Reflexiones electorales

Claves de la política. Como advirtió Julio María Sanguinetti, la Argentina precisa dirigentes políticos "normales" en la próxima administración. ¡Lo que podría ganar Cristina con un giro hacia la coherencia y la moderación!

POR EDUARDO FRACCHIA *

La Argentina está enfocada en las próximas elecciones, claves en estos 36 años de democracia por el riesgo de retorno del populismo y la corrupción. Las PASO son de dudosa utilidad si no se usan como internas abiertas. Se trata de una enorme y costosa encuesta que tiende a polarizar la elección hacia un voto útil o estratégico en la primera vuelta.

Los candidatos ganadores en octubre de 2017, elección de medio término, que desafiaron la continuidad del kirchnerismo fallaron posteriormente en su política económica. Para los negocios a mediano plazo se presenta una perspectiva incierta. 

Como advirtió Julio María Sanguinetti, ex presidente del Uruguay, la Argentina precisa dirigentes políticos normales en la próxima administración.

Estamos frente a candidatos potenciales a suceder a Macri alineados con pares sudamericanos que son pragmáticos (Lavagna, Urtubey, Massa, Picheto) y por otro lado Cristina. Fernandez que expresa una versión local del populismo económico.

EL ENIGNA MASSA

Massa, el gran ganador en 2013, no aparece todavía como presidenciable. Quizás no supo trascender las fronteras de su provincia natural que es la de Buenos Aires hacia una mayor presencia federal. Debe reinventarse para mantener su fuerza y debe ampliar su espacio territorial para tener mayor masa crítica a nivel de todo el país. 

Es un candidato que puede apoyar a Lavagna pero que también opera con el kirchnerismo. Supo militar en las filas del kirchnerismo como jefe de gabinete y es un cuadro político que sabe dar juego a una figura subestimada en la tradición democrática, las intendencias. 

Los intendentes fueron estimulados en su momento por el gobierno kirchnerista puenteando incluso a los gobernadores. Los barones del conurbano, en particular, son poderosos y poseen llegada directa a la gente. Su grado de profesionalidad ha crecido en las últimas décadas. La duda es si podrá Massa armar un espacio que arrastre a gobernadores.

MACRI, DIFICIL

Macri la tiene difícil en esta elección. El voto por el PRO es bastante local y capitalino a pesar de los avances importantes en algunas provincias. El espacio peronista federal puede robar votos afines a Macri en 2015. Es una apuesta difícil la del PRO por su declive de imagen. Cabe destacar el empuje innovador de esta fuerza joven, que ha supuesto una renovación parcial de la política pero por la economía ha perdido confianza en el electorado.

Lavagna lidera un espacio interesante que puede crecer a nivel nacional o bien quedarse acotado a un movimiento político que supo conseguir una década atrás 17% del electorado en una propuesta electoral del radicalismo.

El radicalismo sigue siendo marginal en el mapa electoral pero está mejor posicionado que en su peor elección que fue la de 2003.

Urtubey no pudo diferenciarse aún y sigue con baja intención de voto, ¿Podrá ser en estas elecciones un peronista referente que aglutine al justicialismo? Urtubey ha hecho una elección mediocre en Salta y cuesta verlo como un referente nacional, todavía no tomó impulso. Quedó asociado al kirchnerismo si bien ha sido funcional a Macri en estos años.

SCIOLI, PARA LA TRANSICION

Scioli tuvo su momento en 2015 y no lo supo capitalizar después. Ahora está en baja. No parece que su aventura electoral prospere. El tren pasó una sola vez y estuvo cerca de ganar. Scioli es un recurso político valioso para una transición que no genere demandas judiciales a la ex Presidenta. Tuvo por más de diez años imagen positiva elevada pero últimamente ha caído. No se ha desgastado por la gestión tanto de vicepresidente como la de gobernador de la provincia de Buenos Aires, pero si después de 2015.
La izquierda, dado su bajo protagonismo histórico, puede hacer una elección sin sorpresas, con poco caudal de votos.

Es un interrogante la ex Presidenta. Si Cristina corrige su discurso hablando no solo a su público cautivo puede ganar electorado en un gesto de apertura que sería reconocido por la sociedad. El descenso de votos del 54% de 2011 a menos de 35% en la actualidad ha sido fuerte. El kirchnerismo con su base de votos es competitivo en un ballotage. No hay que subestimarlo. No está muerto. Tuvieron la caja y el control del esquema de subsidios. Si después de políticas tan erráticas representa un 35% del electorado ¿qué podría lograr con un esquema coherente en áreas de seguridad, precios, comercio exterior y pobreza?

En la elección de medio término los oficialismos si ganan suelen imponerse en la general. Este patrón lo destaca siempre, aportando evidencia empírica, Rosendo Fraga. Octubre todavía está muy lejos pero pareciera que el combate de fondo que veremos será entre Cristina y Macri.

* Catedrático de la Universidad Austral.