Aventuras del corsario patriota

Bouchard

Por Miguel Angel De Marco
Emecé. 280 páginas

El doctor Miguel Angel de Marco hizo una nueva incorporación a la galería de próceres cuyas vidas ha ido repasando en una serie de biografías destinadas al público en general. Ahora es el turno de Hipólito Bouchard, a quien, siguiendo el estilo editorial de los anteriores libros, se define en el subtítulo como "halcón de los mares, corsario de la libertad".

De Marco recuerda en el prólogo que la lectura juvenil de las peripecias de Bouchard despertó su interés por el pasado naval argentino. En efecto, en la vida del marino francés nacido en 1780 y muerto en 1837 se aúnan como en pocos casos la sed de aventuras con la defensa de un ideal, la intrepidez a la par de la abnegación.

Apelando a fuentes clásicas, a investigaciones modernas y a hallazgos propios, De Marco recorre los acontecimientos destacados de esa existencia hazañosa. Llegado al Río de la Plata entre fines de 1809 y mediados de 1810, André Paul Bouchard (aquí adoptó el nombre de Hipólito) estuvo entre los primeros oficiales de la nueva marina patria y se batió en sus acciones inaugurales. Desactivada esa incipiente fuerza naval, Bouchard ingresó al Regimiento de Granaderos a Caballo, en el que fue ayudante de San Martín durante el combate de San Lorenzo (1813).

Honrosos como fueron, estos episodios resultaron apenas los prolegómenos de los hechos por los que pasaría a la historia. A partir de 1815, en diferentes campañas colmadas de privaciones, desinteligencias, crueldades y raptos de genuino heroísmo, Bouchard fue junto con su gran rival, Guillermo Brown, el corsario más famoso que los primeros gobiernos patrios enviaron a hostigar el comercio español a lo largo de su vasto imperio.

Las travesías lo llevaron, doblando el Cabo de Hornos, hacia la costa americana del Pacífico, donde asedió la fortaleza del Callao y fracasó en su intento de tomar Guayaquil (allí lo capturaron). Luego, en una segunda campaña a bordo de la célebre fragata La Argentina, atravesó el Atlántico y el Indico rumbo a las Filipinas y Hawaii hasta tocar la costa de California y bajar hacia Chile.

De Marco describe con elocuencia el tormento que significaba la navegación en aquellos años, en buques atestados y vulnerables, a merced de las inclemencias del tiempo, las enfermedades y otros corsarios o piratas, y con tripulantes que, en muchos casos, "tenían un solo propósito: enriquecerse y contar con alcohol en abundancia". Los motines o sublevaciones eran habituales, y para lidiar con ellos Bouchard "debía dormir con dos pistolones bajo la almohada y tener a mano su filoso sable".

Puesto que "no gozaba de un carácter apacible", Bouchard sometió con mano firme esas rebeliones, la misma firmeza con la que se enfrentó a Brown o a Lord Cochrane, el inglés que le hizo la vida imposible en la etapa final de la lucha por la independencia del Perú, país en el que el corsario patriota habría de terminar sus días de manera trágica.

Equilibrado entre el relato de una vida y el contexto en el que se desenvolvió, el libro incluye también un pliego de ilustraciones a color y un útil "Vocabulario marinero" para la mejor comprensión del texto.