Lactancia materna: un derecho y un seguro de vida para el bebé

La leche materna contiene más de 370 componentes específicos que inmunizan a los niños frente a diversas enfermedades, volviéndose el alimento más nutritivo para ellos. Aporta toda la energía, nutrientes y anticuerpos que el lactante necesita, asegurando un óptimo desarrollo psicológico, nutricional, hormonal e inmunológico.

Sus componentes protegen al niño mientras su sistema inmunitario completa su desarrollo, protegiéndolo de enfermedades como catarros, bronquiolitis, neumonía, otitis, infecciones de orina. A su vez, la densidad de la leche materna ayuda a la fácil asimilación, previniendo incomodidades del sistema digestivo del infante, como diarrea, estreñimiento, cólicos. Reduce la predisposición a enfermedades respiratorias, previene alergias y favorece el correcto desarrollo de la mandíbula, los dientes y el habla.

A partir de la lactancia, el bebé puede percibir la voz, el olor y el latido cardiaco de su mamá, volviendo a sentir aquellos momentos de tranquilidad en los que se encontraba en el vientre. Estas sensaciones lo reconfortarán satisfaciendo necesidades psicológicas del niño, como la proximidad y seguridad, y favorecen su autoestima y relación con la mamá.

Desde Fundación Barceló aclaran algunos mitos que existen en torno a la lactancia materna: 

* Si no produzco suficiente leche, no sirvo para amamantar. FALSO. Muchas mujeres dejan la lactancia porque creen que su cantidad de leche es insuficiente para alimentar al bebé. Esto es un mito. El pecho produce la leche en función de las demandas del niño. La lactancia temprana, frecuente y a demanda del bebé es el mejor punto de partida para aumentar la leche materna. Aún en aquellos casos donde ésta se considere insuficiente para saciar al bebé, es importante amamantar para transmitirle los anticuerpos necesarios, pudiendo complementar con leche maternizada.

* Los pezones invertidos impiden la lactancia. FALSO. Durante las últimas fases del embarazo, los pezones van cambiando. Seguramente al nacer el bebé se encuentran en condiciones de amamantar. También se pueden utilizar pezoneras, que se adaptan al pecho y permiten al bebé agarrarse de manera adecuada sin interferir en la producción de leche.

* Tomar medicamentos o estar resfriada es incompatible con la lactancia. FALSO. A través de la leche materna el lactante sigue recibiendo defensas. Algunos medicamentos son desaconsejados durante la lactancia, por lo que conviene consultar al médico.

* Beber más leche produce más leche. FALSO. La cantidad de leche que produce la madre depende de lo que ingiera el bebé, no del consumo de leche u otros alimentos por parte de la madre. También suele relacionarse la falta de leche con estrés u otras patologías, lo cual es falso: la cantidad depende del consumo/vaciado del seno, no de otro factor.

* A los seis meses se debe retirar la lactancia. FALSO. Expertos de la Organización Mundial de la Salud y otras instituciones pediátricas están de acuerdo en que la fecha de los seis meses no es el límite para dejar de dar el pecho, sino el punto de partida para incorporar, poco a poco, una alimentación complementaria hasta los dos años.

PROTECCION PARENTAL

"Se considera que la leche materna es el mejor seguro de vida para los niños menores de seis meses. Este año, la Semana Mundial de la Lactancia Materna -que se celebra entre 1 y el 7 de agosto) busca promoverla y apoyarla, a través de políticas sociales de protección parental", afirma la doctora Cristina Osio, jefa de Neonatología del sanatorio Otamendi.

Según apuntó la especialista, bajo el lema "Empoderémonos, hagamos posible la lactancia materna", la iniciativa apunta a promover lugares de trabajo que apoyen la maternidad y la paternidad (tanto en el sector formal como informal); valores que enaltezcan la maternidad y la paternidad, y normas sociales equitativas relacionadas con el género.

"En la Argentina sólo el 50,4% de las trabajadoras y 49% de los trabajadores reciben licencias por maternidad o paternidad", detalló Osio, quien contrapuso que "a nivel mundial la lactancia materna podría evitar 823.000 muertes al año y 20.000 por cáncer de mama". 

Según enfatizó la neonatóloga, la lactancia materna es un proceso fisiológico que brinda al bebé beneficios en su ingesta balanceada de grasas, proteínas, minerales y vitaminas. Debido a los componentes únicos -que no existen en las leches de fórmula- protege de las infecciones como diarreas y otitis. "Además, la leche materna es el alimento más completo que puede recibir el bebé, sin embargo, la cifra de bebés -de hasta seis meses- que tienen este privilegio no llega al 40 %", se lamentó.

En opinión de Osio, el empoderamiento es un proceso que requiere información y apoyo basados en la evidencia para crear un entorno propicio para que las madres puedan amamantar de manera óptima.
Respecto de los mitos sobre la lactancia materna que deben derribarse, la neonatóloga aclaró que no es cierto que cuando la madre está enojada, asustada o estresada no deba dar de lactar. "Es normal que el estrés, sentir miedo o cualquier otro tipo de emoción de manera constante pueda alterar el flujo de leche como una respuesta momentánea del cuerpo ante la ansiedad", tranquilizó. 

También afirmó que es un error creer que una vez que se interrumpe la lactancia no se puede volver a amamantar. "Para retomar la lactancia es necesario contar con una técnica adecuada y asesoramiento. Los bebés pueden retomar la lactancia luego de un cambio de leche materna a fórmula", recordó.

Por último, destacó que es necesario saber que la lactancia materna es un derecho y la responsabilidad de una buena nutrición es compartida. "Se sabe que cuando los padres, las parejas, las familias, los lugares de trabajo y la comunidad la apoyan, la lactancia materna mejora. Todos debemos protegerla, promoverla y apoyarla", finalizó.