El actor italiano, conocido por su participación en tiras juveniles, inicia un camino como cantante solista

Nueva vida para Ruggero Pasquarelli

Fenómeno en las redes sociales, con una interesante participación en la novela "Argentina, tierra de amor y venganza", dio a conocer un primer single y sueña con llegar al Festival de San Remo.

 

La vida de Ruggero Pasquarelli se divide en dos dimensiones. Una, en la que es una estrella del mundo adolescente luego de su exitoso paso por las tiras "Violetta" y "Soy Luna"; la otra, en lo que respecta al espectáculo adulto, donde tiene que demostrar lo buen actor y cantante que es porque aún no lo conocen. En la primera, los avales son sus 7,6 millones de seguidores en Instagram (como parámetro, Marcelo Tinelli cuenta con 6,6 millones); en la segunda, talento y simpatía son sus cartas de presentación.

Italiano nacido en Pescara en 1993, llegó a la Argentina luego de su explosión en el programa "Factor X" y de su incursión en Disney Italia con la novela "In Tour". Con Diego Maradona como ídolo por la sangre napolitana de sus padres, y fanático de sus coterráneos Pino Daniele y Tiziano Ferro, el artista habló en exclusiva con La Prensa. Una charla distendida con el joven actor, dedicado hoy de lleno a la producción de su primer disco.

"Cuando surgen posibilidades que me pueden nutrir desde lo artístico, las acepto, como los personajes de Toro y Giancarlo en "Argentina, tierra de amor y venganza". Fue una linda experiencia hacerlos, junto con actores como Benjamín Vicuña, Gonzalo Heredia y la China Suárez, pero en mi cabeza está la decisión de dedicarme exclusivamente a la música. No soy de pedir consejos pero sí miro las carreras de otras personas que son como un faro. Tini (Stoessel) es una de ellas, que triunfaba en la actuación y hoy es una de las cantantes más importantes del país".

-Su historia con el arte comenzó en Italia, en un programa de talentos...
-Yo quería ser cantante y por eso me presenté. Pero el jurado me vio con más facetas y me pedía que actúe y baile, y me mandó más hacia la comedia musical. Quería rockearla y no pude, pero hoy lo agradezco. Y las cosas de la vida hicieron que justo quedara eliminado en una performance teatral. Salí sexto y cuando pensé que debía volver a mi banda y a mi vida en Pescara, me llamaron de Disney Italia para el programa "In Tour".

-En Italia los chicos tienen solo una meta: ganar el Scudetto con su equipo, el Napoli en su caso.
-Sí, de chico quise ser futbolista, lo intenté, pero me di cuenta que no era lo mío. No era malo pero tampoco me destacaba y la verdad es que me gustaba mucho la música. Una gran influencia fue Pino Daniele, un bluesman increíble que aún lo tengo en el altar, junto a Maradona. También Tiziano Ferro fue un gran espejo en mi adolescencia. De más grande seguí a Michael Bublé, el crooner que me terminó de moldear la voz.

UNA VOZ REAL
-De adolescente tenía su banda de rock.
-Tuve mi banda con la que hacíamos covers de AC/DC y Queen, pero el camino se fue desviando poco a poco. Era muy fan del programa "Factor X" y quería probarme. Mi padre me puso a prueba: si quería ir tenía que llamar yo. Y me animé, llamé y fui. Se grababa en Milán y por tres meses estuve ahí, sin ver a mi familia. No era "Gran Hermano" porque no había cámaras filmándonos todo el tiempo, pero era un loft con todos los instrumentos a disposición. Teníamos mucho tiempo para componer y estábamos rodeados de profesionales tremendos.

-¿Cómo fue que llegó a nuestro país para actuar en "Violetta"?
-Estando en Disney Italia con "In Tour" piden desde Buenos Aires un actor italiano. Yo no sabía una sola palabra de castellano. Para mí la Argentina eran Maradona y la carne, nada más. Me traían por dieciséis capítulos y la idea era que me doblaran. Desde que acepté, pasó una semana y ya estaba en Buenos Aires. Aprendí lo que pude pero como gustó mi acento, porque estudiaba el guion de memoria y lo decía por fonética, dejaron mi voz real. Fue una gran satisfacción.

-De dieciséis capítulos a siete años viviendo acá. Algo salió bien.
-Después de esa participación regresé a Italia pero me volvieron a llamar porque me querían para toda la segunda temporada de "Violetta". Ahí hice sólo cuarenta capítulos por un tema de calendario, y ya después me quedé. Mis padres me apoyaron en todo y aunque no vinieron conmigo, entendieron que estaba tras mi sueño.

SUEÑO POSTERGADO
Los sueños de Ruggero Pasquarelli no conocen de fronteras. En su agenda figuran futuros conciertos en Ciudad de México, Madrid y Buenos Aires, mientras su manager reconoce que el regreso a Italia está al caer. Su deseo ya no pasa por protagonizar una tira sino por ganar San Remo y realizar conciertos multitudinarios. Pero no todo fue color de rosa en sus inicios. Aunque no lo demuestre, sabe lo que es el sacrificio y la lejanía.

"En plena gira de "Violetta" ya tenía en la cabeza volver a Italia y ponerme a cantar. Pero surgió la posibilidad de hacer "Soy Luna" y al principio no lo tomé bien porque representaba postergar una vez más mi sueño, estar otra vez lejos de mi familia y de mi novia Candelaria (Molfese), que seguía en la gira por Europa. Lloré mucho y maldije todo, pero entendí que era un proyecto gigante. Eso sí, se sumaba saber patinar, cosa que nunca había hecho. Fueron cuatro meses de ensayos de hasta seis horas diarias de patín. Las ampollas me mataban. Semanas de vendarme, practicar, caerme y volver a practicar con un dolor terrible. Un tiempo de mucho bajón que me sirvió para componer", admite.

-¿Qué representa la Argentina para usted?
-Si bien mi familia de sangre sigue en Italia, en la Argentina tengo a mi novia, a mis amigos y las posibilidades laborales por las que siempre peleé. Tengo al mate, la carne y la verdad es que somos muy parecidos. Estando en Buenos Aires me siento en Nápoles.

-Lo oí hablar varias veces de San Remo.
-Para todo italiano San Remo es la gloria. Es mi sueño participar con una canción que crea que pueda ganar. Para los Grammys, que son más de este continente, me falta trayectoria. Recién estoy empezando y para conocer al verdadero Ruggero todavía falta.

DESCONECTADO
-Con casi ocho millones de seguidores en Instagram, con una sola foto que suba a las redes llega a más gente que con cualquier nota que dé. Por eso muchos influencers rechazan dar entrevistas.
-Yo valoro todo lo que no está en la red. Hablando con un periodista aprendo muchísimo más que con cualquier publicación que pueda hacer. Esos mensajes los puedo mandar desde el baño si quiero; en cambio, una charla con un periodista me hace salir de mi mundo. Además, así me pueden conocer personas que no tienen idea quién soy. Si me limitara a mis redes sería un necio y me iría mal en la vida.

-¿Qué Ruggero escucharemos en su primer single, "Probablemente"?
-Un paso intermedio entre lo que fui y lo que quiero ser. Es una canción compuesta por mí, que da inicio a mi primer disco en solitario. Es un pop latino europeo. Pero por sobre todo ritmo, conocerán mi esencia artística hoy.