Ex soldados piden a Macri un desagravio en su visita a Salta ­

Después del homenaje a los héroes de Formosa, los bravos manchaleros reclaman ser reconocidos. El peronismo los envío en 1975 a Tucumán como parte de la Operación Independencia y debieron soportar un feroz asedio del ERP. Cuarenta años después se los trató de genocidas y se los quiso asociar al gobierno militar. ­

El presidente Mauricio Macri tendrá la ocasión de darle continuidad al homenaje que rindió la semana pasada a los héroes de Formosa cuando visite mañana la ciudad de Salta. Nueve de los soldados salteños que libraron en 1975 el "Combate de Manchalá" contra una fuerza del ERP mucho más numerosa le piden ahora a Macri que los reciba, luego de años de tratos deshonrosos de la administración kirchnerista, que intentó borrar su gesta de la memoria, demolió un monumento en su honor y llegó al extremo de tacharlos de "genocidas".

En una carta abierta que se conoció en las últimas horas, los soldados dicen esperar "un desagravio" que consideran "justo", luego de haber "defendido a sangre y fuego el territorio nacional, el estado de derecho y la sociedad en su conjunto de las bandas subversivas ERP y Montoneros".

La carta, fechada el pasado domingo, está firmada por Marcelo Zubelsa, Luis Arce, Osvaldo Alcalá, Aldo Parada, Dardo Rojas, Luis Peñaranda, Rodolfo Demayo, Roberto Mamaní y José Romero, y por las viudas de otros dos soldados: Ester Alvarez, por Jesús Roque Pucapuca, y Juana Valdivielso, por Oscar Oñativia. Todos ellos solicitan un encuentro con el jefe de Estado en el solar del monumento al Combate de Manchalá que fue vuelto a erigir en la ciudad de Salta.

Los autores formaron parte de un grupo integrado por media docena de suboficiales y una veintena de soldados que el 28 de mayo de 1975 derrotaron a una fuerza de 120 guerrilleros que se dirigía a la ciudad tucumana de Famaillá con el objeto de tomarla. El enfrentamiento tuvo lugar en el marco de la Operación Independencia ordenada por el gobierno constitucional de María Estela Martínez de Perón para combatir la guerrilla en esa provincia.

Los soldados salteños pertenecían a una sección del Batallón de Ingenieros de Montaña 5. Ese día se encontraban en ese paraje tucumano, cercano a la localidad de Río Colorado, pintando una escuela rural, una de las tareas que el Ejército realizaba en el marco de un plan de acción cívica.

"Quiso el destino -dice la carta de los ex combatientes- que en pos de su objetivo (los guerrilleros) pasaran por la escuela de Manchalá, donde se libró el feroz y desigual combate".

Los guerrilleros sometieron a un encarnizado asedio de siete horas a los soldados, que mantuvieron la posición con fiereza, hasta que los atacantes finalmente se replegaron de noche ante la llegada de refuerzos a gran escala para los sitiados. "El resultado -subrayan los autores de la carta- constituyó un golpe letal al terrorismo subversivo".

Los manchaleros expresan en su misiva que el Estado argentino, "como un reconocimiento a su actuación", erigió el monumento "Al combate de Manchalá" en Salta.

"Dicho monumento -continúan- permaneció allí desde la segunda mitad de la década del '70 hasta el año 2013, fecha en que fue demolido por el gobierno de Cristina Kirchner con falaces y ridículos argumentos, tales como que se trataba de un homenaje al Plan Cóndor y no al combate de Manchalá".

Entre otros agravios, los autores de la carta recuerdan que "se tildó de genocidas a los soldados que fuimos atacados en dicha acción" y que también "se inscribió al combate dentro de la figura de crimen de lesa humanidad".

Los soldados le reconocen a Macri con regocijo que "durante su actual gestión como presidente de la Nación otro monumento al Combate de Manchalá se levantó sobre las ruinas del anterior". Sin embargo, agregan, "sentimos que el Estado nacional aún no ha reparado expresamente el agravio que nos hiciera en 2013 por el gobierno anterior. Hemos sido tildados de genocidas y criminales de lesa humanidad y ninguno de los tres poderes nacionales y/o provinciales ha considerado lavar esa afrenta gratuita que se nos ha hecho". Solo lo hizo el Concejo Deliberante de Salta, años después.

El pedido de los ex combatientes a Macri es que "repare públicamente esa deuda de honor que el Estado tiene con nosotros" y que "canalice alguna solución pertinente para aquellos de nosotros que se encuentran en difícil situación".

Es "obscenamente injusto", concluyen, que quienes "combatimos por la patria" estemos "pidiendo que no nos tachen de genocidas", "mientras los terroristas que la atacaron reciban honores, pensiones y todo tipo de prebendas".­