TEATRO: Sensible unipersonal de Juan Romanazzi

Relato de una hija que espera

 

"Las promesas", de Juan Andrés Romanazzi. Dirección: J. A. Romanazzi. Iluminación: Leandro Crocco. Diseño de vestuario y espacio: Julia Camejo. Actúa: Paula Fernández Mbarak. En el teatro Polonia (Fitz Roy 1477)

El escenario a oscuras y una mujer sentada en un vértice recibe a la platea en la pequeña sala del teatro Polonia. Paula Fernandez Mbarak ("Mi hijo solo camina un poco más lento") se hace cargo de un monólogo con el cual logra cautivar desde un primer momento. Sin prisa y aun así con una intensidad avasallante, la actriz nos hace participes de retazos de su infancia, su presente y el motivo por el cual la vemos sola en aquel espacio. Espera que una promesa se cumpla: espera que su padre aparezca tal como le prometió hace un tiempo, antes de irse.
El público se adentra en el relato para acompañar a esta mujer aunque sea durante unos minutos en su particular presente: el trabajo arduo del día a día, el amor que ha tocado su puerta y la relación con su madre, una mujer atravesada por el dolor y el abandono, a quien ha tenido que cuidar y apoyar desde la partida del padre.
El deseo de lo que vendrá en un futuro que aún hoy es incierto, el recuento de los momentos vividos y escenas que han quedado grabadas a fuego en su memoria emotiva hacen de esta hija-mujer un personaje del cual resulta difícil apartar la vista. Con rasgos característicos en su forma de decir y moverse, Fernández Mbarak ofrece una composición sublime cargada de emoción.

SENSIBILIDAD
El texto y la dirección de Juan Andrés Romanazzi ("Mi hijo solo camina...") son pilares fundamentales de esta puesta. Poco a poco y con una ineludible contundencia, el joven dramaturgo nos revela diferentes capas de este personaje y su historia.
De los rubros técnicos, la iluminación y la escenografía (compuesta por unos cajones, agua y pequeñas lamparas que cuelgan por todo el espacio), resultan funcionales y complementan la historia aportando creatividad y poesía.
"Las promesas" es una obra profunda, plena de sensibilidad. Logra emocionar y a la vez reflexionar sobre temáticas como el amor, la familia y la soledad. Una puesta realmente imperdible.

Calificación: Excelente