RUGBY - BALANCE 2018

Los Pumas, presos de su irregularidad

El Seleccionado dejó un sabor agridulce en el año de los dos entrenadores

                              
 

El 2018 dejó sensaciones positivas. En el orden local sobresalió los títulos logrados Por Hindú (Nacional de Clubes) y Alumni (URBA) y el oro conseguido por los Pumitas en los Juegos de la Juventud. También se destacaron las actuaciones de Jaguares en su mejor Súper Rugby con su cuarto de final. Distinto fue el caso de Los Pumas, en una temporada de grandes cambios como fueron la ida de Daniel Houcade tras la ruinosa ventana de junio y la llegada de Mario Ledesma a partir del RCH. También se dio el cambio de capitanía que pasó de Agustín Creevy a las manos de Pablo Matera en el último tramo del año, que tuvo el buen nivel individual de hombres reconocidos como el mismo Matera, Nicolás Sánchez, Guido Petti, Agustín Creevy, Emiliano Boffelli o Tomás Lavanini. Y la consagraciones de Ramito Moyano y Bautista Delguy.

 

Fue un año dispar para Los Pumas. Con muchos vaivienes que marcaron una temporada, en donde se acentuó la irregularidad y las sensaciones encontradas que dejaron más dudas que certezas, de cara a lo que será un 2019 especial con el Mundial de Japón. La gran duda es si Argentina podrá repetir o mejorar lo hecho en 2015 o si, como parece, deberá mejorar muchísimo para no irse en primera vuelta, donde le tocará una zona compleja ante Francia, Inglaterra, Estados Unidos y Tonga.
Lo cierto es que el tránsito del seleccionado estuvo bien marcado en este 2018. La primera actividad fue la ventana de junio, en donde el hasta entonces entrenador Daniel Hourcade se jugaba mucho. Porque recibió un equipo que venía con el envión positivo que tenían los jugadores que estaban destacándose en el Súper Rugby. Así es que los encuentros que debía sostener ante Gales dos veces y Escocia -que encima no llegaron con la totalidad de sus figuras- eran una presión extra porque, en los papeles, eran rivales ganables.
La realidad mostró una cosa completamente distinta. Fueron tres derrotas muy duras, sin poder explicar como podían caer de nivel en pocos días. ¿Habrá sido que los jugadores no pudieron interpretar lo que pedía Hourcade? ¿Habrá sido tan opuesta la línea de juego que existía entre Ledesma y Hourcade? Todo un misterio. Lo concreto es que Los Pumas sufrieron tres derrotas dolorosas. La primera ante Gales fue 23-10 (try de Tomás Lezana) en San Juan, en un partido cuyo hecho positivo fue ver el debut de Bautista Delguy, Santiago Medrano y Javier Díaz. Por lo demás, fue un encuentro de muy pobre producción en general y que empezaba a marcar las deficiencias en el scrum y en la indisciplina.
La revancha con los galeses fue peor aún. Porque esta vez la derrota fue de 30-12 (tries de Delguy y Julián Montoya) de manera inapelable y que llevó al Huevo Hourcade a presentar su renuncia indeclinable en su cargo. Quedó para su despedida la amargura de sufrir otra derrota que fue ante Escocia por 44-15 (tries de Lezana y Santiago González Iglesias, y debuts de Juan Cruz Mallía y Bautista Ezcurra) en Chaco.
La segunda etapa, en teoría, era la más exigente, porque llegaba el Rugby Championship. Con Mario Ledesma como nuevo head coach luego de su experiencia positiva con Jaguares, en el Súper Rugby. No obstante, la dureza que implicaba medirse dos veces ante Sudáfrica, Nueva Zelanda y Australia, fue el punto más alto del equipo, que pareció encontrar el rumbo perdido desde el Mundial 2015, y en el que empezaron a verse cambios en el juego, en la mentalidad de los jugadores y en la presencia a cuenta gotas de algunas figuras que están jugando en Euroa, y que, de manera excepcional, fueron convocadas como Juan Figallo (dos partidos ante los Boks), Facundo Bosch (entró en el 2º test ante Sudáfrica); Gastón Cortés (presente en el primer duelo frente a Nueva zelanda), y Ramiro Herrera (jugó la última parte ante All Blacks y Wallabies).
En cuanto a resultados, arrancó con derrota frente a los sudafricanos 34-21 (tries de Nicolás Sánchez, Pablo Matera y Matías Moroni) en Durban, dando buena batalla. Luego llegó la mejor etapa del año. Triunfo sobre Sudáfrica por 32-19 (tries de Bautista Delguy -2-, Sánchez y Ramiro Moyano) en Mendoza, con una altísima producción. Y después de una semana de impasse, llegó una derrota ante Nueva Zelanda por 46-24 (un try espectacular de Ramiro Moyano, y otros de Sánchez y Emiliano Boffelli) que dejó buenas sensaciones, porque estuvo en partido hasta faltando siete minutos. Y llegó la gran victoria del año que fue sobre Australia por 23-19 (tries de Delguy y Sánchez) en Gold Coast, con un rendimiento notable en ataque y en defensa sobresaliendo el tackle salvador de Tomás Lavanini a Israel Folau en la última jugada del test macth.
En la parte final del campeonato, hubo derrota previsible ante All Blacks en Vélez, por 35-17 (tries de Tomás Cubelli y Boffelli), en un tarea por debajo de lo que venía jugando. Y llegó el partido revancha con Australia, que fue uno de los más extraños jamás visto. Porque en Salta, Los Pumas jugaron un primer tiempo de ensueño en el cual les salieron todas hasta sacar una diferencia de 31-7 en el primer tiempo. Pero el segundo tiempo, Los Pumas se desinflaron desde el arranque, y nunca pudieron remontar su nivel. Por eso fue derrota 45-34 (tries de Matías Orlando, Matera, Boffelli y González Iglesias), iniciando una debacle que se iba a acentuar en la ventana de noviembre.
Una ventana que trajo como novedades el cambio de capitanía. Matera tomando la cinta en lugar de Creevy. Y la presencia de un europeo más: Mariano Galarza, quien entró unos pocos minutos ante los franceses. En cuanto a resultados, el saldo fue absolutamente negativo cuatro derrotas: ante Irlanda 28-17 (try de Delguy y debuts de Lucio Sordoni y Rodrigo Bruni) en el Aviva; frente a Francia 28-13 (try de Moyano), en Lille; contra Escocia 14-9 (primer partido sin tries del año), y ante Barbarians 38-35 (tries de Orlando, Matera, Sebastián Cancelliere y Montoya) en Twickenham que fue parecida a lo acontecido ante los Wallabies en Salta (llegaron a estar 28-7 arriba). En el debe la caída física y mental en los segundo tiempos; los problemas insolubles en el scrum; y la vuelta de las indisciplinas.
Son muchas cuestiones que tendrá que analizarse para ver si Los Pumas vuelven a ser los que fueron en casi todo el RCH. También hay que ser determinantes en convocar a aquellos jugadores que marcan su sello en Europa, lo que le daría al equipo más variantes, competencia interna y, sin dudas, mayor nivel. Eso si es que se pretende dar el golpe en el Mundial de Japón.