Larga vida al teatro clásico

Renace en una puesta del director Marcelo Silguero la figura de Cleopatra que imaginó Shakespeare. El ego de los actores y el teatro independiente en época de crisis.

 

En los últimos diez años, el actor, dramaturgo y director de teatro Marcelo Silguero fue elevando su vara artística. No sólo hizo el paso lógico de los sótanos alternativos a salas independientes de la avenida Corrientes, sino que poco a poco fue agrandando los elencos, mejorando el vestuario y multiplicando sus producciones. En "Cleopatra", su nueva propuesta, reúne a quince artistas en escena, más la música original de Angel Mahler, para contar la historia que supo escribir William Shakespeare.

¿Cón qué se encontrará el público en esta segunda temporada de "Cleopatra"? La puesta tiene un elenco renovado pero mantiene la misma estructura que el año anterior, "con la diferencia de que ahora incluimos escenas que habían sido recortadas por un tema de presupuesto, y dos coreografías de esclavos y guerreros con la música de Mahler", cuenta el director. "Esto le da una fuerza diferente y hace que Cleopatra transite su historia de manera más dramática. Haber logrado el apoyo cultural de la Embajada de Egipto creo que demuestra la calidad de la pieza".

-El elenco está compuesto por actores independientes. ¿Es difícil coordinar ese asptecto en tiempo de crisis?
-Es difícil pero cuando hay pasión y ganas de hacer las cosas bien, todo es posible. Trabajo con actores que ya tienen experiencia y, sobre todo, respeto por el teatro y el compañero. De cualquier modo, hay que entender sus otros trabajos y horarios, porque ellos no viven del teatro y es ahí cuando los ensayos se hacen en horarios de trasnoche o bien, en escenas separadas hasta llegar más cerca del estreno y ensamblar todo.

-Al menos no tiene que lidiar con los egos de los actores profesionales.
-En todos lados hay egos. Existen actores independientes que se creen más que Ricardo Darín y Norma Aleandro juntos. Y cuando eso sucede, prefiero no trabajar con ellos porque se dificulta el proceso de construcción y creación. Para mí, la única estrella es la obra y los actores deben sumergirse en ese mundo para transitar los personajes de la mejor forma. Todo actor debe estar a disposición del texto que realiza sin poner su ego por delante. 

CLASICOS Y ESTRENOS
Egresado de la escuela de Agustin Alezzo y alumno de María Vaner y Juan Carlos Gené, Silguero estrenó en los últimos años, entre otros clásicos, "Medea", "Juana de Arco" y "Julio César". La segunda temporada de "Cleopatra" se puede ver ahora, los sábados a las 19.30, en el teatro Losada (avenida Corrientes 1551). Encabezan el elenco Paula Cantone, Juan Lucero, Alejandro Chagas y Ana Takko.

-Hace años que alterna obras de su autoría con piezas clásicas. ¿Qué le brindan unas y otras?
-El teatro clásico me apasiona desde siempre, es la base de todo. Transitar por estos textos me hace crecer no solo como artista sino como persona. Comprender lo que está sucediendo en cada oración, cada palabra, procesarlo y materializarlo es una satisfacción inexplicable. Y cada tanto me gusta estrenar obras de mi autoría para probarme y saber que también lo puedo hacer en su medida. No es nada fácil escribir una obra y llevarla a cabo. Llevo treinta años en el mundo del teatro y todavía sigo aprendiendo.

-Montar una pieza como "Cleopatra" en el circuito alternativo es impensado.
-"Cleopatra" es una obra muy costosa. Tiene mucha inversión en vestuario (realizado por el modisto Jorge Sandoval) y escenografía. Y si bien conté con la ayuda de compañeros del elenco en cuanto a lo económico, es tanta la pasión por lo que hacemos que no pensamos si ganamos o perdemos. La famosa frase "hoy comemos faisán y mañana las plumas" es real, y en el off son más las plumas que otra cosa.

Ya el seguro de sala por abrir el teatro es un costo que a veces no se recupera con la función. Y a partir de ahí se piensa cuánto cobrar una entrada para recuperar algo de lo invertido y que el público pueda pagarlo, sabiendo que no va a ver a ninguna figura de la tele sino a desconocidos dejando el alma sobre un escenario. Sueño con que un día un productor importante golpee a mi puerta.