La muerte y una interminable búsqueda de saber los porqué

"Alicia" (Argentina, 2018) Dirección: Alejandro Rath. Guion: A. Rath, Alberto Romero. Fotografía y cámara: Martín Turnes. Actores: Leonor Manso, Patricio Contreras, Martín Vega, Paloma Contreras, Ivan Moschner. Duración: 72 minutos. Clasificación: apta para mayores de 16 años.

 

A Jotta se le murió la mamá y está desarmando la casa. Es como que se está desarmando él mismo y es una tarea dolorosa. Mientras hojea álbumes, trae y lleva cajas, recuerda los últimos días de una madre que se murió de cáncer. Lo que supone un hospital público, con las molestias de la espera, de la escasez de personal, de la habitación compartida y de las intolerancias diarias de la convivencia.
Una mujer militante y fuerte como es su madre combate bien el dolor y no deja la protesta ni el humor de lado. A su lado, su ex, un trotsko de ley que ya ni se acuerda por qué se separó de ésa y las mujeres que le siguieron.
Conformado el cuadro de situación familiar y el del hospital, Jotta ante la inminencia de la muerte de su ser querido observa actitudes, ritos religiosos, todos lo que rodea el ritual de la vida y de la muerte. Jotta busca respuestas a lo que no tiene respuesta en templos judíos, iglesias católicas o evangálicas, y oficiantes varios.

DE ESO NO SE HABLA
Filme difícil porque trata de lo que nadie habla, de la muerte y la búsqueda de los porqués. Y lo hacE con la sencillez de una puesta tan real como la vida misma. Es como estar viendo la cotidianeidad de cualquiera de nosotros ante la inminencia de la desaparición de un ser querido. Rath lo hace sin anestesia, con una fotografía lúgubre pero que se alegra cuando la enferma vuelve a casa para morir.
"Alicia" recorre los itinerarios de la fe por alguien que no cree, pero que ante el límite final busca respuestas donde puede y como puede. Quizás lo consuele eso de ""lo más democrático es la muerte"" y hasta lo alegre porque es un amante de la libertad y la lucha social.
La película de Rath elude los golpes bajos, es transparente y emociona. Gran trabajo de Leonor Manso, en un bucear interior exteriorizado en pequeños gestos, simples miradas y quejidos que condensan sensaciones y sentimientos. Con un elenco sensible integrado por Patricio Contreras, Paloma Contreras como la enfermera, y Martín Vega, logra la identificación del espectador y transmite con el fluir natural de la narración la simpleza de lo inasible.

Calificación: Buena