El otro combate de San Lorenzo

Por Pablo A. Vázquez *

Mucho se ha escrito sobre el Combate de San Lorenzo del 3 de febrero de 1813, donde las fuerzas de, por entonces coronel, José de San Martín y su Regimiento de Granaderos a Caballo vencieron a los realistas, asegurando las costas del Paraná a la causa emancipadora.

Pero poco se sabe que allí hubo otro combate el 16 de enero de 1846, y que el mismo fue también victorioso.

El enfrentamiento de Gran Bretaña y Francia contra la Confederación Argentina, al mando del brigadier general Juan Manuel de Rosas, fue conocido como la "Guerra del Paraná". Allí se suscitaron, entre 1845 y 1846, una serie de enfrentamientos armados, desconocidos por la mayoría de los argentinos, con excepción de la batalla de la Vuelta de Obligado, del 20 de noviembre de 1845, promovida a feriado nacional desde el 2010, que se conmemora como el Día de la Soberanía.
Derrota militar, pero éxito político, traería una serie de victorias a las armas de nuestra tierra sobre los invasores europeos.

Pero el inicio de las hostilidades militares empezó antes del 20. Fue el 31 de julio de 1845 con el bloqueo a los puertos de la Confederación, el posterior robo de la escuadra del almirante Brown y la toma de la isla Martín García por la flota invasora, el 2 y 5 de agosto de ese año, respectivamente.

Los agresores, además, afectaron la soberanía uruguaya al tomar Colonia el 12 de septiembre, atacar el 20 Paysandú, previo saqueo de la ciudad entrerriana de Gualeguaychú el 18 de ese mes, y continuar con la toma de Salto el 13 de octubre, reagrupándose el 6 de noviembre en Carmelo, lo que valió también la intervención militar en las aguas del río Uruguay y el atacar ciudades "orientales".

Efectivamente, esa serie de hechos luctuosos para nuestras armas y las del Uruguay, favorables a la armada anglo - francesa, tuvieron su cenit en Obligado. Pero a partir de allí se dieron para nuestras fuerzas victoria tras victoria.

Si son escasas las referencias de los anteriores hechos, que marcaron derrotas rioplatenses, son aún igual de desconocidas las acciones triunfantes en el Tonelero, el Quebracho y San Lorenzo, en el mismo lugar donde batió sus armas el Gran Capitán.

Hablar de este combate, y de los otros enfrentamientos, es hablar del coronel Juan B. Thorne. Neoyorquino de origen, se destacó en batallas navales y terrestres, tanto contra el Imperio del Brasil como en su apoyo a las fuerzas de la Confederación Argentina.

Jacinto Yaben, miembro fundador del Instituto Sanmartiniano y articulista de La Prensa, en el Tomo V de Biografías Argentinas y Sudamericanas (1940), reseñó sobre este patriota: "El 15 de abril de 1842 volvió al servicio naval, bajo las órdenes del Almirante Guillermo Brown, hasta 1843. El 17 de agosto de 1843 después de haber actuado con Brown en el bloqueo de Montevideo, fue nombrado Comandante en Jefe de la costa del Norte y comandante del bergantín - goleta "Vigilante". El 26 de diciembre de 1844 tuvo a su cargo una escuadrilla en el río Paraná, compuesta de siete velas.

El 15 de septiembre de 1845 fue nombrado comandante en jefe de la batería la "Manuelita", situada en la vuelta de Obligado y el 20 de noviembre del mismo año Thorne tuvo una participación heroica en el combate que allí tuvo lugar, atacada aquella posición por la escuadra anglo - francesa que pretendía forzar el paso, para navegar aguas arriba el río Paraná. Thorne dirigió personalmente los fuegos de sus cañones hasta que cayó con el brazo y la cabeza fracturados, quedando privado del sentido del oído para siempre. Curado de sus heridas, el 9 de diciembre del mismo año era nombrado comandante en jefe de la costa del río Paraná, en la que continuamente se producía escaramuzas con los buques ingleses y franceses que lo surcaban".
Thorne asumió que la flota enemiga produciría nuevos hechos bélicos y vigila constantemente sus movimientos. Guillermo A. Lousteau Heguy, en su nota incluida en la Revista del Instituto de Investigaciones Históricas Juan Manuel de Rosas nø 22, de julio - diciembre de 1960, detalló: "Ya el 22 de diciembre dirige a Mansilla dirige el siguiente parte: "El infrascripto tiene la honra de dirigirse a V. E. para comunicarle que los buques enemigos están fondeados en línea a lo largo de las baterías, en la misma posición que ocupaban en la noche del 20. Todos ellos están en obras, en compostura y, según me parece, tres de ellos se hallan en actitud de moverse". Reitera sus partes en igual sentido, los días 15, 16 y 24 de diciembre.

En diciembre de ese año y en enero y febrero del entrante, se suceden otras tantas escaramuzas contra la flota enemiga que son triunfos de Thorne. El 9 de enero Mansilla participa a Corbalán: "Navegaban (los enemigos) nuestro majestuoso Paraná convoyando cincuenta transportes de infames piratas especuladores bajo diferentes pabellones de naciones amigas, indebidamente enarboladas en un río interior de nuestra República". El mismo parte da cuenta de los choques entre ambas fuerzas y luego agrega: ". El entusiasmo de nuestros artilleros, señor General, es digno del mayor encomio, lo mismo que su destreza y ojo certero. El teniente coronel D. Juan Bautista Thorne, capitán Santiago Maurice y mis ayudantes de órdenes han llenado valerosamente su deber, despreciando los peligros como verdaderos argentinos federales".

Fue así que el 2 de enero hubo un nuevo enfrentamiento en Obligado, pero esta vez victorioso para la Confederación. De igual resultado fue la acción armada en El Tonelero, cerca de Ramallo, provincia de Buenos Aires, el 9 del mismo mes. Y luego sendos combates en las costas de Santa Fe, en la angostura de El Quebracho y, previamente, en San Lorenzo, el 16 de enero de 1846.
Arturo de Carranza, en el nø 41 de la Revista del Instituto Rosas de octubre - diciembre de 1995, sostuvo: "Un decreto de Rosas (27 de noviembre del 45) había declarado piratas a los buques que se internaran en el Paraná, aunque fuese para simple tráfico mercantil; Oribe se adhirió a ese decreto con otro análogo para el Uruguay.

En los primeros días de enero de 1846, llegaba. un gran convoy de 52 barcos. Escoltábanlo seis buques de guerra ingleses y franceses. Llegado el día 9 a la altura de El Tonelero (Barraca de Acevedo), donde Mansilla había apostado algunos de sus cañoncitos, tuvieron que afrontar una primera refriega. Mansilla, en efecto, siguió al convoy por la margen firme del río y en las elevadas barrancas de San Lorenzo, en el sitio mismo del histórico combate del año 13, apostó 350 soldados y ocho piezas, ocultos en la maleza. Al mediodía del 16 apareció el convoy e hizo algunos disparos de exploración. La fuerza de Mansilla no dio señales de vida hasta tener a todo el convoy metido en la angostura., y recién rompieron el fuego de las baterías, dirigidas por los capitanes José Serezo, Santiago Maurice y (µlvaro de) Alsogaray. Certero fue el ataque. Cuatro horas duró éste antes de que el convoy consiguiese alejarse. Y una vez más corrió Mansilla sus fuerzas algo más lejos, en la punta de El Quebracho, y allí batalló hasta la caída de la tarde. (con) grandes averías en los buques de guerra y pérdidas de consideración en los mercantes. El parte de (Samuel) Inglefield sobre esta acción confiesa 50 bajas.".

Antonio Testa completa el informe en su trabajo incluido en el nø 66 de la Revista del Instituto Rosas (2004 - 2006), agregando: "El almirante británico Inglefield en el parte oficial destaca: "los vapores ingleses y franceses sostuvieron el fuego por más de tres horas y media y apenas un solo buque del convoy salió sin recibir un balazo". Muchos buques mercantes quedaron inutilizados, perdiendo sus mercaderías y tanto el "Dolphin" como la "Expeditive" no pudieron continuar sus servicios sino tras muy serias reparaciones".

Carranza agregó: "El gran convoy llegó a Corrientes, desmoralizado, hambriento, con escorbuto, después de 112 días de navegación.".

Los combates siguieron, con victorias de la Confederación, hasta el triunfo definitivo el 4 de junio de 1846 en la angostura de El Quebracho. El esfuerzo del Reino Unido y Francia no dio los frutos comerciales y militares esperados, firmando ambas potencias la paz con Rosas, por separado, respectivamente, en 1849 y 1850.

En el 2011 se colocó una placa en San Lorenzo, Santa Fe, conmemorando el hecho de armas, sumándose a los esfuerzos de vecinos, autoridades municipales y del Grupo Conservacionista de Fósiles en el Museo de Sitio "Batalla de Obligado" en San Pedro, provincia de Buenos Aires.
Aún hay mucho por hacer para dar a conocer al gran público el "otro" combate de San Lorenzo y otros hechos históricos ocultos de nuestra historia.

*Licenciado en Ciencia Política; Docente de la UCES; Secretario del Instituto Nacional Juan Manuel de Rosas