamente, las tres piezas fueron prohibidas al estrenarse durante el gobierno de Juan Carlos Onganía.

-¿Qué reflexión le inspira el pensamiento de la gran escritora Elizabeth Taylor: `Comprendí que sólo podemos ser libres cuando nadie nos necesita'?­

-Parecería que usualmente sentimos al revés y que somos algo cuando nos mencionan, nos aman o nos necesitan. Parecería que al constituir un mercado (el del arte) entramos en un sistema de demanda y oferta por lo que esa libertad es imposible. Esa debe ser una de las razones por las que me siento paulatinamente alejado del arte.