DE QUÉ SE HABLA HOY

Diego Maradona: la pelota no se mancha, los hijos son otra cosa

Una de las anécdotas más divulgadas de nuestra historia fue la polémica por la cantidad de hijos que tuvo el general Justo José de Urquiza. Finalmente se le reconocieron 23, que son los que fueron acogidos por la Ley Federal Nº 41 que fue aprobada para poner en igualdad de condiciones a los 11 hijos legítimos y reconocidos con los extramatrimoniales que tuvo de soltero. Es, sin duda, nuestro personaje de la historia más prolífico.

Por estos días algo similar ocurre en el mundo del deporte con la cantidad de hijos que se le atribuyen a Diego Armando Maradona, ocho ya son los confirmados y hay un noveno que también sería cubano del que no se conoce su identidad pero es muy parecido al Diez, dijo su abogado Matías Borla.

Del total de los hijos, seis son mujeres y los hay de tres nacionalidades diferentes: el italiano Diego Junior, fruto de su relación con Cristiana Sinagra; los argentinos Dalma y Giannina, con Claudia Villafañe; Jana, fruto de una relación extramatrimonial con Valeria Sabalain, y Dieguito Fernando, con Verónica Ojeda; y los cubanos recientemente conocidos públicamente, Joana, Lu y Javielito. Y falta el último, otro varón que tiene apariencias físicas similares a Diego y vive en Varadero, Cuba. 

Este ídolo del fútbol no fue ni es un ejemplo de vida a seguir, eso ya lo sabemos todos e insistir sobre el tema sería hacer leña del árbol caído. Lo que importa es que a esta altura del mundo tener hijos por ahí, sin cuidarse, sin cuidar a quien pueda ser la posible embarazada habla de una desprolijidad absoluta a la hora de llevar una vida más o menos ordenada. 
En relación a sus últimos hijos reconocidos, los tres cubanos, se supo que una de las chicas se llama Joana, a la otra de las chicas le dicen Lu y el varón, que es el más introvertido y que no quiere saber nada con toda esta exposición pública, Javielito. Los dos primeros son hijos de la misma madre.

Es evidente que la vida de Diego en Cuba fue azarosa y sin límites, de hecho su propio abogado dijo sobre la posibilidad de que existan más hijos de Maradona en la isla: ""Cuando Diego estuvo en Cuba tuvo una vida desprolija y podría haber más hijos, pero en concreto no hay más demandas"". También detalló que desde hace tres años los menores están asistidos económicamente cuando lo necesitan y no son ""nada extorsivos"".
Es evidente que hay otra vida oculta en la historia de este ídolo que parece no terminar de asombrar al mundo. Será imposible afirmar cuántos son sus descendientes y en qué lugar del mundo se encuentran. Hoy verlo da pena, es un hombre cuya cabeza se apaga y seguro no se da cuenta que un hijo no es un cheque a fin de mes, ni siquiera una foto en los medios periodísticos. Maradona llora por el fútbol, por la pelota ""que no se mancha"", pero no por tener un puñado de hijos sin padre, abandonados y no reconocidos hasta que la presión lo obliga a dar la cara, la suya o la del hombre que desde hace un tiempo la pone por él, Matías Morla. 
Juicios, querellas, acusaciones, sus "dos soles" Dalma y Giannina pasaron de ser eso a cómplices del robo que según él su ex mujer Claudia Villafañe hizo sobre sus pertenencias. Es común oír esa frase que dice ""Diego es una máquina de hacer plata"", y es probable que así sea, pero eso no dura siempre, hoy verlo sentado en el banco como entrenador de un equipo de México que estaría sostenido por el cartel de Sinaloa, una de las más fuertes organizaciones del narcotráfico de aquel país, da lástima. Sus colaboradores más íntimos en lo deportivo lo abandonan temerosos de aquella historia termine mal y asustado por lo que tienen que ver. Más capítulos de una historia de la casi puede adivinarse el final y de de la de ocho o nueve chicos que conocerán muy poco de la verdad sobre su padre.

V. CORDERO