El mar argentino en peligro

Las zonas urbanas costeras y ribereñas más densamente pobladas constituyen la principal fuente de emisión de residuos plásticos. La contaminación del agua afecta directamente a las especies marítimas, algunas cruciales para la subsistencia del país.

"Actualmente el mar argentino, su biodiversidad y nosotros como especie predadora ubicada en el tope de la cadena trófica marina, corremos el mismo riesgo que cualquier otro país que posea una extensión fluvial y marina similar a la nuestra. Posiblemente nuestra preferencia y tradición por el consumo de carne vacuna, evite que nos expongamos en gran medida a la ingesta de microplásticos a través del consumo de especies marítimas", enfatizó a La Prensa Diego Albareda, magister en Gestión Ambiental en la Universidad de San Martín que actualmente forma parte del Departamento de Conservación del Ecoparque Buenos Aires.

Desde hace unos años, los especialistas ambientales vienen alertando sobre la contaminación del plástico en el mar. La monstruosa cantidad de objetos realizados con esta sustancia que llegan a los océanos ha puesto en peligro el binestar de más de 660 especies de fauna marina: cada año ocho millones de toneladas de este desecho invaden su hábitat.

"Algunas de las razones por las cuales los productos de material plástico tuvieron un crecimiento exponencial a partir de 1950, son las mismas que hacen incapaz al mar de poder purificarse por sí solo. Se trata de un material de bajo costo, de alta resistencia mecánica específica y de gran resistencia a la corrosión", explicó Albareda.

Se pueden encontrar en el mar objetos macroplásticos (mayores a 5 milímetros, por ejemplo, bolsas de plástico, botellas de plásticos, sorbetes) y los microplásticos que pueden ser generados específicamente en ese tamaño, (menores a 5 milímetros como las microperlas con funciones de exfoliantes que se utilizan en productos cosméticos y tienen gran capacidad de ser liberados al ambiente) o secundarios (es decir, que se desgastaron en el ambiente y se transformaron en microplásticos).

SALUD HUMANA

No es de extrañar que tal magnitud de contaminación también impacte en la salud humana. "Muchos productos de distinto tipo utilizan microplásticos añadidos intencionalmente. Una vez liberados a los cursos de agua representan no solo un riesgo para organismos y fauna marina, sino también para la salud humana dado que pueden ingresar en la cadena alimentaria y bioacumularse. Diversos estudios ya han detectado microplásticos en peces de consumo humano, pero también en alimentos y bebidas, como sal, cerveza, miel y agua", explicó a La Prensa Lorena Pujó, Coordinadora de Economía Circular en el Círculo de Políticas Ambientales.

Este hallazgo en diferentes especies marinas, en especial los mariscos, genera una creciente preocupación por los potenciales efectos adversos que puedan ocasionar en las personas. "La necesidad de investigar científicamente este potencial impacto y dilucidar los "gaps" de conocimiento existentes, adquiere relevancia en términos de seguridad alimentaria y salud humana", destacó Pujó.

En la Argentina, los estudios científicos en los centros de investigación y universidades nacionales, se orientan cada vez más al estudio del impacto de los plásticos en nuestros diferentes ambientes acuáticos y su biodiversidad. Actualmente investigadores del Conicet, pertenecientes a las universidades de Mar del Plata, Córdoba y La Plata, entre otras, se encuentran estudiando posibles efectos de la ingesta macroplásticos y microplásticos en diferentes organismos marinos.

Por su parte, el Instituto Nacional de Investigación y Desarrollo Pesquero (Inidep) comenzó a realizar muestreos en la Bahía Samborombón con el objetivo de analizar la presencia de macroplásticos en la columna de agua, sedimentos y peces (juveniles y larvas). "Se espera que el conocimiento científico sobre esta problemática siga creciendo a nivel local, facilitando así la toma de decisiones del sector político", destacó el magister en gestión ambiental.

PROYECTO DE LEY

Para poder concretar un marco jurídico que contemple la reducción del plástico en el país, más de 20 organizaciones ambientales solicitaron a las autoridades de las comisiones de Salud, Industria y Recursos Naturales de la Cámara de Diputados de la Nación, el pronto tratamiento de un proyecto de ley que prohíbe los productos cosméticos y de uso odontológico que contengan microplásticos, como una primera medida para frenar la contaminación de los océanos.

El proyecto en cuestión, redactado por las entidades ambientalistas, busca la prohibición de la producción, importación y comercialización de productos cosméticos y de higiene oral de uso odontológico que contengan micro-perlas de plástico añadidas intencionalmente, a partir del día 31 de diciembre del año 2020. Así, otorga un período de transición para que las empresas fabricantes y comercializadoras incorporen alternativas a sus productos y establece sanciones para aquellas empresas que no lo cumplan.

"La Argentina no puede quedarse atrás y debe avanzar con normativa que ponga fin a este tipo de contaminación. La eliminación de microplásticos en productos cosméticos representa un primer paso para avanzar en otros sectores industriales como parte de una estrategia integral que reduzca los impactos de este material en el ambiente", enfatizó Lorena Pujó que también agregó que "las microperlas están siendo prohibidas por diferentes países en todo el mundo".

Estados Unidos, Reino Unido, Canadá o Italia son algunos de ellos mientras la Unión Europea se encamina a una prohibición a microplásticos en muchos sectores industriales. Por su parte, la industria cosmética ya está avanzando en su eliminación en el mundo y un marco normativo en la Argentina sobre el tema facilitaría a que esta tendencia se aplique en el país.

MAS AFECTADOS

La Argentina cuenta con miles de kilómetros de costa marítima que son aprovechadas por cientos de actividades productivas. Al ser consultado si había lugares identificados en alto riesgo por esta contaminación, Diego Albareda dijo que: "Acorde a los resultados de los censos de basura costera que se realizan en diferentes playas de nuestro país desde 1995, surge claramente que las zonas urbanas costeras y ribereñas más densamente pobladas, constituyen la principal fuente de emisión de residuos plásticos".

Sobre las causas de esta contaminación, el especialista en gestión ambiental señaló que "se puede generar directamente por la mala disposición de los residuos en las playas o por los que llegan a los ríos o al mar a través de los pluviales. Una vez que ingresan al río o al mar, la propia dinámica de las aguas podrá generar zonas de mayor concentración y acumulación de plásticos. Para la zona de la desembocadura del Río de la Plata, desde el año 2003, existe evidencia científica generada por el Inidep de Mar del Plata, que explica como la propia dinámica del encuentro del agua dulce y salada genera una zona de acumulación de basura en el frente hidrosalino de fondo, ubicado entre la ciudad de Montevideo y Punta Piedras (punta norte de la Bahía Samborombón)".

Este frente de acumulación de residuos, en su mayoría plásticos, proviene de aguas arriba del Río de la Plata.

"En la franja ribereña comprendida entre la CABA, con toda su Area Metropolitana atravesada por varias cuencas hidrográficas altamente contaminadas (Matanza-Riachuelo, Reconquista, Luján, etc.), y la ciudad de La Plata; se concentra casi un tercio de la población de nuestro país. A diferencia de lo que ocurre en gran parte del sector costero bonaerense, en las playas patagónicas la presencia de residuos plásticos provenientes de las diferentes actividades pesqueras (cajones de pescado, restos de redes de pesca y otros aparejos), son un componente importante de los resultados de los censos de basura, que contrastan con aquellas zonas costeras de nuestro país que no poseen está actividad", detalló Albareda.

Finalmente, el resultado del tercer censo de basura costero bonaerense, realizado en 16 localidades y en una superficie de 813.554 metros cuadrados de playas, resaltó que fueron recolectados 46.673 residuos no orgánicos de los cuales el 82% corresponde a plásticos. Los objetos más habituales encontrados fueron plásticos ya fraccionados por la acción mecánica conjunta del sol, las mareas y la arena, diferentes tipos de envoltorios, bolsas, colillas de cigarrillos, botellas plásticas y tapitas.
En un contexto internacional que predice que en los próximos 6 años, por cada tres toneladas de peces nadando en los océanos, habría una tonelada de plásticos, reducir la contaminación a lo largo de la línea costera del país será crucial.

"Todas las medidas que se adopten para mejorar la gestión de los residuos plásticos que tengan como objetivo evitar que terminen en cursos de agua y finalmente en los océanos son esenciales", enfatizó Pujó.

Luego concluyó que "debe abordarse en el marco de la economía circular a través de la prohibición de algunos plásticos, el reemplazo, el reúso, la reducción en la generación y uso de plásticos, especialmente aquellos de un solo uso, y el reciclaje".

Un estudio alerta sobre los gases producidos por basurales

Emisiones negativas para el clima


En la Universidad de Hawai recientemente difundieron un estudio sobre lo que sucede cuando los plásticos se descomponen. El análisis distinguió la emisión de metano y etileno, dos potentes gases de efecto invernadero, y la tasa aumenta con el tiempo. Las emisiones ocurren cuando los materiales plásticos están expuestos a la radiación solar ambiental, ya sea en el agua o en el aire, pero en el aire, las tasas de emisión son mucho más altas.

Los investigadores probaron policarbonato, acrílico, polipropileno, tereftalato de polietileno, poliestireno, polietileno de alta densidad y de baja densidad, materiales utilizados en envases de alimentos, textiles, materiales de construcción y diversos artículos de plástico.

"El polietileno de baja densidad emite estos gases cuando es incubado en el aire a velocidades aproximádamente 2 y 76 veces más altas que cuando se incuba en agua, en el caso del metano y el etileno, respectivamente", dice el estudio.

"Nuestros resultados muestran que los plásticos representan una fuente hasta ahora no reconocida de gases traza relevantes para el clima que se espera aumente a medida que se produce y acumula más plástico en el medio ambiente", concluye el estudio.

BOLSAS

El etileno es ampliamente utilizado en la industria química y su producción global supera a la de cualquier otro compuesto orgánico. Gran parte de esta producción se destina al polietileno, utilizado en bolsas de compras, es el polímero sintético más producido y descartado a nivel mundial y, de los compuestos estudiados, es el emisor más prolífico de metano y etileno.
En los últimos 50 años, la fabricación de polímeros se ha acelerado. Se estima que se han producido más de 8 mil millones de toneladas de plástico virgen desde 1950. Se espera que los niveles actuales de producción anual se dupliquen en los próximos 20 años.

Por otra parte, en el ambiente marino los plásticos pueden actuar como transporte de diferentes químicos, incluidos tanto aquellos utilizados para la fabricación de los productos plásticos, así como también los contaminantes ambientales que pueden absorberse a la superficie del plástico durante su uso y permanencia en el ambiente marino. También pueden ocasionar la diseminación de especies exóticas invasoras y patógenos. Algunas bacterias patógenas, tales como Escherichia coli, Bacillus cereus y Aeromonas salmonicida han sido encontrados en restos de plásticos.