El hombre que no podía escribir

Encomiable puesta de un texto de Arlt.

"Escritor fracasado", de Roberto Arlt. Dirección: Marilú Marini. Adaptación: Diego Velázquez, M. Marini. Escenografía y vestuario: Oria Puppo. Iluminación: O. Puppo, Omar Possemato. Música original: Nicolás Sorín. Intérprete: Diego Velázquez. En el Teatro Nacional Cervantes.

Se repuso en la sala Luisa Vehil del Teatro Nacional Cervantes "Escritor fracasado", la obra adaptada por Marilú Marini y Diego Velázquez, que sin duda es un titulo que ningún aficionado al teatro y a la literatura debería perderse. Roberto Arlt, el reconocido novelista, cuentista, dramaturgo y periodista argentino, es encarnado en esta pieza por Velázquez, quien nos recibe en bata desde la escalera que lleva a la sala. Ya desde antes de tomar asiento somos observados por este particular y difícil personaje al que el actor le imprime toda la carga emocional y los matices que requiere.

Cuestionado por su manera de escribir, Arlt recorrió diversos campos como la literatura, el periodismo, la crítica y la dramaturgia, ámbito al que se dedicó durante los últimos años de su carrera: "La isla desierta" (1938), "La fiesta de hierro" (1940) y "El desierto entre la ciudad" (1952) fueron algunas de sus obras estrenadas.


En "Escritor fracasado", cuyo texto forma parte del libro "El jorobadito y otros cuentos", el Arlt que se nos presenta logra capturar nuestra atención y nos hace cómplices de su intimidad a través de un relato que revive experiencias y reflexiones propias, y que da cuenta de la vanidad, la ambición y las promesas de un irónico y bipolar escritor que no puede escribir más. "¿Hasta que punto es posible engañarse a sí mismo?"."¿Por qué no podía producir?", se pregunta el autor, mientras el público expectante sigue el hilo del intrincado material. La mediocridad, la vanidad y el rol de la crítica son algunos de los temas que recorre la obra con inteligencia y fluidez.

EN ARMONIA
Resulta muy difícil en un unipersonal, en donde el texto es tan relevante, mantener la atención del público durante todo el relato. Sin embargo, el trabajo impecable y detallista de la dupla Marini-Velázquez lo logra desde un primer momento. Dirección, actuación y dramaturgia se fusionan con armonía, profesionalismo y entrega.

Un trabajo complejo realizado de manera impecable.

Calificación: Excelente