La nobleza de la vida en un pueblo olvidado

El niño del tren

Por Paolo Casadio
Edhasa. 250 páginas

Corren los años "30. Una joven pareja llega al pequeño paraje de Fornello, en el valle del Muccione, Italia. El viene a hacerse cargo de la estación de tren. Ella lo acompaña dispuesta a formar una familia. Ambos sueñan con una vida mejor, en medio de un país y un continente en el que ya empiezan las turbulencias, las nubes negras que avizoran la Segunda Guerra Mundial.
Así se inicia El niño del tren, una gran novela escrita por Paolo Casadio que muestra la vida de este pequeño pueblo perdido en los Apeninos. Un lugar que tiene su rutina, sus tiempos, y una pureza en las relaciones que aún no se ven alcanzadas por las exigencias de la gran ciudad.

El joven matrimonio va adaptándose a esta nueva vida donde se respeta la palabra empeñada, donde la ayuda de uno a otro es costumbre, y el contacto humano adquiere dimensiones que se valoran más. Giovanni y Lucía disfrutan de esta nueva vida que se corona con el nacimiento de Romeo, el niño tan esperado por la joven pareja.

Romeo, un chico muy especial por su sensibilidad y pensamiento irá creciendo en este paraje olvidado y bello. Sin embargo, de a poco el aislamiento geográfico de Fornello no alcanzará para que lleguen hasta allí las miserias de la guerra y el niño las descubra de una manera muy personal.
Romeo y sus padres deberán tomar decisiones rápidas y riesgosas. Ya nada parece ser lo que era, sin embargo en la estación del tren afloran los mejores sentimientos que el joven matrimonio y su hijo percibieron siempre en el pequeño pueblo.

De esta manera, Casadio logra un hermoso relato que muestra a una comarca sumida en un momento negro de la historia, que se resiste a entregar su nobleza y profunda humanidad.