Adicción a los videojuegos: un desafío mayor que el alcoholismo y la drogadicción

Aunque la clasificación de este trastorno ha despertado controversias, los expertos coinciden en que sus consecuencias pueden ser graves para la salud. La importancia de reconocer los síntomas y los consejos para prevenirlo.

"La adicción a los videojuegos es más difícil de tratar que la adicción al alcohol o a las drogas, porque internet está en todas partes", sostiene el doctor Susumu Higuchi, director del Centro de Medicina y Tratamiento de Adicciones de Kurihama, en la Prefectura de Kanagawa (Japón), en un artículo publicado en el último número del "Boletín de la Organización Mundial de la Salud".

El experto detalla que quienes sufren este tipo de adicción no son capaces de limitar el tiempo que pasan jugando y continúan haciéndolo a pesar de las consecuencias negativas que les causa, como el abandono de la escuela (casi tres cuartas partes de los pacientes están en edad escolar) o la pérdida de su empleo.

Higuchi es coautor de una revisión reciente de la bibliografía, titulada "Cross-sectional and longitudinal epidemiological studies of internet gaming disorder" (Estudios epidemiológicos transversales y longitudinales del trastorno por uso de videojuegos en línea), en la que se concluyó que la prevalencia de esta adicción en las muestras estudiadas oscila entre el 0,7% y el 27,5%. 

"De acuerdo con esta revisión de la bibliografía, la zona geográfica influye poco en la prevalencia", afirma por su parte Vladimir Poznyak, experto de la OMS en consumo de sustancias y conductas adictivas, quien apunta que según otros trabajos la prevalencia del trastorno por uso de videojuegos en línea oscila entre el 1% y el 10% en Europa y Norteamérica.

En el mismo artículo del boletín de la OMS, la doctora Sophia Achab, directora del programa sobre comportamientos adictivos en el Hospital Universitario de Ginebra, subraya que hay un aumento constante en el número de personas que padecen trastornos relacionados con los videojuegos y que además este incremento se da en especial entre varones jóvenes.

Entre los factores que contribuyen a generar la adicción, además de la clase de personalidad de los jugadores y su entorno, se encuentra el tipo de videojuego. En ese sentido, Achab evalúa que los sistemas de recompensa (a menudo, las denominadas "cajas de botín virtuales") que ofrecen objetos virtuales (como armas y armaduras) o recompensas "reales" (por ejemplo, suscripciones a emisiones en directo) son peligrosos. "La búsqueda de recompensas empuja a los jugadores a continuar jugando para lograr victorias reales o virtuales", enfatiza.

Además, señala que los juegos que permiten jugar en línea con muchos otros jugadores también resultan un riesgo: "Esto puede ser emocionante para la mayoría de la gente, pero sobre todo para los chicos a quienes les cuesta socializar".

En tanto, Higuchi menciona que los premios en dinero constituyen otro aspecto que puede aumentar el peligro de caer en la adicción. "Muchos de mis pacientes consideran la posibilidad de ganarse la vida con el juego. Esta pretensión hace que aumente la dimensión de su trastorno", remarca.

RECONOCER EL PROBLEMA

De acuerdo con los especialistas, los tratamientos del trastorno por uso de videojuegos buscan que el paciente reconozca su adicción y reconecte con la realidad.

Según precisa el artículo de la OMS, Higuchi combina la terapia cognitivo-conductual con el desarrollo de habilidades sociales y los programas centrados en la actividad física. Por su parte, Achab utiliza la psicoterapia para que el paciente reconecte consigo mismo, con sus objetivos vitales y con su entorno social.

Tras realizar una consulta de cuatro años de duración con el objetivo de añalizar las repercusiones de los videojuegos para la salud pública y definir claramente el "trastorno por uso de videojuegos", la OMS incluyó este trastorno en la 11.» edición de la Clasificación estadística internacional de enfermedades y problemas relacionados con la salud (CIE-11), que estandariza los criterios para diagnostigar ciertas afecciones.

La decisión de incluir una nueva categoría diagnóstica en la CIE-11 es motivo de controversias. Asociaciones del sector de los videojuegos y algunos investigadores y profesionales de la salud mental opinan que, puesto que no hay suficientes conocimientos sobre los efectos de los videojuegos en las personas, esta inclusión es prematura, podría dar lugar a un sobrediagnóstico y alimenta el denominado "pánico moral" acerca de los videojuegos en línea y la estigmatización de los jugadores.

"La inclusión del trastorno por uso de videojuegos en la CIE-11 permitirá diagnosticarlo y tratarlo correctamente, así como llevar a cabo el seguimiento, la vigilancia y la investigación necesarios para conocer mejor su prevalencia y su impacto", contrarresta Poznyak.

CRITERIOS DIAGNOSTICOS

En un texto en el que explica "cómo detectar si sus hijos son adictos a los videojuegos", la investigadora del departamento de Tecnología y Aprendizaje de la Universidad del Oeste de Sídney, Joanne Orlando, aclara que este tipo de trastorno no solo afecta a los niños sino que puede darse en jugadores de cualquier edad.

"La condición no se define por jugar demasiado o por el número de horas que se pasa jugando sino más bien por el hecho de que jugar interfiera con la vida diaria de la persona", apunta.

Por eso, detalla que para ser diagnosticada con adicción a los videojuegos la persona tiene que demostrar estos tres síntomas por al menos 12 meses:

- Perder el control sobre el juego.

- Priorizar el juego al punto de que se vean relegados otras actividades e intereses.

- Continuar jugando a pesar de producir efectos negativos sobre el trabajo, la escuela, la vida familiar, la salud, la higiene, las relaciones personales y la situación financiera.

El trastorno se enfoca solo en los videojuegos y no incluye otras conductas digitales como el uso excesivo de internet, las apuestas online, el uso de redes sociales o smartphones.

Orlando también pone de manifiesto que la adicción se relaciona con el juego en cualquier tipo de dispositivo, aunque la mayoría de los que sufren esta clase de problema juegan principalmente en internet.

Si bien millones de niños y adultos usan videojuegos, solo una pequeña proporción desarrollará una adicción.

Respecto del debate que abrió la inclusión de la adicción a los videojuegos en la CIE-11, la investigadora australiana comenta que la Asociación Americana de Psiquiatría (APA, por sus siglas en inglés) no está convencida por dos motivos principales: uno es que el problema a menudo se da en conjunto con otros factores tales como la soledad, o patologías de salud mental como ansiedad y depresión. "La APA argumenta que la adicción a los videojuegos puede ser un síntoma de estos otros factores, más que una condición única", enfatiza Orlando, quien indica que esta asociación de psiquiatría también reprocha la falta de evidencia e investigación sólidas que apoyen que este trastorno es una adicción en sí misma.

CONSEJOS

La especialista en Tecnología y Aprendizaje ofrece una serie de recomendaciones dirigidas a los padres con el objetivo de fomentar un vínculo saludable entre los niños y los videojuegos: 

* Fomentar el deporte y la actividad física. Esto puede aumentar los niveles en sangre de serotonina y lograr un efecto positivo sobre el estado de ánimo y los síntomas de uso problemático de los videojuegos.

* Dialogar con ellos. Hablarles a los niños sobre qué es lo que les gusta de jugar videojuegos y por qué quieren hacerlo regularmente, permite identificar si hay otras cuestiones que estén viviendo y por las que puedan estar usando los videojuegos como un escape.

* Buenas opciones. Al llamar a los niños para que dejen de jugar videojuegos, es bueno asegurarse de que tengan otra actividad para hacer en cambio, como salir a pasear o cenar en familia.

* Tiempo para terminar. Al llamarlos para que dejen de jugar, hay que darles tiempo a que terminen el juego. Llamarlos continuamente en el medio del juego puede ser frustrante y conducir a peleas. Una buena opción es preguntarles cuánto les falta para terminar el juego y luego asegurarse de que dejen de jugar cuando el juego concluyó.

"Dado que los videojuegos constituyen un aspecto significativo de la vida de los jóvenes, es importante guiarlos en un uso saludable y equilibrado lo más temprano posible, desde corta edad", recuerda Orlando, quien aconseja incluir el tema del uso de los videojuegos y otras tecnologías en las conversaciones familiares, ya que esto mantendrá abierta la comunicación y ayudará a identificar cualquier conducta problemática de forma precoz.