Un bello trabajo, con el foco puesto en la emoción

"Angel", de Patricia Suárez. Puesta en escena y dirección: Marcelo Moncarz. Escenografía y vestuario: Jorge López. Iluminación: Daniela García Dorato. Música: Alan Swiszcz. Actores: Nicolás Asprella, Verónica Litvin, Hernán Darío Statuto. En el teatro Patio de Actores.

 

Al mirar "Angel" conviene creer. Teo, un joven con "problemitas" y una hiperkinesis imparable, no consigue adaptarse a lo que se espera de él. A la "normalidad", a la sociedad, a ciertos principios. Tiene los suyos, los propios. Pinta ángeles y cierta vez uno "se le aparece". Créase o no.
La propuesta, escrita por Patricia Suárez -prolífica, premiada-, es sencillamente dejarse seducir por la ternura, por el amor, por el milagro. En cierta manera, la obra resulta revolucionaria en ese aspecto: no se ven muchas por el estilo en el circuito alternativo. Se cruza con algunas como "Hidalgo" o "La Pilarcita" de María Marull, sobre todo por esa idea de mostrar seres corridos de lo común, tiernos, con verdad.

LA EMOCION
Marcelo Moncarz, director de tantas buenas obras, entre ellas "Afterplay" y "La maldecida de Fedra", se juega a fondo por un texto encantador y pone el foco en la emoción. Sus actores, en tanto, se entregan a contar el cuento. A Teo lo interpreta el joven Nicolás Asprella, quien se mueve sin parar durante tres cuartas partes de la obra. Cuesta seguirlo, pero algo de lo que pasa después tal vez justifique tanto despliegue. Asprella brinda inocencia, juego y ternura.

Por su parte, Hernán Darío Statuto compone al atormentado Santiago, quien carga con la cruz de su hermano. Lo hace sin exagerar, con precisión y el tono apropiado. Finalmente, Verónica Litvin saca a relucir sus matices y capacidades para que el espectador se ría y se emocione con su Patricia, la novia de Santiago.

Fundamental para la belleza de la pieza es la música en escena compuesta y ejecutada en vivo por el talentoso Alan Swiszcz. También la escenografía e iluminación ayudan a construir un clima íntimo, bien familiar.
En épocas en las que gana el descreimiento, la desconfianza y el maltrato, "Angel" constituye, sin dudas, un oasis de amor.

Calificación: Muy buena