Lo que vendrá

Cristina dice que vigilará y que no gobernará. Macri confundido

Como adelantamos en nuestra última columna, Cristina Fernández insiste en que su mayor preocupación en estos momentos es la salud de su hija Florencia. En su círculo íntimo aseguran que la ex presidente ya dijo varias veces "voy a vigilar, pero no a gobernar".

Mientras tanto su candidato Alberto Fernández no tiene un minuto de descanso porque así como él le dice a Mauricio Macri que sea más presidente que candidato, a él le pasa lo mismo, si se distrae aparece el futuro presidente. De hecho ya comenzó a elaborar un Gabinete alternativo donde estarían incluidos, Carlos Tomada a Trabajo; Wado de Pedro a Interior; Daniel Filmus a Educación y un deseo que parece que será imposible de cumplir, Roberto Lavagna en Economía.

Solo unos primeros nombres en los que ya se nota la presencia de La Cámpora que al final será la "dueña" de varios ministerios clave que quedaran políticamente a cargo de Máximo Kirchner.

Aun no puede saberse se Alberto que insiste en afirmar que con él se tiene que acabar la grieta y la costumbre de echarle la culpa "al que estuvo antes". El, afirma, jamás hablará de "pesada herencia". Lo que no puede negarse que Alberto Fernández no hace más que abrir puertas para acoger a voluntarios para acompañar su gestión, en caso que resulte ganador en las elecciones de octubre. Ahora convocó a Florencio Randazzo, un hombre fiel al kirchnerismo que terminó traicionado por CFK que lo cambió por Aníbal Fernández que hizo la peor elección de la historia del peronismo en la provincia de Buenos Aires. Randazzo sigue enojado y ya se negó al diálogo con el candidato a presidente antes de las PASO. En estos días Fernández volvió a comunicarse y esta vez encontró al ex ministro de Trasporte más abierto al diálogo. El presidente del Partido Justicialista de Chivilcoy de donde es oriundo Randazzo,  Darío Speranza que mantiene una relación de amistad con el ex funcionario declaró el sábado: "No sabemos lo que saldrá de estas charlas con Alberto Fernández, él lo dirá en su momento. Sería importante que forme parte del gabinete. Si Randazzo es el hombre de consulta de Fernández, vamos a tener las puertas abiertas para hacer realidad los sueños de muchos chivilcoyanos". El propio Alberto dijo que esta semana tendrá una reunión con Florencio Randazzo.

MACRI ENCERRADO EN EL LABERINTO

El Presidente parece acumular dudas sobre los pasos a seguir hasta octubre. Aceptó la renuncia del ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne y convocó para reemplazarlo a Hernán Lacunza, el ex titular de la cartera económica de María Eugenia Vidal.

El primer encuentro de Lacunza fue con el presidente del Banco Central, Guido Sandleris, con quien tiene una fuerte amistad. Más tarde los dos se reunieron con el saliente Nicolás Dujovne. Hoy se verán cara a cara con Mauricio Macri a quien le presentarán un plan con las primeras medidas para tomar urgentes en esta semana.

Tras las reuniones que mantuvo para definir la estrategia de acción que encarará a partir de su asunción el martes. Lacunza hará los primeros anuncios  tras una semana de enorme incertidumbre.

Los temas más calientes y urgentes son el manejo de la tasa de interés, que viene siendo un instrumento adoptado por el BCRA para contener el dólar y la inflación; la evolución de la divisa, y la estrategia de intervención y las reservas. Por el momento no hay previstos más cambios en el gabinete, aunque ya son tres los ministros que enviaron sus renuncias a Macri para liberarlo si decide modificar su staff de colaboradores. ¿Necesita el presidente un Gabinete de campaña hasta octubre o con el quipo que tiene le basta?

Para empezar ya se desligó de Jaime Durán Barba después de una fuerte discusión con el consejero ecuatoriano que decidió apartarse de la campaña.

Otra versión que se hace cada día más fuerte es que Marcos Peña, sería desplazado por Miguel Angel Pichetto que pasaría a ser Jefe de Gabinete y también jefe de campaña. Por ahora el peso de Peña y su relación con Mauricio lo mantiene en su lugar. Esta semana será clave para saber si el Ejecutivo puede superar este nuevo movimiento del dólar y la inevitable suba de la inflación.

Será vital saber si la delegación del Fondo Monetario Internacional (FMI) que debería venir esta semana para decidir si a fines de septiembre le entregan al país la última cuota de crédito por 5.400 millones de dólares. Hasta ayer no había respuestas desde Washington y este es otro motivo para desesperar al gobierno que cuenta con esa plata para llegar con tranquilidad hasta enero.

En el corazón del Frente Juntos por el Cambio llevan haciendo cuentas durante toda la semana pasada, saben que tienen que recuperar al menos un tres por ciento de los votos y que e Juntos por Todos, caer la misma cantidad de puntos. Si esto sucediera Alberto Fernández no alcanzaría el 45 por ciento cifra necesaria para no tener que ir al ballotage. Y Macri con tres puntos más, quedaría  a menos de diez del ganador lo que obligaría a una segunda vuelta.

Pero son solo especulaciones porque nadie tiene en claro cuántos de los votos obtenidos por el kirchnerismo son en verdad "votos bronca" en repudio a la gestión de Macri. Tampoco puede calcularse en cuánto crecerá el número de electores que no votaron en las PASO. El Gobierno sabe que ganar el 27 de octubre es imposible por lo que el último camino que le queda es forzar el ballotage.

Esta semana Macri deberá definir varias cosas: si admite o no que hay una transición; si las medidas económicas tomadas hasta ahora, más las que se anunciarán el martes que son de neto corte populista, generarán votos o solo complicarán la situación económica; cuál será la estrategia para cumplir el doble papel de presidente y candidato sin debilitar ninguno de los dos roles. Hasta ahora todo parece indicar que el gran triunfo de Mauricio Macri será el de ser el primer gobierno no peronista en terminar su mandato.