Menos del 15% de las personas que requieren cuidados paliativos lo reciben

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) el acceso a tratamientos contra el dolor es un derecho humano al que en nuestro país se accede de manera escasa. La problemática será abordada el mes próximo durante un encuentro regional en Lima.

Los cuidados paliativos forman parte de una especialidad sanitaria relativamente nueva que comprende distintas disciplinas del equipo de salud y que tiene como objetivo la prevención y el alivio del sufrimiento prolongado del paciente que padece una enfermedad crónica avanzada y potencialmente mortal. 

Si bien a nivel mundial esta modalidad de atención no tiene más de 50 años, nuestro país fue pionero en el desarrollo de los cuidados paliativos en la región. Se trata de un abordaje integral que incluye a médicos, trabajadores sociales, psicólogos, enfermeras y voluntarios, entre otros. 
Los cuidados paliativos no se brindan solo al paciente, sino que incluyen a la familia o al entorno cercano, ya que se busca dar un cuidado desde un enfoque que involucra todas las dimensiones de la persona, desde lo físico, psíquico, emocional, espiritual y social. 

Debido al avance de la farmacología y la tecnología médica, la población en general se ha vuelto más longeva y se ha logrado que enfermedades potencialmente mortales se conviertan en crónicas. Sin embargo, esto no modifica la pérdida de la calidad de vida y el dolor físico, ni otros síntomas que pueden causar este tipo de patologías.

ACCESO INEQUITATIVO

"La mayoría de quienes acceden a cuidados paliativos son personas que tienen patologías asociadas al cáncer. Sin embargo, los cuidados paliativos beneficiarían a personas que tienen otras dolencias o enfermedades crónicas como aquellas relacionadas con las insuficiencias respiratorias, cardiológicas, renales, entre otras", señaló el doctor Nicolás Dawidowicz, director del Programa Nacional de Cuidados Paliativos. 

"En la Argentina el acceso a los cuidados paliativos es muy heterogéneo. Hay ciudades en donde hay varios equipos y otras en las que hay un solo especialista", mencionó por su parte la doctora María de los Angeles Minatel, directora ejecutiva de la Asociación Argentina de Medicina y Cuidados Paliativos. 

Al respecto, Dawidowicz agregó: "Hay provincias que cuentan con programas de desarrollo muy importantes como Neuquén y Río Negro. Sin embargo, esta no es la realidad de todo el país". 
Pero, más allá de la falta de programas que logren dar respuesta a la necesidad de tratamientos del dolor, la falta de capacitación médica también es un punto a destacar, mencionó Minatel.

"Los médicos actualmente no saben con exactitud cómo tratar el dolor. Además, hay cuestiones que tienen que ver con la empatía, con la comunicación con el paciente, con una cuestión más humana que aún los médicos deben incorporar", enfatizó la especialista. 

PREJUICIOS

Otra de las barreras es el acceso a los analgésicos opioides. Durante mucho tiempo este tipo de medicación, como la morfina y la metadona, fueron mal vistas, interpretadas de manera incorrecta y rechazadas tanto por la comunidad médica como por los pacientes. En ese sentido, Dawidowicz hizo hincapié en que "descentralizar la atención paliativa es una de las tantas medidas que se están tomando para mejorar el acceso del paciente a la atención del dolor y por ende a los analgésicos opioides". 

"Un paciente que tiene una enfermedad crónica que le está causando dolor y sufrimiento llega en primera instancia a las salas de atención primaria", subrayó, para luego añadir: "El médico que lo recibe debería tener la suficiente capacitación como para poder diagnosticar y recetar este tipo de medicamentos que lo ayuden con su sufrimiento. Si no, el paciente deambula durante semanas tratando de conseguir un turno con un especialista en tratamiento del dolor, mientras padece una dolencia que a veces no lo deja pensar, comer o vivir". 

"El adecuado tratamiento del dolor no debería ser patrimonio de una especialidad, sino una habilidad adquirida por todos los médicos de los distintos niveles de atención", insistió el experto.
Pero, además de mejorar el acceso se debe incrementar la capacitación médica para poder recetar este tipo de medicamentos y, a su vez, contar con redes de farmacias que tengan estos analgésicos dentro de su cartera de fármacos disponibles. "La provisión de analgésicos opioides tiene muchos prejuicios. El paciente cree que si le dan morfina va a fallecer, se va a volver adicto, que es una droga ilegal o que va a tener pérdida de la memoria. Esto no es así, los analgésicos opioides recetados a pacientes que realmente los necesitan pueden suprimir el dolor de manera inmediata, brindándole una mejor solución a ese paciente", aseguró Dawidowicz.

UN DERECHO

Desde 2012 existe en el país la Ley de Derecho del Paciente, que le brinda a él y a la familia la capacidad de elección y decisión tanto sobre tratamientos e intervenciones como sobre la aplicación de medicación en enfermedades crónicas potencialmente terminales.

Es decir, a partir de esta Ley, el paciente que presente una enfermedad irreversible, incurable o se encuentre en estadio terminal, o haya sufrido lesiones que lo coloquen en igual situación, informado en forma fehaciente, tiene el derecho a manifestar su voluntad en cuanto al rechazo de procedimientos quirúrgicos, de reanimación artificial o al retiro de medidas de soporte vital cuando sean extraordinarias o desproporcionadas en relación con la perspectiva de mejoría, o produzcan un sufrimiento desmesurado.

En tanto, ningún médico puede negarse mediante consentimiento expreso del paciente a retirar o dejar de aplicar los tratamientos o soportes externos al paciente en cuestión. Si bien esta Ley tiene 12 años, aún son muchos los profesionales médicos, pacientes y familiares que desconocen su existencia. 

PANORAMA REGIONAL

Durante el "Encuentro de Alto Nivel sobre Cuidados Paliativos en la Región", que se llevará a cabo en Lima, Perú, en octubre próximo, se evaluarán las cifras sobre el acceso a tratamientos del dolor en el país y la región. 

A nivel mundial se calcula que solo un 14% de los 40 millones de personas que requieren cuidados paliativos acceden a ellos. En la Argentina, esto representa a unas 600.000 personas.

El encuentro es una actividad organizada por la plataforma "Cuidados Paliativos: Fortaleciendo el Sistema Sociosanitario" (CP-FeSS), que agrupa a varias organizaciones líderes en la materia, tales como, la Asociación Latinoamericana de Cuidados Paliativos (ALCP), la Federación Latinoamericana de Asociaciones para el Estudio del Dolor (FEDELAT), la Asociación Internacional de Hospicio y Paliativos (IAHPC) y la Fundación Grünenthal de Medicina Paliativa es la encargada del financiamiento y del apoyo logístico.