DE QUÉ SE HABLA HOY

¿Dónde estará la señora Trimarco con nuestra plata?

 

Una a una se van cayendo las caretas y aquello que se sospechaba empieza a hacerse realidad.
Vivimos con Cristina Kirchner el país de las "ayudas" demagógicas que no fueron sino numerosas estafas repartidas a lo largo y ancho del país.

Ya vimos el caso de Milagro Sala, millones para construir viviendas sociales que se robaron y no se puso ni un ladrillo. Ni hablar de "Sueños Compartidos", donde la Bonafini y sus secuaces se llevaron la plata y de las casas ni los cimientos.

Hoy vamos a ocuparnos de otra historia de la que muchos suponían había otro caso de corrupción. Susana Trimarco, madre de "Marita" Verón que vio por última vez a su hija el 2 de abril del 2002.
Desde aquel día comenzó su búsqueda que acompañó con las denuncias del delito de trata de personas. 

En 2007 creó la Fundación "María de los Angeles" para brindar asistencia integral a las víctimas así como también recibir denuncias.

Cristina Fernández convocó a Trimarco y la expuso como un ejemplo y comenzó a girarle millonarios fondos cuyo destino despertó sospechas e investigaciones judiciales.
La causa penal se abrió en abril del 2016, cuando el Gobierno nacional, a través de la Agencia de Administración de Bienes del Estado, intimó a la fundación que preside Trimarco a que devuelva dos terrenos que le había cedido la administración de Cristina Kirchner.

Además, citaron a la presidente de la organización para que diera explicaciones sobre dónde fueron a parar los 5,6 millones de pesos recibidos por su fundación entre los años 2009 y 2015. 
Además, fue en 2015 cuando el Ministerio de Planificación Federal, Inversión Pública y Servicios de la Nación informó sobre el pago de un anticipo del 25% de los 22,5 millones de pesos a la Fundación Marita Verón para la realización de obras en la propiedad del ex Hospital Militar de San Miguel y la remodelación de un jardín de infantes.

Según explicó el fiscal de Tucumán Carlos Brito, a cargo de las investigaciones, la fundación no realizó las obras ni siquiera devolvió el dinero recibido.
Ahora viene lo mejor, en estos días la justicia de Tucumán pidió la búsqueda y captura de la señora Trimarco. 

Luego de no poder constatar un domicilio real de la imputada, el juez Daniel Bejas ordenó a la policía la búsqueda de Trimarco para que así pueda presentarse a indagatoria.
Todo indica que la mujer ya no vive en Tucumán y su último domicilio conocido es hoy una casa abandonada y en demolición. 
Dicen los vecinos de la calle Thames, que cuando se fue se llevó hasta la garita de seguridad de Gendarmería. 
Ayer declaró ante la Justicia Gastón Robles, el secretario de la Fundación y se emitió una nueva citación para la tesorera y prima de la investigada, Alicia Trimarco.

Algunos medios periodísticos aseguran que la estafadora se refugió en Córdoba o en Buenos Aires.
Atrás quedaron las luces de la fama que Susana manejó siempre entre un exceso de dramatismo, lágrimas y lástima, sus participaciones continuas en las convocatorias de Cristina Fernández, su lucimiento en la mesa de Mirtha Legrand y hasta sus no disimuladas aspiraciones políticas.

Querido lector, otro caso de estafa a un Estado que protegía y daba impunidad a estos ladrones de nuestro dinero y lo que es peor, ladrones de ilusiones de la gente que suponía iban a recibir ayudas. Susana Trimarco tiene que devolver lo que nos robó e ir presa, ella no tiene fueros, aunque expliquen lo que quieran, hay 5,6 millones de pesos que desaparecieron en los bolsillos de la mamá de Marita.

Pobre país, pobre de nosotros que seguimos sin asombrarnos de estas cosas que deberían horrorizarnos, espantarnos y obligarnos a reclamar definitivamente el castigo real de los delincuentes. 

Porque muchos hablan de persecución mediática, pero nadie habla de que también las condenas son sólo mediáticas porque casi ninguna se hace real.

V. CORDERO