Dardos políticos y conjeturas­

­El informe final de la comisión parlamentaria investigadora de la pérdida del submarino ARA San Juan tuvo dos facetas. Una política, que terminó siendo partidista, y otra técnica, que no aportó más que hipótesis

En el primer caso la campaña electoral generó expectativas exageradas. Se esperaban acusaciones flamígeras, pero si bien el texto producido por los legisladores atribuyó `responsabilidad política' al ministro de Defensa, Oscar Aguad, y por extensión al presidente Mauricio Macri y al jefe de Gabinete, el presidente de la bicameral, el senador filo K José Ojeda, tuvo la prudencia de no utilizar mediáticamente la presentación del informe para atacar al Gobierno.­

A pesar de que había convocado a conferencia de prensa, no respondió preguntas y se limitó a hacer leer al secretario de la comisión un resumen sin referencias directas a funcionarios gubernamentales

¿Qué se imputa a Aguad? "Desmanejos". "Falta de conducción de la crisis", "ocultamiento" de información a los familiares y "dilación" en la contratación de la empresa que finalmente encontró a la nave. El informe, sin embargo, también admite que el ex jefe de la Armada ocultó inicialmente a las autoridades civiles el incendio en el submarino que aparentemente desencadenó la tragedia. En realidad de lo que se acusa a Aguad es de no asumir todo el costo político de malas decisiones que había tomado una cadena de mandos navales dividida e inepta. La acusación a Macri resulta menos convincente todavía. Se le imputa ``bajo nivel de involucramiento'' en el hecho y ``falta de empatía con los familiares''.­

¿Por qué ocurrió esto? Porque el Gobierno consintió algo insólito para la política nativa: crear una comisión que lo investigara integrada con mayoría opositora. Al principio había cuatro oficialistas, cuatro K y cuatro peronistas no K, pero la polarización de la campaña rompió el equilibrio y quedaron ocho peronistas K y filo K de un lado contra cuatro defensores del Presidente. Difícil desperdiciar semejante oportunidad.­

En cuanto a lo que realmente pasó con el submarino, los legisladores no pudieron ir más allá de las hipótesis. El 14 de noviembre de 2017 el capitán de la nave informó un incendio de las baterías y siete horas después avisó que lo había apagado e iba a inmersión. En 1995 se había producido en el submarino un incendio similar y habían tardado 48 horas en apagarlo. Se presume que el incendio continuó latente y generó la tragedia. Los tripulantes perdieron el control de la nave que se precipitó al fondo del océano. Pero es apenas una conjetura. Apunta a una mala maniobra de un capitán que ya no puede defenderse.­