El kirchnerismo da un giro hacia el centro y Macri espera una foto

Lo que vendrá. Dentro del círculo de los que arman la campaña de la reelección de Macri, hay una frase que se repite casi a diario: "hay que esperar la foto de Massa con Cristina". Esto sería el desencadenante de una fuerte campaña para desprestigiar al tigrense por su pasado kirchnerista.

Poco a poco los movimientos en el principal partido opositor a Cambiemos van dejando claro que la búsqueda de Cristina Fernández como factor aglutinante de un peronismo que no encuentra reemplazos y que se rompe a cada ejercicio político que se lo somete.

La tarea ahora es convencer a los votantes que los motivos que hacen que repudiadores oficiales del kirchnerismo como Sergio Massa, cambie para incorporarse al peronismo con Cristina. En el fondo saben que los electores no tienen memoria y pronto asimilarán los cambios sin pensar en cuestiones del pasado.

La estrategia ahora es separar a la ex presidente de los hechos de corrupción que la acosan desde Comodoro Py. Algunos de los voceros más notorios ya hacen circular a quien quiera oírlos que la señora repudia a personajes como Julio De Vido, Luis D´Elía, Lázaro Báez, Cristóbal López y Ricardo Jaime.

La estrategia tiene cierta lógica ante un Cambiemos que pierde presencia y poder incluso en lugares clave donde los había conseguido. El caso más notorio es el de los representantes en el Consejo de la Magistratura  donde el kirchnerismo, el massismo, Argentina Federal y aliados finalmente consiguieron 131 firmas, dos más de la mayoría necesaria para cantar victoria e imponer como consejeros titulares a Eduardo Wado De Pedro (FPV) y Graciela Camaño (FR). Con esta incorporación Cambiemos pierde la mayoría que le permitía nombrar magistrados sin oposición alguna. En la jugada el propio Mauricio Macri intentó convencer a su "amigo" el cordobés Juan Schiaretti para que sus diputados se sumaran al voto oficialista e impedir el nombramiento de dos peronistas, uno K y otra en veremos.

Sin embargo ni siquiera la fuerza del propio presidente logró el objetivo y Schiaretti ordenó a sus diputados apoyar el plan del peronismo, rechazando todo tipo de ofrecimientos. La derrota fastidió a Macri y a su entorno que ahora dicen que fueron sorprendidos.

El caso del Consejo de la Magistratura es otro que muestra el acercamiento entre el Frente para la Victoria (o Unidad Ciudadana) y el Frente Renovador de un Massa que se siente candidato más allá de haber comenzado una nueva operación de transfuguismo, traicionando los pactos con otros líderes justicialistas como el salteño Juan Manuel Urtubey en cuanto a negar cualquier acercamiento al kirchnerismo. 

PUSIERON LA LUZ DE GIRO

Ya el discurso de la senadora Cristina Fernández en la sesión por el voto de la ley de Presupuesto llamó la atención. Su insistencia en modificar su opinión sobre el Fondo Monetario Internacional (FMI) del que ahora dice "hay que renegociar la deuda" y no "repudiar" fue un indicio que luego confirmaron su propio hijo Máximo Kirchner y su ex ministro de Economía Axel Kicillof.

Ambos declararon a su manera que "no somos antiempresa", acercando a los mercados la idea de que si resultasen ganadores en 2019 no emprenderían la tan temible "venganza" que en mundo empresarial dan por hecho.

Este giro no es casual, todos deben ir acomodando sus discursos ante la próxima batalla electoral y el kirchnerismo sabe que se lo asocia con el populismo y una política antimercado con el peso del Estado controlando al sector privado dónde y cómo pueda. Mostrarse como un gato y no como un tigre ya es el camino elegido. 

El peronismo anti K ya casi se limita al senador Miguel Angel Pichetto y su debilitado bloque Federal porque de los que se sacaron la famosa foto anunciando una posible unificación del peronismo sin Cristina, sólo queda el senador rionegrino y Urtubey porque Massa y Schiaretti ya se cruzaron de vereda. 

Los pactos en la política nacional, ya se sabe lo que pueden durar. Alguien dijo sobre nuestros políticos que cuando no acometen pequeñas traiciones es que están preparándose para las grandes. 
Así y todo Pichetto se piensa si dará o no quórum a la sesión de mañana que convocó Cambiemos a través del senador Federico Pinedo,  para tratar nuevamente el pedido de desafuero de Cristina Fernández, esta vez por la causa que investiga en memorándum con Irán y cuyo juicio oral recién comenzará el año que viene. Aunque íntimamente quisiera dar esa batalla, no puede permitirse el lujo de que su bloque se siga rompiendo, hace pocos días dos tucumanos se pasaron al peronismo con Cristina abandonando el grupo Federal. 

¿Y MACRI EN QUE PIENSA?

El presidente también comenzó su estrategia electoral viendo que la oposición quiere entrar en sus territorios más sensibles como la provincia de Buenos Aires con nuevas propuestas y nuevos candidatos. En un acto en la localidad de Merlo, el PJ Bonaerense dejó claro que ya tiene su elegida para competir con María Eugenia Vidal y el encargado de comunicarlo fue uno de los oradores del mitin peronista, el camionero Hugo Moyano que propuso a Verónica Magario, la intendente de La Matanza, como la candidata a gobernadora del justicialismo. Tal vez por ahora sea más correcto decir del justicialismo con Cristina. 

Las encuestas demuestran que Magario aún no asoma entre los primeros cinco favoritos y la distancia que la separa de la Vidal es enorme.

Nada es oficial todavía, son los primeros intentos para ir lanzando nombres y ver qué reacción provocan, pero poco a poco el aparato se va armando.

Macri busca alianzas y pactos para que Cambiemos no se siga debilitando pero ve con pesimismo que muchos de sus aliados del peronismo y del radicalismo ya buscan caminos alternativos a la coalición gobernante.

Dentro del círculo de los que arman la campaña de la reelección de Macri, hay una frase que se repite casi a diario: "hay que esperar la foto de Massa con Cristina". Esto sería el desencadenante de una fuerte campaña para desprestigiar al tigrense por su pasado kirchnerista, entre otras cosas.