Qué buena noticia nos dio usted ayer doctor Claudio Bonadio cuando lo vimos subir las escaleras de los tribunales de Comodoro Py nuevamente. Y los que nos alegramos no somos los que estamos de un lado u otro de la grita, sino los que defendemos la Justicia independiente, los magistrados incorruptos, los hombres valientes que administran la ley. No somos anti nada sino pro democracia y pro república.
Fue muy bueno verlo llegar como todos los días a su despacho, con el nuevo look de su boina negra y ese gesto adusto que un día le puso a su cara como si fuera una marca de fábrica. Bonadio se había tomado a partir del 1 de mayo una licencia por unas vacaciones que le debían.
Sin decir nada utilizó esos días para someterse a una intervención quirúrgica en la cabeza producto de una vieja dolencia. Estiró su permiso que en principio era hasta el pasado jueves 16 una semana más, hasta ayer.
Al día siguiente de comenzar su licencia, los inmorales agrietados no dudaron en anunciar que estaba a punto de morirse, que ya no volvería más a trabajar, que no había quedado con todas sus facultades enteras y hasta alguno pronosticaron que si regresaba debían someterlo a test psicológicos para saber cómo estaba su salud mental. Los medios y periodistas que aun viven del kirchnerismo lo recibieron como una gran noticia, incluso en algún canal de televisión se celebró el hecho con un brindis.
Un viejo montonero avenido en periodista alcahuete del poder de turno, aseguró que Bonadio se moría y que ya había que buscar nuevos jueces para repartir las causas de su juzgado, curiosamente todas vinculadas a la corrupción del anterior gobierno.
Por suerte como dice el dicho de un personaje de "El mentiroso" de Pierre Corneille, "Los muertos que vos matáis gozan de buena salud" y por eso los hombres de bien nos sentimos felices ayer cuando lo vimos subir de nuevo las escaleras, tomar el ascensor e instalarse en su despacho del cuarto piso de Comodoro Py después de saludar con mucho cariño a sus colaboradores que no fue poco lo que les hicieron padecer.
Y como para demostrar que sus "facultades" seguían intactas en el primer día de su regreso al trabajo, Bonadío dio por cerrada la instrucción del caso de los documentos históricos hallados en la casa de Cristina Fernández en el Calafate, un prontuario del ex presidente Hipólito Yrigoyen y una carta que José de San Martín le escribió desde Francia al patriota chileno Bernardo O'Higgins en 1835. El pasado 8 de mayo, la Cámara Federal confirmó el procesamiento de la ex presidente por incumplimiento de los deberes de funcionario público explicando que la ex mandataria debió haberlos entregado al Archivo General de la Nación y ahora la causa ya quedó lista para ir a juicio oral.
Mientras usted se reponía, apareció en escena un candidato a presidente por el movimiento Unidad Ciudadana que no dudó en amenazarlo y asegurar que si gana las elecciones lo primero que va a hacer en revisar sus fallos junto al de otros magistrados federales. Sabemos que a usted no van a amedrentarlo y menos un político que no hace mucho defendía sus instrucciones contra la viuda de Kirchner.
Cosas de la política estimado Bonadio, usted ya es un zorro viejo y sabe que hay que pasar por estas amenazas, estas injurias y estas calumnias. Por todo esto fue un alivió verlo regresar a lucha por esclarecer al menos una parte del feroz latrocinio cometido contra los bienes del Estado.
Bienvenido doctor, en mi nombre y en el de millones de argentinos queremos decirle que estamos a su lado, que apoyamos lo que hace, su valor, su independencia y sobre todo, esa defensa a ultranza de la Justicia que garantiza el mantenimiento nada menos que del sistema democrático.
V. CORDERO