Cristina no pateó el tablero pero sacudió muchas piezas

Lo que vendrá. El miércoles Juan Schiaretti encabezará una reunión el PJ alternativo con la misión de no perder más tiempo y definir una estrategia final y saber quienes siguen dentro de la fuerza y quiénes no.

En un hecho ciertamente inédito en el mundo político no solo argentino, por primera vez un candidato a vicepresidente anuncia quién será el presidente de su fórmula. Tal vez se deba a que la viuda de Kirchner necesita sentir que es la número uno, la más importante, la "única" como dijo alguna vez en sus discursos.

Por esta razón no quiso cumplir los protocolos normales de estos anuncios donde los miembros de la fórmula presidencial comunican juntos su lanzamiento, porque tenía la necesidad de que se sintiera que ella había elegido a Alberto Fernández para acompañarla.

Esta actitud le quitó cualquier viso de generosidad a su posición y muchos menos pretender que alguien creyera que "estaba dando un paso al costado", como se apuraron a declarar algunos leales kirchneristas.

Son varios los observadores que ven en este anuncio inesperado, la intención de Cristina de hacerse con algunos votos "anti K"  de electores que se negaban a elegirla como presidente. Es muy pronto para hacer cualquier tipo de evaluación al respecto porque aun no hay encuestas sobre el tema.

El propio kirchnerismo tiene que acomodar su estrategia que estará basada en el tono "negociador" que Alberto Fernández ha demostrado y Cristina no. El asunto es saber si el ex jefe de Gabinete de Néstor podrá sentarse a negociar con quien él considere o deberá tener la aprobación de su vice.

Para hacer sencillo el fondo de este anuncio hay que saber de verdad qué poder de decisión real tendrá el presidente Alberto Fernández en caso de ganar las elecciones de octubre. Lo demás es escenario y dudas. 

Si bien es cierto que el anuncio de CFK no pateó el tablero, sí es verdad que movió muchas piezas de lugar. Para empezar Felipe Sola y Agustín Rossi se bajaron de sus candidaturas dentro del kirchnerismo "para allanar el camino".

Pronto comenzaron las especulaciones en el peronismo de Alternativa Federal. Uno de los hombres de mayor confianza de Juan Schiaretti, el gran triunfador de este sector, le indicó a La Prensa que el reelecto gobernador cordobés habló con Roberto Lavagna después del anuncio de la fórmula K, para decirle que los tiempos se acortan y que se decida si se suma a Alternativa Federal y va a unas PASO con el resto de los candidatos o que termine de buscar acercamiento con ellos porque el tema de las primarias no se negocia.

Claramente poco a poco se van a ir definiendo los espacios que por ahora tienen zonas oscuras como la que proyecta Sergio Massa, requerido por el kirchnerismo a través de Alberto Fernández y siendo uno de los fundadores y líderes del peronismo Federal. Hoy las palabras dichas hasta la semana pasada empiezan a tener un valor de confianza o por el contrario se desvanecerán ante las apetencias personales.

Massa sostenía que no quería saber nada con Cristina, y si bien la jugada de la ex mandataria de ponerse en un aparente segundo plano lo ayudaría a dar la excusa de "voy con Alberto y no con Cristina". Todavía esto suena demasiado infantil. La preocupación de Alternativa Federal creció con la primera gran bomba que implosionó dentro del espacio fue que seis gobernadores que forman parte del peronismo no K, dieron su apoyo a la fórmula Fernández-Fernández.

Los desertores del peronismo federal son Gustavo Bordet (Entre Ríos), Sergio Casas (La Rioja), Juan Manzur (Tucumán), Domingo Peppo (Chaco), Gerardo Zamora (Santiago del Estero) y Rosana Bertone (Tierra del Fuego) que al justificar su actitud reclamaron la unidad de todo el peronismo.

El miércoles en la Ciudad de Buenos Aires, Juan Schiaretti, encabezará una reunión el PJ alternativo con la misión de no perder más tiempo y definir una estrategia final y saber quienes siguen dentro de la fuerza y quiénes no.

En principio está arreglado que participen del encuentro los que son candidatos a presidente, Massa, Urtubey, Pichetto y Lischitz. La presencia de Lavagna quedó sujeta a su reacción tras el útimatum del cordobés. El objetivo de la cumbre es dar a conocer un documento con la posición de ese espacio político  con su opinión sobre la decisión de Cristina y confirmar la fuerte unidad de sus líderes.

Las próximas serán horas de urgencias y toma de decisiones definitivas, las encuestadoras ya recibieron el encargo de comenzar a rehacer los sondeos que permitan saber cómo cayó la fórmula de Unidad Ciudadana, si subió el porcentaje con Cristina en segundo plano o los porcentajes cayeron por los cristinistas decepcionados.

Desde Cambiemos salvo unas tibias declaraciones de Mauricio Macri sin hacer nombres y unas declaraciones de Marcos Peña, deberán esperar hasta el próximo fin de semana para conocer el resultado de la Convención Radical donde puede haber novedades.

Muchos líderes del viejo partido, aliado en Cambiemos del PRO y de Coalición Cívica, preferirían que Macri no sea candidato y especulan con la posibilidad de María Eugenia Vidal como presidente y un radical de peso como vice.

En el macrismo niegan tal posibilidad, pero los primeros números de las encuestas podrían torcer la decisión hacia uno u otro lado. El ecuatoriano Jaime Durán Barba, principal asesor del presidente tiene una visión muy particular sobre el tema: "¿Cuántos votos nuevos le trae Alberto Fernández a Cristina? Los pocos que lo veían bien porque insultaba ferozmente a Cristina, seguramente no irán con ella. No sube el techo. Varios seguidores de Cristina ven mal a Alberto, baja el piso".

Finalmente definió: "Los dirigentes peronistas democráticos, sobre todo si creen que tienen futuro, necesitan diferenciarse. Con mínima lógica saben que esta unidad será liderada por Cristina, desde cualquier sitio en que aparezca. Identificarse con el populismo autoritario mata cualquier alternativa peronista que quiera existir en la futura democracia. El anuncio de Cristina es claramente negativo para la posibilidad de una victoria electoral del peronismo".

Durán Barba exagera y generaliza al hablar de "peronismo" porque ni Cristina ni Alberto Fernández son peronistas y eso a los propios peronistas parece no importarles demasiado en estos tiempos de sumar votos.