Leyenda y teoría sobre Majorana

¿Qué es lo real?
Por Giorgio Agamben
Adriana Hidalgo. 92 páginas

Ettore Majorana fue un científico italiano (1906-¿1938?), considerado como uno de los físicos más destacados de su época e incluso comparado con Newton o Galileo, que dedicó gran parte de sus investigaciones a estudiar la naturaleza de los neutrinos o partículas subatómicas.

En la noche del 25 de marzo de 1938, a las 22.30, se embarcó desde Nápoles, en cuya universidad era el titular de la cátedra de Física teórica desde hacía un año, directo hacia Palermo en un buque de vapor de la sociedad Tirrenoia. A partir de aquel momento, salvo por noticias e hipótesis no confirmadas, se pierde todo rastro del joven profesor de 31 años.

Han transcurrido exactamente 81 años y todavía su desaparición continúa siendo un misterio poblado de hipótesis: desde suicidio, reclusión en un monasterio, su homosexualidad, hasta su huida a la Argentina o un secuestro debido a su investigación (para muchos precursora de la bomba atómica). Vale recordar que Majorana realizó su tesis doctoral con Enrico Fermi, creador del primer reactor nuclear. El escritor Leonardo Sciascia, rescata esta clase de teorías en su novela La desaparición de Majorana donde sostiene que huyó ante la amenaza del posible desarrollo de la bomba atómica. Su leyenda llegó al cine y a la ópera, y al imaginario popular también, que asegura que se lo vio mendigar por las calles de Sicilia.

En este pequeño ensayo, el filósofo italiano Giorgio Agamben (1942) intenta crear una relación entre su desaparición ("la realidad de los hechos nunca se corresponde punto por punto con la realidad que en ellas se evoca") y su teoría científica. Busca unirlas en una especie de causa-efecto.

Partiendo de la crítica que hace Simone Weil, en 1941, a la física cuántica ("...al renunciar a la necesidad y al determinismo en nombre de la probabilidad, la mecánica cuántica -según Weil- renunció lisa y llanamente a la ciencia") y analizando el último artículo dejado por Majorana, aparecido póstumamente en 1942 y dedicado a "Valor de las leyes estadísticas en la física y en las ciencias sociales" (que se incluye completo en este libro), Agamben asegura que Majorana vio con claridad las consecuencias de la introducción de la probabilidad en la física.

Si bien descarta, de alguna manera, la teoría -algo psicológica- de Sciascia quien asegura que Majorana se recluyó en un convento a consecuencia de la consternación ante el camino ruinoso (bomba atómica) que había tomado la ciencia, la hipótesis central de Agamben pasa por asegurar que si la convención que rige la mecánica cuántica es que la realidad debe eclipsarse en la probabilidad, entonces la desaparición es el único modo en el cual la realidad puede afirmarse definitivamente como tal, sustrayéndose a la sujeción del cálculo.

"Con la decisión de desaparecer -propone Agamben-, de disolverse en la nada, y de borrar toda huella experimentalmente comprobable de su desaparición, le planteó a la ciencia la pregunta que todavía aguarda una respuesta que no puede exigírsele y que, no obstante, es ineludible: ¿Qué es real?".