Mirador político

Macri, el 'maléfico'­

Hace 48 horas Mauricio Macri rechazó por TV argumentos opositores sobre su responsabilidad en la brusca devaluación del 25% ocurrida el día posterior a las PASO. Dirigentes peronistas lo habían acusado de dejar subir el dólar para castigar a quienes habían votado al kirchnerismo.­

La falacia de esa afirmación es inagotable. Supone que la devaluación fue selectiva y no la sufrieron los votantes del Gobierno. Por risible que parezca fue lanzada seriamente por Cristina Kirchner y repetida por Martín Redrado y Sergio Massa. Pero no debe ser subestimada. Según encuestas recientes ya forma parte de la mitología política populista: un 60% de los votantes cree que Macri es el responsable de esa desgracia.­

Más allá de los mitos, lo cierto es que o Macri tiene un poder gigantesco que sólo usa con fines maléficos o la vuelta del peronismo ha provocado pánico entre los agentes económicos, según describe Miguel Broda en el último informe reservado de su consultora.­

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CIFRAS Y VERTIGO­

Las cifras que despliega Broda provocan vértigo: "Desde las PASO, el BCRA ha perdido 17.823 millones de dólares de reservas (-26.9%). Salieron de los bancos 11.089 millones de dólares, el 34,1% de los depósitos privados del sistema. El Merval en dólares cayó 46,8%, el Bonar 2024, 45,6%, mientras el riesgo país subió 147% y el CDS (Credit Default Swap) 591%. Asimismo, el tipo de cambio trepó 27,4% desde las PASO, el dólar bolsa 38,6% y el `contado con liqui', 43,1%. En tanto la tasa Leliq subió 14 puntos y los depósitos a plazo fijo en pesos cayeron 7%". Un terremoto.­

En síntesis, Macri no sólo dio órdenes para que el Central no venda dólares, sino que generó el pánico que llevó a los tenedores de bonos y acciones a venderlos masivamente y correr a los bancos a rescatar sus billetes verdes del gobierno peronista que viene asomando en el horizonte.­

Lo ocurrido tiene por lo menos dos particularidades. La primera es que como apunta Broda, ningún otro triunfo populista en la región tuvo consecuencias tan deletéreas. Ni el del Frente Amplio en Uruguay, ni el de Lula, ni el de Correa, ni siquiera el del sandinismo en Nicaragua.­

La segunda particularidad consiste en que no se haya convertido en motivo de análisis en los medios y de debate en la campaña. Lo de los medios puede ser incluido en ese hábito más amplio bautizado`panquequismo'; lo de la campaña resulta más difícil de explicar. Hay datos del informe Broda que son demoledores, no porque cuentan lo que pasó, sino porque advierten sobre lo que vendrá. Para julio el mercado cambiario se había equilibrado. Con los dólares del superávit comercial y los que vendían los bancos estaba en calma. "Pero en agosto el superávit comercial (de igual magnitud que el de julio) sólo pudo financiar 1/3 de la fuga de capitales (FAE), que alcanzó un nivel récord de u$s 5.909 M. De esta demanda de dólares para atesoramiento (FAE), hubo 1.300.000 personas humanas que compraron u$s 2.206 M en billetes, cifra igual a la de julio, pero en agosto fueron mucho mayores las compras de personas que adquirieron más de 10 mil dólares en el mes (40% de este monto, cuando en julio había sido sólo de 30%)''.­

Conclusión: si no quiere que haya un terremoto más destructivo el 28 de octubre, Alberto Fernández debería usar lo que resta de la campaña para fijar posiciones creíbles y tranquilizadoras, a menos que crea más conveniente asumir en medio del caos para gobernar desde el estado de excepción.­