Buena Data en "La Prensa"

¿Decidimos libremente nuestro voto?

     

 

 

Por Carlos A. Ialorenzi


La consultoría política se ha desarrollado notablemente en los últimos años. Hoy varias agrupaciones políticas, están asesoradas por consultores que también lo hacen con candidatos de otros países.
Los partidos más poderosos monitorean periódicamente a la población. Además de encuestas, realizan Focus Group y hacen microsegmentación de la sociedad a través de la utilización de páginas web y redes sociales, lo que les permite conocer las preferencias, edades, nivel educativo y económico de las personas.

DATOS ALARMANTES
Algunos profesionales de esta actividad sostienen que entre un 80 y un 90% de los votantes, deciden el voto por amor o por odio y que luego lo justifican racionalmente. Además, si tomamos en cuenta que a la inmensa mayoría de los ciudadanos no les interesa conocer las plataformas partidarias, cosa que tampoco parece interesarles difundir a los partidos políticos, es una realidad más que preocupante.
Por un lado, santificamos a la democracia, pero por otro descreemos en general de los políticos y como ciudadanos parece que nos asumimos como tales cuando vamos a votar. Esto hay que cambiarlo. Nos encanta vivir en una república, ser libres y votar, pero la mayoría no busca informarse políticamente para poder controlar a los políticos y que estos sean efectivamente sus representantes. No elijamos a los que nos caen simpáticos solamente o por oponernos a otro. Pensemos en elegir gobernantes que defiendan nuestros valores, que sean honestos y que gobiernen para el bien común, respetando la Constitución Nacional.
Hace casi 36 años que tenemos gobiernos constitucionales ininterrumpidamente y el país a empeorado en varios temas. Además del crecimiento de la pobreza y la inseguridad, somos quizás el único país del mundo que convive desde hace siete décadas con alta inflación. Recordemos que cuando comenzó el gobierno de Raúl Alfonsín teníamos el peso argentino, después vino el austral y el peso convertible que luego dejó de serlo y se convirtió en el peso actual que técnicamente no reúne las condiciones de ser una moneda.
Todavía seguimos soportando las famosas listas sábana, pero a los políticos eso no les molesta. Solo pusieron el cupo femenino como si varones y mujeres fuésemos de especies distintas.

NO SOLO ES LA ECONOMIA
Me viene a la memoria una frase conocida durante la campaña electoral en la que fue elegido presidente de los EE.UU. Bill Clinton: "Es la economía estúpido". Parece que cuando hablamos de política lo único que nos interesa es la economía. Todos necesitamos dinero para vivir, para pagar nuestras obligaciones o para invertir. Nadie lo minimiza, pero hay otros temas que descuidamos y son fundamentales. Hace cuatro años el gobierno anterior decidió apresuradamente deshacerse del Código Civil de Vélez Sársfield, por otro totalmente nuevo y la ciudadanía no se inquietó. Quizás con actualizar algunos artículos hubiera sido suficiente.
Pero el año pasado hubo un hecho que logró despertar al gigante dormido. El presidente Macri decidió habilitar el debate de una ley de aborto en el Congreso de la Nación y aclaró que no la vetaría, pese a haber declarado en el Congreso Eucarístico Nacional en 2016 en Tucumán: "Proteger la vida desde la concepción hasta la muerte". Habían pasado tan solo cuatro meses de las legislativas de octubre de 2017 y en la campaña no habían propuesto el tema. Por suerte millones nos manifestamos en contra y el Senado lo rechazó.

RATONES DE LABORATORIO
Creo que en estas elecciones los ciudadanos estamos ante un gran desafío. Tenemos que tomar conciencia que los profesionales de la consultoría política nos vienen monitoreando desde hace mucho tiempo, y en esta sociedad de masas globalizada, saben como vamos a reaccionar ante determinada circunstancia.
Las PASO se convirtieron en una gran encuesta nacional. Recordemos que el sentido de estas era para que los partidos tuvieran elecciones abiertas de candidatos y no que sigan siendo puestos por las cúpulas de cada agrupación.
Por favor, reflexionemos. No votemos pensando en lo que dicen los encuestadores, la televisión y los demás medios de comunicación. No sigamos eligiendo al que nos parece menos malo. ¿Para que sirve votar así? Los políticos deben gobernar para el bien común y no para convertirse en una casta privilegiada mantenida por todos nosotros.
En estas PASO no votemos por miedo. Tenemos la gran oportunidad de hacer competir en las elecciones generales, a quien sostenga nuestros valores. No va a pasar otra cosa. Los que defendemos las 2 vidas, la familia y nos oponemos a la ideología de género, tenemos la obligación de empezar a actuar en consecuencia. No nos fijemos en lo que dicen los encuestadores. Esto de imponer que la elección se va a dirimir entre dos fórmulas viene siendo fogoneado desde hace mucho tiempo. Si seguimos haciéndoles caso obviamente se va a dar esa situación. Votemos por nuestras convicciones y que no nos tomen por ratones de laboratorio.


* El lector podrá seguir a Buena Data en:
www.buenadata.org
Instagram: @buenadata
Twitter: @BuenaDataOK
Facebook: @BuenaDataARG