El Congreso de la Lengua Española

 

 

Por Marta A. Méndez * 


Nadie ignora que el lenguaje es el mejor y principal canal de comunicación y expresión, abarcador de todas las realidades de la vida humana. La política no es una excepción. Las grandes revoluciones y movimientos históricos han nacido y crecido encarnados en una lengua, instrumento de difusión de sus ideas. Sin embargo resultó llamativo el fuerte tono político que impregnó la apertura del congreso.

Resulta interesante analizar dos aspectos de este primer encuentro. Por un lado el "americanismo": en su versión socio cultural que revaloriza las lenguas indígenas y los derechos de los migrantes como ocurre hoy con Venezuela; y en su versión netamente política que se opone fanáticamente a la Conquista como es el caso del Presidente López Obrador.

Vargas Llosa lo resuelve en una perfecta síntesis, por un lado ponderando la tarea de unificación e integración de las lenguas existentes en una sola, y por otro recurriendo a la historia. Muchas matanzas de indios, dijo, no se cometieron durante la colonia, sino durante las repúblicas.
Con respecto al americanismo es muy recomendable la lectura de los "Comentarios Reales", del Inca Garcilaso de la Vega quien no tuvo vergüenza de aunar en su nombre su ascendencia inca y española, y cuya obra forma parte de la Historia del Perú.

La otra vertiente está representada por el globalismo que se ampara en el avance agresivo del movimiento feminista radical y busca imponer una ideología de género utilizando entre otros medios, una nueva forma de hablar y escribir. En tal sentido si bien se reconoció que el lenguaje no se puede imponer, se defendió el lenguaje inclusivo reconociendo que no es un movimiento lingüístico sino político que evidenciaría las desigualdades dentro de una estructura de poder.
Frente a esto se levanta un nuevo movimiento que aglutina a los defensores de la vida en todas sus instancias. Se trata de una rebelión auténticamente inclusiva pues ser provida es salvar las dos vidas.

No creemos en las lenguas rebeldes, sino en las personas que se rebelan.
Nos toca emprender una nueva independencia, ya no de la Madre Patria sino del Nuevo Orden Mundial que rechaza de plano las tradiciones y valores de la cultura de Occidente.

El mal llamado lenguaje inclusivo, que hunde sus raíces en la nueva izquierda y la perspectiva de genero para defender los supuestos derechos de una minoría feminista misándrica y LGTB, queda reducido y subordinado a una ideología subjetiva, cuando en realidad el origen y sentido del lenguaje es ontológico. Porque el problema en definitiva, no es ni más ni menos que filosófico. Y hoy en día estamos rodeados de sofistas.

Más técnico fue el tratamiento sobre: el periodismo, la comunicación y las redes sociales, y el impacto de la inteligencia artificial en el lenguaje. Temas, por otra parte, no menos interesantes.
Por lo demás, deseo fervientemente que produzca buenos y sabrosos frutos tal como nuestro común idioma nos tiene acostumbrados. Habrá, pues, que esperar para un análisis final.


* Profesora de Letras. Frente Federal Familia y Vida CABA.