Secuela sanguinolenta y previsible

"La noche de Halloween" (Estados Unidos, 2018) Dirección: David Gordon Green. Guion: D. Gordon Green, Danny Mc Bride. Fotografía: Michael Simmonds. Música: John Carpentr, Cody Carpenter, Daniel A. Davies. Actores: Jamie Lee Curtis, Nick Castle, Judy Greer, Miles Robbins, Virginia Gardner, Haluk Bilginer.

 


Se supone que todo tiene un origen. La "Halloween" original nació hace cuarenta años y renovó un stock de psicópatas asesinos cinematográficos, hasta el momento encabezado, al menos en el cine popular, por el Norman Bates de "Psicosis" (1960), un clásico del cine negro de Alfred Hitchcock. Ese enmascarado Michael Myers, aplanadora serial de Haddonfield, que aterroriza a un pueblo, generó una serie de películas que inundaron la comunidad pochoclera adolescente.

Hoy también tenemos una secuela, que retoma a Myers encerrado en una cárcel-loquero y que despierta el interés de dos jóvenes periodistas que lo tratan de entrevistar previo permiso de su médico-estrella. Myers nunca habló y menos lo hace ante estos chicos que participan de una escena apocalíptica, donde los colegas de Myers parecen solidarizarse con él a puro grito y estremecimiento (prometedora escena del comienzo). Después de tanto alboroto reencontramos a Laurie Strode, la única que se salvó de aquella matanza y que sobrevive, solitaria, en una casa búnker. Detalles que hablan de que estamos en 2018, época de empoderamiento femenino, y que la mujer va a tener un lugar especial.

OBSESIONES
Después nos enteramos de las obsesiones que acompañan a Laurie desde entonces y que transmitió a su hija, que la rechaza y trata de que, a su vez, su hija (Judy Geer) no tome contacto con ella. Pero la sangre tira y la nieta de Laurie (Andy Matichek) se solidariza con la abuela.

Lo que sigue, luego de una buena escena en la que asistimos al accidente que hace que el autobús con reclusos (incluido Myers) lo deje en libertad en vísperas de Halloween, es más de lo mismo.
A partir de ese momento lo que vimos en las muchas secuelas del "clásico" se repite, exaltando la modalidad de asesinato con predomio de mazazos y cuchilladas de todo tipo centradas en cabeza y rostro.

Si hasta el momento del choque pensábamos que se venía una "Halloween" diferente, nos equivocamos. Nada de interioridad del asesino, de misterios dejados a lo largo del camino de las secuelas. Otra vez sopa. Y había una muy buena oportunidad con esa heroína especial que es Jamie Lee Curtis, la misma de la película original, una actriz diferente, capaz del humor ("Mentiras verdaderas" o "Un pez llamado Wanda") y la aventura.

A los amantes del horror en cine los defrauda lo que viene después de ese inicio con créditos al mejor estilo gráfico clase B y ese maravilloso zapallo respirando a su lado.
Una "Halloween" que pintó distinta en sus inicios, pero que, a pesar de todo, entretiene, con sus bocanadas de hemoglobina y clásicos golpes bajos.

Calificación: Buena