"Exceso de optimismo"

Mirador político- La inflación tiene origen no sólo en la emisión monetaria. El aislamiento político de un gobierno enfrentado con las corporaciones tiene también incidencia negativa en las variables macroeconómicas.


Macri dijo que su fracaso con la inflación obedece al exceso de optimismo con que hizo el diagnóstico de la situación heredada. Puede ser, pero el problema es más complejo.
El presidente tiene rivales visibles e invisibles. Los visibles son los saltos del dólar y la remarcación a escala industrial. Los invisibles empiezan a ser expuestos ante la opinión pública como hizo la semana pasada el consultor Miguel Angel Broda a quien no le tienen que explicar ni qué es ni cómo funciona el "establishment" económico. Con ese sector tiene un trato directo que supera el medio siglo.

Para Broda, Roberto Lavagna es el candidato del empresariado local porque representa el capitalismo corporativo y prebendario que medra con la protección del Estado. Para ser más claros: con la protección de la clase política que, como puso en evidencia la causa de los cuadernos, tiene una relación simbiótica con los hombres de negocios que figura en el Código Penal.

Macri resolvió enfrentar al poder económico en condiciones desventajosas como demuestra su batalla contra la suba de precios. Los índices son altísimos a pesar del fuerte ajuste fiscal y de la política monetaria restrictiva impuesta por el FMI.

En los últimos doce meses la inflación fue del 50%, mientras que la base monetaria creció 30%. Entre septiembre y febrero lo ocurrido es aún más llamativo. La inflación duplicó holgadamente el crecimiento de la base: 26 a 12%.

Si se considera el impacto de la devaluación en la inflación, se verifica por otro lado que el peso se devaluó más de 90%, mientras que la inflación fue del 50%. La explicación que encuentran algunos economistas a este desfase es la puja distributiva, que sólo se activa cuando cada sector ve la oportunidad de aumentar sus precios y su rentabilidad. La remarcación se retroalimenta; equivale a echar nafta al fuego.

En resumen, el gobierno podrá conseguir un auxilio financiero "histórico" del FMI, podrá propender a un "histórico" equilibrio fiscal y podrá reducir "históricamente" la emisión monetaria, pero con eso no alcanza. No es una cuestión sólo macroeconómica. Hay palancas que no maneja, aunque en eso le va la superviviencia.

Está a la vista que no le alcanza con "hacer los deberes". Tampoco se trata de una discusión de teoría económica. Es necesario doblegar intereses poderosos y romper el "statu quo", algo que Macri intenta en medio de una patética soledad.

Para agregar dificultades a su tarea el presidente tomó decisiones en los últimos tres años que no sólo lo enfrentaron con el empresariado y el peronismo. Atacó la cartelización de la obra pública, los turbios negocios de la corporación sindical, la narcopolicía, la impunidad del robo a mansalva de los funcionarios, etcétera.

En Ezeiza y en otros penales hay empresarios, políticos, policías y sindicalistas presos en cantidad nunca vista. Combatir a ese poder delictual, en parte público, en parte en las sombras, no puede tener resultados neutros. Ese quizás fue el exceso de optimismo más peligroso que tuvo Macri.