Reanimación cardiopulmonar

DEL LIBRO "DESTREZAS MEDICAS PARA SALVAR VIDAS" (POR El DR. SALOMON SCHÃCHTER)

La reanimación cardiopulmonar (RCP) es una técnica útil para salvar vidas en muchas emergencias en las que se produce un paro cardiorrespiratorio. Anualmente más de 6.000.000 de personas sufren un paro cardiorrespiratorio sin previo aviso. Las estadísticas muestran que las víctimas a las que se les ha hecho RCP, dentro de los 4 a 6 primeros minutos tienen no solo más posibilidades de sobrevivir, sino que también pueden tener una mejor recuperación.

Todo médico debe dominar las técnicas para la reanimación cardiopulmonar cualquiera sea su especialidad, ya que un paro cardiorrespiratorio puede suceder en el momento más inesperado y en las circunstancias más variadas, en ámbito hospitalario o extra hospitalario.

La aplicación oportuna de estas destrezas puede marcar la diferencia entre la vida y la muerte de una persona.

Tres destrezas médicas son aplicables en el acto de reanimación: las compresiones torácicas o masaje cardíaco externo, la respiración boca a boca o boca nariz y la desfibrilación.

El tiempo juega en contra en el momento en que un paciente entra en paro cardiorrespiratorio. En tan solo 4 minutos en los que el cerebro no reciba el oxígeno necesario los daños pueden ser permanentes y en tan solo 6 minutos en los que no se apliquen las maniobras de RCP puede producirse el deceso del paciente.

La American Heart Association recomienda comenzar la reanimación cardiopulmonar con el masaje cardíaco externo o compresiones torácicas.

Deberá recordarse que la diferencia entre hacer algo y no hacer nada podría ser equivalente entre dejar morir al paciente o salvarle la vida. Se deberá verificar en primera instancia si la persona en riesgo de vida respira y tiene o no pulso palpable. Si no respira ni tiene pulso palpable, es decir, si se verifica que estamos ante un paro cardiorrespiratorio se deberá comenzar de inmediato con la reanimación cardiopulmonar (RCP).

La verificación de que se está frente a un paro cardiorrespiratorio no debe llevar más de 10 segundos.

Lo anteriormente dicho es aplicable a adultos, niños y bebés. Mediante la reanimación cardiopulmonar puede mantenerse el flujo de sangre oxigenada al cerebro y otros órganos vitales hasta que un tratamiento médico definitivo pueda restablecer el ritmo cardiorrespiratorio normal.

Cuando hay un paro cardiorrespiratorio la falta de flujo de sangre oxigenada al cerebro puede causar daño cerebral severo en solo 4 minutos y la muerte del paciente en tan solo 5 o 6 minutos.

El uso de un desfibrilador externo, cuando está disponible, es de gran ayuda. Obviamente, tendremos a nuestra disposición un desfibrilador en un ámbito hospitalario. Cuando la emergencia surge en el ámbito extra hospitalario nos hallamos en una situación en la que solamente podemos manejarnos con nuestras destrezas (masaje cardíaco externo o compresiones torácicas y respiración boca a boca o boca nariz). Estas prácticas deben ser hechas en forma adecuada hasta que llegue la ayuda.

Cuando una persona cae al suelo y pierde o no pierde la conciencia deberá seguirse un algoritmo que consiste en aplicar las maniobras de RCP.

Antes de comenzar la reanimación se deberá dedicar 10 segundos (y no más de 10 a 20 segundos) para verificar:

- Si la persona en emergencia está consciente o inconsciente: golpear levemente el hombro del paciente y preguntarle si se encuentra bien.

- Ordenar a un acompañante llamar al 911 para que concurra la ambulancia con un desfibrilador.
- Comenzar la reanimación cardiopulmonar (RCP).

EL ABC DE LA CADENA DE VIDA ES

1- Determinar el nivel de conciencia. Verificar si responde a nuestros estímulos táctiles y auditivos. En el caso de que no responda colocar al paciente de espaldas en el suelo. Abrirle la boca mediante la maniobra frente mentón para verificar que no tenga nada que le impida respirar.

2- Confirmar el paro respiratorio (ver, sentir, oír). Verificar si hay movimientos torácicos; escuchar si hace ruido al respirar. Notar con nuestra mano o mejilla si el paciente respira.

3- Confirmar el paro cardíaco (pulso en muñeca y/o cuello).

4- Efectuar masaje cardíaco externo. Es indispensable que la sangre siga fluyendo por los órganos.

5- Efectuar respiración boca a boca o boca nariz. Verificar si se infla el pecho para valorar que lo estamos haciendo correctamente.

Entre los puntos 1 y 3 no deberían pasar más de 10 a 20 segundos.

¿CUAL ES EL OBJETIVO DE LAS ACCIONES DE REANIMACION CARDIOPULMONAR?

- Mediante las compresiones torácicas o masaje cardíaco externo pretendemos restablecer la circulación sanguínea.

- Mediante la insuflación de aire pretendemos proporcionar oxígeno a los pulmones del paciente.
- Las maniobras de reanimación deben continuar a un ritmo de 30 compresiones y 2 insuflaciones (30:2).

- Apenas haya un desfibrilador disponible colocarlo y hacer uso del mismo.

- Administrar una descarga y a continuación reanudar la reanimación cardiopulmonar, comenzando con las compresiones torácicas y la respiración boca a boca o boca nariz.

- Continuar con la misma durante 2 minutos y luego administrar otra descarga.

- Continuar de la misma manera hasta notar signos de movimientos o hasta que el médico considere que el paro es irreversible y certifique el deceso del paciente.

- El procedimiento para hacer reanimación cardiopulmonar a un niño desde el primer año de vida hasta la pubertad es básicamente el mismo que para el adulto.

- La fuerza ejercida para las compresiones torácicas como para la insuflación del aire deberán ser proporcionales al peso y a la edad del paciente.

- Utilizar en el niño por encima del año de edad así como en el adolescente el mismo ritmo que se utiliza en un adulto. Hacer 30 compresiones seguidas de 2 insuflaciones (30:2).

- Para administrar reanimación cardiopulmonar para un bebé (de 4 semanas o más) tener en cuenta que la mayoría de los paros cardíacos en los bebés se producen por falta de oxígeno (ahogo o atragantamiento).

Insistimos en la fuerza de las compresiones y de las insuflaciones: deben ser adecuadas al peso y edad del niño. A veces son suficientes 2 dedos para efectuar las compresiones torácicas y la fuerza del aire de las mejillas para hacer las insuflaciones.

MASAJE CARDIACO EXTERNO O COMPRESION TORACICA

El masaje cardíaco externo o compresión torácica tiene por objeto restablecer la circulación sanguínea.

Los pasos a seguir son los siguientes:

a) Hay que colocar al paciente boca arriba sobre una superficie plana y firme -el suelo- con las piernas y los brazos extendidos.

b) Arrodillarse junto al cuello y los hombros de la persona afectada.

c) Coloque la palma de una mano en el centro del pecho del paciente, entre los dos pezones. Colocar la otra mano sobre la anterior. Entrelazar los dedos de ambas manos

. Mantener los codos extendidos y posicionar los hombros directamente arriba de las manos.

d) Usar el peso de la parte superior del cuerpo (no solamente los brazos) para comprimir (presionar) el tórax del paciente con fuerza suficiente para producir una depresión del mismo de aproximadamente 5 a 6 cm. Presionar con fuerza a un ritmo de 80 a 100 compresiones por minuto 

e) Abrir la vía respiratoria y administrar insuflaciones boca a boca o boca nariz (ver "Respiración Boca a Boca" y "Respiración Boca Nariz"). 

f) El algoritmo de compresiones torácicas e insuflaciones respiratorias debe ser 30:2. 
Varios reanimadores pueden alternarse cada 2 minutos. Es indispensable que la sangre siga fluyendo y esto se logra mediante los masajes cardíacos externos o compresiones torácicas. Las maniobras descriptas deben continuarse hasta la reanimación del paciente o hasta que el facultativo determine que el paro es irreversible y decrete el deceso del paciente.

¿COMO HACER EL MASAJE CARDIACO EXTERNO A UN NIÑO?

El procedimiento para hacer la reanimación cardiopulmonar en un niño desde un año hasta la pubertad es básicamente el mismo que para el adulto.

a) Se debe recostar al niño boca arriba sobre una superficie dura -mesa o suelo-.

b) Pararse o arrodillarse junto al cuello y los hombros del niño.

c) Usar para hacer las compresiones torácicas ambas manos o solamente una si el niño es muy pequeño.

d) Deberá comprimirse el tórax del niño presionando con una fuerza adecuada para producir una depresión del mismo de aproximadamente 4 cm. Presionar a un ritmo de 80 a 100 veces por minuto.

¿COMO HACER EL MASAJE CARDIACO EXTERNO A UN BEBE DE 4 SEMANAS O HASTA 1 AÑO?

La mayoría de los paros cardíacos en los bebés se producen por falta de oxígeno por ahogamiento o atragantamiento.

a) Colocar al bebé sobre una superficie plana, sobre una mesa, boca arriba.

b) Colocar dos dedos, en el centro del tórax, por debajo de una línea que pasa por ambas tetillas 

c) Presionar con suavidad hasta provocar una depresión torácica de 3 a 4 cm. Presionar a un ritmo de 80 a 100 veces por minuto.

d) Continuar hasta que el bebé dé señales de vida o hasta que el médico considere que el paro es irreversible.

Muchos edificios públicos y privados están equipados con un desfibrilador externo automático (DEA). Está señalado con una señal universal 

De disponer de uno se deberá encenderlo, se colocarán los electrodos sobre el pecho del paciente y se efectuará una descarga.